En el pequeño pueblo de Ravenswood, rodeado de bosques oscuros y montañas imponentes, se escondía un secreto macabro. La historia comenzaba en una noche tormentosa de otoño, cuando una joven llamada Sarah llegó al pueblo en busca de refugio. Sarah había estado conduciendo durante horas, pero una lluvia intensa la había obligado a detenerse en el primer lugar que vio.
Mientras esperaba que la tormenta pasara, Sarah comenzó a sentir una sensación de malestar. El dueño del motel, un hombre llamado Jack, parecía amable, pero había algo en sus ojos que la hacía sentir incómoda.
Esa noche, Sarah escuchó ruidos extraños en su habitación. Al principio, pensó que era solo el viento o la lluvia, pero luego escuchó pasos fuera de su puerta. Sarah intentó ignorarlos, pero los ruidos continuaron durante toda la noche.
Al día siguiente, Sarah decidió investigar. Habló con los lugareños, pero todos parecían tener miedo de hablar sobre algo. Fue entonces cuando Sarah descubrió un antiguo libro en la biblioteca del pueblo. El libro hablaba de un culto satánico que había sido activo en Ravenswood décadas atrás.
Sarah comenzó a sospechar que el culto aún existía y que estaba detrás de los ruidos y la sensación de malestar que sentía. Decidió seguir investigando y pronto descubrió que Jack, el dueño del motel, era el líder del culto.
Esa noche, Sarah fue secuestrada por el culto y llevada a un lugar secreto en el bosque. Allí, fue sometida a un ritual macabro y fue forzada a participar en un sacrificio humano.
Sarah logró escapar, pero no sin ser perseguida por el culto. Corrió durante horas, pero finalmente se dio cuenta de que estaba perdida en el bosque. Fue entonces cuando escuchó la voz de Jack, que la llamaba por su nombre.
Sarah se dio cuenta de que estaba condenada. El culto la había encontrado y no la dejaría ir. En ese momento, la oscuridad la envolvió y todo se volvió negro.
La historia de Sarah se convirtió en una leyenda urbana en Ravenswood, un recordatorio de los horrores que se escondían en la oscuridad. Pero la verdad era aún más aterradora. El culto seguía existiendo y seguía reclutando nuevos miembros.
Y en el corazón del bosque, la voz de Jack seguía llamando a las víctimas, seduciéndolas con promesas de poder y destrucción. La historia de terror de Ravenswood no había terminado, solo estaba esperando a su próxima víctima.