Estábamos en shock, no sabíamos que hacer, así que me arme de valor y baje al hueco en donde estaban los restos del fundador, según yo creía que los restos pertenecían a este, empecé a sacarlos y ponerlos en el pasto.
Castro: Oye espera, no hagas eso.
Carlos: Es un cuerpo, ¿Por qué sabias que estaba aquí?
Camilo: Después les cuento, ahora ayúdenme a llevarlo al refugio.
Carlos: Espera, ¿Quieres llevarlo al refugio? Estás loco, si nos llegan a ver con esto nos meteremos en problemas.
Camilo: Mira, entre más tiempo nos quedemos aquí aumentara las posibilidades de que alguien nos vea.
-Rascándose la cabeza bruscamente- Carlos: No, no, no, esto está mal, ¿Es parte de tu investigación verdad? Como no te ayudamos la realizaste tu solo y ahora quieres que te ayudemos a hacer el trabajo sucio.
Valeria: No, yo le ayude con el plan al igual que Castro.
Castro: Si, pero, no pensé que buscábamos un cuerpo.
-Sacando los restos- Camilo: No, ustedes hicieron su parte del trabajo, ahora yo me encargare de esto, pero, necesito que me ayuden a sacar esto rápido, se lo llevare a Janna y así acabare con la maldición.
Miguel: ¿Maldición?
María: Si, creo que deberíamos ayudarle.
Camilo: Si, maldición, la que Janna le puso al pueblo, y sí, me vendría bien que me ayudaran.
Empezaron a sacar los restos conmigo y los estábamos acomodando para llevarlos al refugio, sin embargo, no contaba con que mi abuelo le había pedido a Laura que me siguiera, él estaba preocupado así que le dijo a mi hermana que me siguiera para saber que estaba haciendo, y ella nos había visto entrando al bosque, estaba caminando por el bosque y al salir del bosque de pinos nos vio en campo abierto, a lo lejos, noto que estábamos en las ruinas de hormigón en fila, se acercó y noto que estábamos moviendo algo. Yo estaba subiendo al pasto y puse
el pedazo de hormigón en su lugar, cuando de repente escuche un grito, mire alrededor y vi a Lauro, mi reacción fue taparle la boca y tranquilizarla.
-Alterada y llorando- Laura: ¿Qué hiciste? ¿A quién mataste?
-Intentando calmarla- Camilo: Tranquila, después te explico todo, no es lo que parece, ahora por favor cálmate, ¿sí?
Laura: Esta… está bien.
Camilo: Muy bien tomemos los restos y salgamos de aquí, antes de que alguien más nos vea.
Tomamos los restos y empezamos a caminar en dirección al refugio, era un campo abierto, había una brisa muy fresca, se oían los ruidos de la naturaleza, los arboles moviéndose por el viento y el cielo resplandeciendo como el sol, y pensar
que era la última vez que sentiríamos la libertad del campo por un largo tiempo.
Entramos al bosque de pinos y mientras caminábamos sentí una jaqueca, de repente empecé a oír la voz de Janna, cerré los ojos y traté de ignorarla. Entramos en el refugio y en una mochila empaqué los restos, y en otra empecé a guardar
recursos y equipamiento, botiquines, comida, linterna, y otras cosas que me servirían en Cristalino, los demás me preguntaban porque hacia maletas, yo
estaba tratando de ignorarlos, sin embargo, Laura estaba tomando aire fresco para tranquilizarse, con lo que no contaba era que habían leñadores cerca y esta correría hacia estos gritando. Escuchamos sus gritos pidiendo ayuda, rápidamente pensé y les dije “Vayan a ver qué pasa con mi hermana” Cuando salieron tome las maletas y salte por la ventana, comencé a correr en dirección hacia Cristalino.
Laura iba con los leñadores hacia el refugio, así que los demás dieron la vuelta y se devolvieron, lo que pensaban eran en los restos, pero, yo ya me los había llevado, cuando llegaron notaron que no había nada ni nadie ahí, en lo que pensó Valeria era en que yo me dirigía a Cristalino, y ella sabía cómo llegar, puesto que había estado conmigo en la oficina del alcalde y había escuchado cuando me dijo como entrar, le pidió a todos que hicieran maletas con lo necesario para una exploración, cuando iban saliendo entro Laura y les pregunto dónde estaban los restos, al no verme ni a mí ni a los restos, les dijo a los leñadores que no había pasado nada, solo tropezó, así que le pidió a Valeria que la llevara donde estaba yo.
