Capítulo 1 - El niño destinado

“… No tengo fuerzas… ¡Entrégate a Dios!... ¡Rézale a Dios! ¡Adórale! ¡Únete al poder de Dios!”

Una niña luego de un largo día aburrido, se escabulló de su hogar, el cuál era una iglesia, vivía junto a su padre llamado Abram, y también con su hermano Liam, era una familia pequeña pero unida.

Abram: ¡Hey! ¡Ven aquí Yuki! -Salió tras su hija quien se esfumo en mitad del pueblo- ¡La comida!... Oh, se escapó de nuevo… - Se quedo inmóvil pensando porque su hija hacia eso, quizá era normal a su edad que salga a jugar debes en cuando, ¿¡Pero todos los días!? - ¡Liam! ¡Baja un momento!

Liam al contrario de su hermana, era algo dormilón y perezoso, aunque era un buen chico y muy educado. Escucho a su padre gritar su nombre y bajo rápidamente al oír su llamado.

Liam: ¡Bajo enseguida! – Agarro una caña de pescar que se encontraba sobre su mesa y bajo apresuradamente – ¿En que puedo servirte, padre?

Abram: Yuki se marchó de nuevo y no quiere cenar, por favor Liam, busca a Yuki.

Liam: ¿¿Otra vez?? Siempre es lo mismo, esta vez no iré, ¡¡¡mejor iré a pescar con mis amigos!!! – Abram levanto su mano, golpeando a Liam

Abram: ¡Necio! ¿Y si le pasa algo a Yuki? ¡Ve tras ella!

Liam siguió el camino de su hermana quejándose en sus pensamientos - Por que no vas tu? Siempre me envías a mí, siempre estas ocupado con tu iglesia – Abram era el predicador del pequeño pueblo y era muy respetado. Mientras Liam caminaba se iba encontrando con las personas del pueblo he interactuó con ellas.

Señorita Becky: ¡Liam! ¿No estas triste sin tu madre? ¡Han pasado tres años desde que tu madre murió… a pesar de que tenías tan solo 4 años actuaste como un adulto y desde ese entonces no volviste a llorar! ¡Qué gran chico eres!

Anciano de las palomas: Hace unos años, cuando los demonios aparecieron, un gran dragón apareció y nos salvó. El dragón está aquí, durmiendo en la montaña – El aciano hablaba con unas palomas, quizá hablaba con ellas por que se siente solo, o tal vez se le zafó un tornillo.

Hermana Gemela 1: Que pasa Liam? ¿Buscando a Yuki?

Hermana Gemela 2: ¡La vimos dirigiéndose a la montaña, espero no le pase nada malo!

Señor Mc: he visto a niños fingiendo ser huérfanos y entrar en las iglesias, tu padre debería tener cuidado Liam.

Liam luego de interactuar con muchos conocidos fue dirigiéndose a la montaña. A medida que se adentraba a la montaña el lugar se hacía más y más hermoso, llenándose de flores, mariposas y un lugar muy colorido. Quizá por eso le gustaba ir a Yuki a aquel lugar. Luego de caminar un poco mas y llegar casi a la cima de la montaña encontró a su hermana dormida junto a la cabeza del dragón, a cualquiera le hubiera sorprendido o incluso asustado, pero el dragón salvo al pueblo y muchos venían a visitarlo por lo que se convirtió en un lugar algo turístico y era normal acercarse al dragón, además, Yuki se ve feliz al dormir junto al dragón.

Liam: ¡Yuki! ¡Despierta! Nuestro padre nos busc…- Sin previo aviso un animal gigante similar a un pollo apareció desde los matorrales, Liam intento defenderse con su caña de pescar, pero aquel animal era demasiado grande. Estaba por rendirse, pero si se rendia su hermana podría estar en peligro

Abram: ¡Liam, cuidado! - Abram habría llegado y uso magia para espantar a aquel animal, salvando a Liam y Yuki en el proceso. – Liam, estas bien? – No le paso nada, solo se ensucio – Eso estuvo cerca… - Abrazando a su hijo – Liam, protegiste a Yuki. eres valiente… - Dándole pequeñas palmadas en la espalda. Yuki después de tal escandalo se despertó. – ¡Yuki, eres demasiado desobediente! ¿Porque siempre vienes a este lugar? ¡Te puede pasar algo!

Yuki: Lo siento… yo… quería ver a mamá… - Decía eso entre lágrimas

Abram: ¿A tu madre?... – De repente el viejo Abram cambio de carácter

Yuki: ¡Exacto! Durmiendo aquí, junto al dragón, ¡veo a mamá en sueños!

Abram: A tu madre… pero…

Yuki: ¡Lo se!... Mamá esta muerta… - Su voz se quebró al recordar a su madre

Abram: Si… Hace tiempo, cuando la ciudad fue atacada, no pude proteger a tu madre. Si este dragón no hubiera aparecido, todos en el pueblo hubiéramos muerto… - Secándose las lagrimas – Lo siento niños, su tan solo hubiese sido más fuerte… no habría pasado…

Liam: No, te equivocas…

Yuki: ¡Eso, eso! Papá, no es culpa tuya, ¡todo el mundo lo dice! ¡Dice que tú y el dragón lograron salvar el pueblo! – emocionada al saber que su padre es muy fuerte a pesar de ser solo un predicador.

Abram: Quizá tengas razón… espero tu madre opine igual…

Yuki: ¡Eso piensa mamá! ¡Me lo dijo el dragón!

Abram: Gracias Yuki, casi pareces hablar con el dragón…

Yuki: Pero papá, el drag…

Abram: Vamos a casa y hablemos de ella. Liam, puedes ir a jugar si gustas. Tan solo regresa pronto a casa.

Liam: Esta bien padre – Abram y Yuki se alejaron, pero Liam se quedó junto al dragón, lo que dijo Yuki le hizo entrar en duda, ¿y si era cierto?, pero tan solo es una niña de cuatro años, quizá solo es su imaginación, ¿pero que había que perder? Había que intentarlo. Liam se acostó y cerró los ojos hasta quedarse dormido.

“… No tengo fuerzas… ¡Entrégate a Dios!... ¡Rézale a Dios! ¡Adórale! ¡Únete al poder de Dios!”

Liam se despertó desesperado, en el sueño vio un ojo enorme, amarillento y ensangrentado, la imagen de aquel ojo permanecería en su memoria. Luego de levantarse y sacudirse el polvo admiro al dragón unos segundos, pensando lo que acaba de ver en sus sueños. Miró el ocaso y… ¡estaba por oscurecerse! Se había quedado dormido mucho tiempo y apresuradamente bajó de la montaña. Al llegar al pueblo Liam sintió un ambiente extraño, quizá aquel ambiente es la sensación que experimentó en el sueño. A medida que se adentraba en el pueblo, la gente lo veía de manera extraña y no dejaban de verlo, tal vez estaba mal oliente y sucio. Las miradas de las personas y susurros de estas mismas empezaron a causar miedo en Liam, pues no eran normales y empezó a desesperarse, empujando a el anciano mencionado anteriormente haciéndolo tropezar y tirando la comida.