Cardia:
Son las 00:30 hs y mi padrastro me espera fuera de mí trabajo, como todos los dias desde hace 3 años.
Al salir del establecimiento veo sus horrorosos ojos cambiaron de ser marrones a pasar a ser negros, y eso es una clara señal de que está enojado.
>>se preguntarán ¿Por qué deduzco esto?<<
Pues es algo normal para mí, antes de que mi madre muriera, me había contado sobre algo que cambiaría en mí décimo quinto cumpleaños. Ella decía que iba a comenzar a tener cambios físicos, como en mí ser. Esa confesión me había dejado muy sorprendida y asustada a la vez.
Recuerdo algo que siempre me decía :" Los ojos hablan mucho más que los labios".
Al cumplir mis 15 años en vez de tener una gran fiesta, en mi despertó una especie de "poder", podría decirse no se como describirlo, ella me me contó que llegaría a tener no uno, sino varios, solo que llevaría su tiempo.
Prometió estar para mí, pero nunca pudo cumplir su promesa, ya que a causa de los golpes que mi padrastro le provocaba, murió de muerte cerebral, los médicos dijeron que no pudieron hacer absolutamente nada por ella.
Luego de un tiempo entendí a qué se refería con su gran frase: " los ojos hablan mucho más que los labios", comencé a ver el humor de la persona a través de sus ojos. Desde ese momento he tenido un cuaderno donde anoto los tipos de colores con su tipo de sentimiento.
Una vez en casa, veo el desastre que había dejado el infeliz, parecía que un huracán había pasado por aquí, latas y botellas de cerveza tiradas por doquier, ropa sucia, los pisos eran una asco, así que no quise mirar más.
Voy rumbo a la cocina a preparar algo de cenar, y me doy cuenta que no hay absolutamente nada, en el refrigerador solo hay tres packs de cervezas, comida vieja, entre otras cosas y en la alacena solo hay tarros vacíos y cajas. Se me había olvidado de hacer las compras esta semana.
En ese momento escucho:
-¡TENGO HAMBRE CARDIA!-grita mi padrastro desde el living, sentado sobre el sofá .
Con miedo a saber lo que se venía, me paro frente a él y digo:
-N...no hay n...nada, h...he olvidado hacer las compras -
él se para, me toma del cabello y me golpea en el estómago varias veces hasta que por mí boca se escurre un chorro de sangre. Luego de toda esa paliza se marcha y como puedo me dirijo a mi habitación y reposo mi anatomía, me dejó caer sobre la cama, ya no lo soporto esto, desde los 12 años todos mis días son así .
A veces se me pasa la idea del suicidio, para poder acabar con este infierno que llevo viviendo.
Me dirijo hacía el baño para sacarme toda esta suciedad de encima mio.
El agua estaba tan rica, calentita y con olor a flores como a mi tanto me encanta, me sumerjo en ella y me quedo un rato así, hasta que escucho como alguien intentaba abrir la puerta del baño.
-CARDIAAAAAA SAL Y VEN AQUÍ EN ESTE INSTANTE- eran los gritos de mi padrastro, me dispongo a pararme y envolverme en una toalla. Se que está ebrio, se que si abro la puerta en este preciso instante lo lamentaré.
-¿Q...qué ocurre? ¿Ocurre algo malo?- es lo único que se me ocurre decir.
Al no escuchar alguna bendita respuesta abro la puerta y lo veo sentado en mi cama. Al verme se pone de pie y me tomó de un brazo.
<<Por favor Dios ayúdame>>
Sin previo aviso me golpe el rostro y comienzo a asustarme como la mierda , siempre era así y yo no hacía nada por detenerlo, aguantaba todo tipo de golpe y abusos causados por él.
Desde mis 13 o 14 años él comenzó a abusar de mí, pero tomé coraje y lo amenazó con contarle a mis profesores sino dejaba de hacerlo.
Miedo, dolor y repulsión eso me hacía sentir esta especie de hombre.
-BASTAAAAA, YA BASTA POR FAVOR-Pero es inútil, por más que grite, patalee como una niña de cinco años, esto nunca acabara y jamás me dejará ir.
-Eres una estúpida Cardia, siempre lo has sido, eres igual a tu madre, me das asco mocosa. - dijo susurrándome al oído mientras corro mi rostro con miedo de que vuelva a golpearme.
Siento un dolor horrible en mis muñecas y mi estómago, por su agarre y los golpes que me ha dado antes.
Sé que mañana tendré hematomas horribles, pero después de tantos años uno se acostumbra, con el tiempo esos moretones se van, aunque duelen como un grano en el culo. A causa de eso siempre tengo que usar remeras o tops con mangas largas, y pantalón largo para ocultar los moretones que deja en mis piernas.
Quiero terminar con este sufrimiento, no voy a dejar que siga golpeándome o que me trate como mierda, ¡Joder! Estoy harta.
Mientras el se complace con destruir todo mí cuerpo a golpes, como si eso hiciera que desaparezca, yo pienso en que mañana comenzaré el año en un nuevo instituto, ya que en la anterior he tenido mil problemas, no se como no me habéis echado. He estado en mil peleas, con chicas de mi escuela, me gusta meterme en líos. Nadie se metía conmigo a allí, excepción de este imbécil que se hace el hombre dando un par de golpes.
Delante de él soy una maldita sumisa, ya que he intentado varias veces enfrentarle o huir, pero siempre logra encontrarme y castigarme de las peores maneras posibles.