Trotaba cerca de llegar a Cristalino, estaba cansado, no era fácil cargar todo ese peso y correr al mismo tiempo, de repente escuché a Janna de nuevo en mi
cabeza, el cielo se tornó gris y las nubes se deformaron pareciéndose a un tornado en el cielo, soplaba fuerte el viento y entre más me acercaba a Cristalino más se incrementaba todo esto, cuando empecé a escuchar gritos, susurros y voces, descubrí algo nuevo, el mundo del más allá siempre ha sido complicado, ya que, este tiene una variedad de cosas, sin embargo, lo que no sabía y descubrí, era que los engendros o influencias del mal, tenían cierto alcance y capacidad para ejercer su poder, y yo estaba entrando al área en donde Janna tenía todo su
poder y que con el paso del tiempo fue aumentando. Me estaba acercando y empezó a cubrirme una neblina muy tensa.
-Con una voz grave, distorsionada, pero tierna- Janna: Estoy muy alegre de que estés aquí, han pasado años, Jajaja bueno, al menos así lo sentí yo ¿Tu qué
crees?
Estaba nervioso, la voz de ella ya no estaba en mi cabeza, si no en el ambiente.
Camilo: Si, te he extrañado en este tiempo que ha pasado.
Janna: Yo también, quiero jugar contigo, por fin volveremos a jugar… ¿Qué traes en esas mochilas? ¿Me dejas ver?
Sabía que tendría que improvisar y seguirle el juego si quería sobrevivir, el que me pareciera a mi abuelo no sería la mejor cuartada, además le estaba llevando lo que parecían ser los restos de su padre, no solo entraría en Cristalino, si no que mi plan era acabar con la maldición de una vez por todas, pero, ese plan fue
arruinado por mis amigos.
Janna: Ya casi estas cerca, yo abriré para ti la compuerta por donde saliste, no te preocupes por lo que hay adentro, no he limpiado desde hace mucho, jajajajaja, y los condenados no te harán daño, ellos solo me obedecen a mí, mientras hagas lo que te diga estarás bien.
Camilo: ¿Los condenados? ¿Qué hay adentro?
Janna: No te preocupes, ya hablaremos de eso, hay mucho que tengo que contarte.
Sin saberlo detrás mío se acercaban mis amigos y mi hermana, lo raro es que ellos no veían lo mismo que yo, yo estaba en el mundo que me mostraba Janna,
pero, lo que ellos observaban era a mí, adentrándome en Cristalino, corrieron deprisa hasta el punto de quedar a pocos metros de mí, mientras tanto, yo estaba conversando con Janna, hasta que me dijo “Traes amigos” ¿Amigos? Recordé que Valeria también sabia como llegar, sin embargo, cuando volteé, no vi nada ni a nadie, en cambio, ellos veían que mis ojos estaban grises y que los observaba,
le dije “Janna, déjame ver, sé que estás jugando conmigo” ella salió de mi cabeza, al parecer cuando entra en ti, puede manejarte y mostrarte lo que ella quiera, cuando recobre la vista, vi a los demás, pero, ellos me vieron a mí, tomando a una niña de la mano o al parecer, la verdadera Janna, en espíritu claro, ella me soltó y se dirigía a la compuerta C, yo les dije a los demás “Regresen, no tienen por qué acompañarme” La empecé a seguir y antes de llegar vi un mapa, en donde mostraban las secciones de la represa, trate de memorizarlo rápido, en fin, podría servirme más adelante. Los demás estaban pensando en que hacer, Pero, Valeria sabía que iba a hacer, ella les dijo “Yo esperare a que esa cosa abra la compuerta y correré” Así que eso paso, Janna abrió la compuerta y cuando mire atrás Valeria venia corriendo, no espere a que la compuerta se abriera al máximo y pase por abajo, en cambio Janna si espero, los demás también corrieron, venían detrás de Valeria, cuando Janna se percató, empezó a temblar en el lugar, y se comenzó a formar una grieta entre la compuerta y el pasillo de la represa todos lograron saltar y pasar hasta entrar a la compuerta, cuando mire hacia atrás Janna no estaba, la compuerta empezó a bajar y yo me moleste porque todos habían entrado, a pesar de que les pidiera que no lo hicieran, sin embargo, se derrumbó el suelo y mi hermana quedo colgando, Carolina la sostenía, pero, se continuo derrumbando el suelo, si no nos movíamos de ahí caeríamos, así que Carolina soltó a mi hermana y ella callo. Entramos y la compuerta se cerró, Carolina lloraba, yo le decía que Laura caería en el lago, que no se preocupara, ella sabía nadar y estaría bien, aun así estaba aterrorizada, todo estaba oscuro y como en mi sueño el ambiente era
frio, tétrico y el agua nos llegaba hasta los tobillos, cuando sacamos nuestras linternas para iluminar el lugar vimos al fondo unas cosas que corrían alejándose de nosotros, no las pude distinguir muy bien, cuando avanzamos se apagaron las
linternas y escuchamos varias voces con distintos tonos, estas gritaron “Bienvenidos a Cristalino” Sabíamos que estábamos atrapados y que debíamos luchar para lograr salir de ahí.