Felipe llega a casa y no encuentra a su mamá y tampoco a Uricel, encambio se encuentra un sobre que han dejado sobre la mesa, el sobre ya parecía haber sido abierto y revisado; el cuidadosamente saca lo que contiene el sobre, que parece ser una orden judicial, dirigida a Uricel Beltran donde se le informa que el caso del crimen del Señor Felipe Quiroz, será reabierto y que debe presentarse al juzgado; Felipe está confundido no tiene idea de lo que esto significa, pero sin duda es bastante extraño.
Trata de comunicarse con su mamá y no le responde al teléfono y Uricel tampoco, no tiene idea de lo que sucede y se comienza a preocupar, prefiere no moverse de la casa y esperar que lleguen, pues no sabría a dónde ir a buscarlos.
Luego de un rato llegan juntos Zara y Uricel, y se ven abrumados, Felipe les reclama porqué no respondieron sus llamadas y les pregunta qué es lo que sucede, pues les nota la angustia, además de eso con el sobre en la mano les pide que le expliquen de qué se trata esta notificación, enviada para Uricel. Ellos no saben que decir... pero sin duda ya no podrán evadir más este tema, Felipe quiere respuestas y ellos tendrán que dárselas.
Uricel le dice a Felipe que quiere hablar con el a solas, pero Zara se opone, -- Soy yo quien tiene que responder sus preguntas y contarle la verdad; --No Zara, yo soy el responsable y debe ser de mi boca de donde salga la verdad, y también seré yo quien asuma las consecuencias, le replica Uricel decidido. Felipe enojado les pide que ya le digan todo de una vez, necesita saber que es lo que tanto le ocultan y el porqué, ya era hora, pues nunca le habían hablado de sobre la muerte de su padre, sólo sabía que murió y nada más, que era un gran hombre y que su partida fue prematura e injusta, pero los acontecimientos de aquel día, los involucrados en su muerte, y los detalles de lo sucedido jamás habían pensado en contárselo, pues naturalmente esto causaría confusión, odios, y muchos sentimientos encontrados en Felipe.
Uricel le pide a Zara que les permita hablar a solas, y le asegura que el tendrá la situación bajo control, trata de calmarla; pero cómo mantener la calma ante una situación cómo está, siembargo Zara decide dejarlos solos, aunque con los nervios de punta, pues no sabe cuál será la reacción de Felipe ante esto, pero ya no hay otra salida, llegó la el momento menos esperado, la hora de la verdad.
Zara se pasea fuera de la casa, no se oye nada, todo parece estar tranquilo...pero en cuestión de segundos esto cambia, se oyen al parecer que tiran cosas y golpes, entonces Zara entra a la casa inmediatamente y ve que Felipe tiene un cuchillo en la mano, --¡Nooo! Le grita Zara, por favor no hagas esto, te lo suplico. --Felipe enseguecido por su rabia, parece no escucharla, -- Escúchame hijo! Escúchame primero, por favor...yo te diré la verdad...; Felipe ya le había propinado unos golpes a Uricel, y pareciere querer acabar con su vida, la angustia de Zara al ver que Felipe estaba dispuesto a matar a Uricel era tan grande que se arrodillo frente a su hijo y le suplicó que la oyera -- Hijo, este hombre es inocente! Yo soy la culpable y tal vez los dos me van a odiar luego de que yo confiese lo que sucedió en realidad, pero prefiero eso a que tu cargues con al muerte de una persona inocente; Felipe baja el cuchillo y le pregunta desconcertado-- ¿De qué hablas madre?, que dices! Acaso que hiciste para decir que eres tú la culpable. --- Sólo quiero que me escuchen, y les diré como pasaron las cosas...Uricel algo golpeado, también se encuentra confundido, y quiere por supuesto escuchar a Zara. Continúa hablando Zara dispuesta a decir toda la verdad en detalle.
Yo conocí a Felipe, y empecé a enamorarme de él poco a poco, y el de mí, todo parecía fluir, pero después llegó Uricel y despertó en mi sentimientos más fuertes que los que sentía por Felipe, y era algo que yo no podía ignorar, aunque sabía que mi lugar estaba al lado de Don Felipe Quiroz, un hombre acendoso, quien me ofrecía amor y estabilidad. Pero aún asi un día decidí visitar a Uricel a su cuarto y le dí rienda suelta a mis instintos, sabía lo que él sentía por mí y yo no podía negar más lo que sentía por él. Esa noche pacte irme con él, pero al día siguiente Felipe me llevó serenata, me declara su amor a carta abierta ante todos y yo quedó confundida; todavía aún más cuando me entero que Uricel no aparece por ningún lado, y que al parecer huyó. Yo espere que Uricel regresara pero no fue así, yo lo amaba, aunque por Felipe también sentía amor, eran amores distintos, lo de Uricel era algo más pasional, más arraigado...en fin el día de la muerte de Felipe, el hombre a quién Uricel le pagó por envenenarlo, en el brindis, me alertó sobre ello, pero yo pensando en que Uricel estaba allí, que regresó y que quizás podríamos estar juntos..., le pedí a aquel hombre que me entregará el veneno y que desapareciera, que yo pondria en alerta de está situación a las autoridades una vez terminara la boda, una vez el se fue, fui yo misma quien puso aquel veneno en la copa de Felipe, yo decidí hacerlo enseguecida por mis sentimientos hacia Uricel...yo lo mate. Uricel y Felipe están asombrados, perplejos, y no saben que decir ante esto; Zara continúa...me salve de ir a la cárcel, y era inminente que debía callar, aunque después Uricel terminará inculpandose sin saber que era inocente...luego me entero que estoy embarazada y aunque yo sabía que ese hijo no era de Felipe, preferí que así fuera pensado, pues yo quería asegurar un futuro para esa criatura...y la herencia de sus abuelos, garantizaría el bienestar de él, ese niño debía llevar el apellido de Felipe...pero en realidad yo sabía que era hijo legítimo de Uricel...-- Que estás diciendo mujer...? Le pregunta alterado Uricel, cómo pudiste mentir tanto...cómo pudiste sabiendo lo que yo te amaba, y antes intentaste alejarme de ti, permitiste que yo llevara un gran sufrimiento...esto es increíble...; -- yo se que no tengo perdón...pero en ese tiempo se rumoraba que tu dinero era sucio, que estabas en negocios turbios, pues apareciste rico de la nada..., luego pasó lo de tu locura...la marca de la serpiente...ese pacto maligno...no iba a permitir que tú supieras que él era tu hijo y que lo involucraras en esas cosas ...-- Esta bien...y luego; continúa Uricel reclamándole...tantos años juntos y prefiriste no contarme la verdad...merecía saber que él era mi hijo...y él merecía saber que tenía a su padre, le causaste el dolor de pensar que su padre estaba muerto...que locura es esta?...-- Si yo lo sé. Pero decir la verdad implicaría que yo fuera a la cárcel y que tu me odiaras por dejar que cargaras con la culpa de la muerte de Felipe y negarte a tu hijo; yo decidí callar porque vi que todo se había acomodado en nuestras vidas,.finalmente terminamos juntos y aunque no supieran que eran padre e hijo, se amaban como tal y éramos una familia...yo tuve terror de ir a la cárcel y tener que separame de mi hijo...callar fue mi única opción hasta hoy...