La maldición de la niña dorada.

Puertas hablantes

Capítulo de Elyiza (otra vez)

 

>>Estaba oscuro en la noche, era un claro en el bosque, ahí había una luz, me dirigí hasta ella, tal vez habría alguien que me ayudara a saber que estaba pasando y en donde estaba, corrí hacia ella y vi a una mujer cabello era igual al mío, largo, su cuerpo con curvas que su vestido blanco resaltaba y que la hacía parecer un ángel, además de la luz blanca alrededor de ella, pero, estaba volando, no logré ver su rostro, solo sus ojos, pronto se volvieron negros, completamente negros, ella se dirigía hacia mí, corrí, me perseguía de pronto, apareció enfrente de mí, solté un grito ahogado.

Me miré en el espejo, gritando había sido solo un sueño, que aparentemente Bell había estado observando, se preocupó, pero realmente no quiso preguntar ni burlarse de mí.

- ¿desde cuándo te di acceso completo a mi habitación? - espeté, verdaderamente furiosa de que ni siquiera yo supiese que él iba a venir.

–Son las 9:00am teníamos entrenamiento a las 7:30, no fuiste así que me preocupé y vine a ver qué pasaba. -dijo con una mirada acusatoria

- ¿qué son las 9:00? Yo había puesto el despertador. - El lució verdaderamente alarmado ante esto.

– Lo hiciste, lleva sonando desde hace más de una hora, traté de despertarte, pero no era un sueño normal era algo más algo. – Me congelé ya estaba sentada en la cama, pero pronto recordé que solo vestía un blusón y ropa interior, era lo más cómodo para dormir, sin embargo, siempre se recogía y se enrollaba y hoy no era la excepción, toda mi ropa interior estaba expuesta y tenía Bell mirándome, me puse la cobija y le dije que esperara ahí y me dirigí al baño, sentí su mirada detrás de mí pero no quise hacer ningún comentario, al entrar al baño noté mi cabello despeinado y de pronto sentí mucha vergüenza de que Bell me haya visto así, escuché la puerta de mi habitación abriéndose cuando estaba en la ducha y supuse que Bell se había ido, me dirigí a mi habitación poniéndome una toalla en el cabello, solo en ropa interior.

–Oh... lo siento estaba leyendo. - Dijo Bell, tomé la bata y me la puse rápidamente, el ahora sí salió del cuarto, no sin antes molestarme cuando pasó por la puerta -Lindos pantis de unicornio. - y se fue con una sonrisa de idiota, durante el desayuno ya Mart se había ido y a Bell no le quise hablar mucho, estos días estuve molestando a mi madre, hoy no iba a ser la excepción-

-Por favor, mamá, no voy a hacer nada malo. Lo prometo.

-Sí claro, irte con dos chicos a quién sabe dónde, por quién sabe cuánto tiempo, la respuesta es ¡No! -Respondió ella.

- ¿acaso no confías en mí? -Pregunté.

-No confío en ellos, a uno ni siquiera lo conozco. Mientras vivas bajo mi techo, harás lo que yo te diga. -Seguí pidiendo. -Mira, lleguemos a un trato... todos los días, cada día, me enviarás fotos y videos de lo que hagas, me contarás todos los días que has hecho. Sin excepciones, me mandarás actualizaciones todos los días. No confío en esos chicos, pero confío en ti. Eres joven y necesitas divertirte, pero si haces una tontería o me desobedeces iré a buscarte. -Dijo, pronto llegó la hora de irnos, , mi madre aún extrañada de que nos fuéramos hoy se despidió, el viernes había sido en entierro de mi abuela, se suponía que no íbamos a irnos hasta la otra semana, pero por lo que pasó hace tres días, el baile de mi padre había sido cancelado por lo que sucedió, pero yo ya había salido de clases presenciales por cuarentena y no íbamos a tardar más en irnos o eso repetían Bell y Mart, cuando llegó la noches nos fuimos, en el trayecto, paramos a comer, yo había estado escuchando música todo el tiempo pero hablar con alguien tampoco venía mal, así que intenté comenzar una conversación pero Mart me interrumpió

- ¿cómo fue tu pesadilla? ¿de qué trataba? - me sorprendí, Bell miró a Mart en modo de regaño, pero tampoco lo corrigió ni me dijo nada, todos estábamos comiendo, Bell pidió una hamburguesa, Mark un bol con roastbeef y yo uno con pollo, pero bueno, empecé a decirles como fue mi sueño cuando terminé ellos habían dejado de comer, sus caras de preocupación me confundieron, se volvieron a ver - Tienes que conocer a una persona- dijo Mart pero no entendí muy bien pero su tono sugería que era urgente.

No mucho después seguimos nuestra ruta solo faltaban dos horas, de Blades a Wyoming a varias horas en auto, al llegar todo estaba tranquilo, unas chicas nos recibieron, eran de una edad muy similar a la mía, unos 18 o 19 años, pero algo me inquietaba realmente, dos de ellas eran muy pálidas, tenían estaturas normales, bien, parecían humanas, hasta que noté sus dientes o bueno, sus colmillos, eran muy grandes, no tanto como los dientes de los batrinos pero sí se veían filosos , no obstante, iban bien con ellas, solo una, que parecía estar alerta y también muy aburrida, era alta, muy alta, delgada pero musculosa, y bien ella no era pálida como las otras, tenía un bronceado bastante notorio, era morena y también tenía colmillos, quedé muy asombrada, pero no por mucho ya que una de ellas dijo

-Sí, sé lo que estás pensando, y sí, somos vampiros, o así nos llaman los humanos, realmente nos llamamos "Pur" digamos que... vampiros buenos– Señaló a la bronceada- Ella es una "Laong"- me mordí el labio intentando memorizar o siquiera procesar todo esto, es muy confuso, pero cuando lograron salir algunas palabras de mi boca

-Oh, mucho gusto, mi nombr...- la chica castaña de ojos miel me interrumpió

- Elyiza ¿cierto? Soy Cohen- Luego, señaló a la pelirroja y luego a la morena- ella es Mirtha y ella es una laong, nuestra laong Caroline - no sabía si sentirme aliviada de no tener que presentarme o molesta por su interrupción, dejando mi extraña confusión ahí.

Le estreché la mano a todas forzando una sonrisa amigable pero algo en su comentario me pareció curioso, los laong son mucho más fuertes, ágiles, rápidos pero no solo eso, sino que ellos eran los que iban, en su momento, a ser maestros, por lo que solo los de alto rango, realeza, familia en la política o militar tenían esa protección extra; por el increíble manejo de la magia y su fuerza física eran perfectos para la protección, sin embargo los laong eran más como guerreros ninjas, eran enviados a batalla, misiones de protección, a hacer hechizos, misiones para proteger secretos legal y esas cosas, ya que son los que manejan la magia con todos los elementos unidos y además un poder psíquico o no elemental eso es lo que los volvía laong o maestros, solo que algunos se quedan toda una vida protegiendo, otros no practican sus habilidades completas así que se vuelven una especie de pur muy fuertes o algo así, que son los mismos que también protegen a los otros, así que le pregunté a Mart si eran de alto rango, en el oído mientras ellas no veían -Los padres de Cohen son de una de las familias reales más prestigiosas, y los abuelos de Mirtha son unos de los mejores guerreros, ellos la criaron después de la muerte de sus padres.- Respondió susurrando.




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