Un pequeño accidente

-P-por fa-fa vor- tartamudeo el hombre- no me mate, tengo una familia-

Mientras decía eso vi que trataba de coger una caja con botones y un palo arriba (teléfono).

-No quiere hacer eso- respondí tranquilamente- para que quería usar esa cosa- pregunté.

-¡Para que más va a ser, para llamar a la policía!- sollozó el hombre.

Yo apreté más el cuchillo contra su garganta, y unas gotas de sangre brotaron.

-¿Como se llama esa cosa?-

-¡Teléfono!-

Yo asentí.

-Bien, ahora o me deja una habitación, o usted no sale de aquí vivo-

-E-esta bein- dijo, se volvió hacia atrás, donde estaban ubicadas varias llaves, estaba esperando a que me diera las llaves, cuando sacó un objeto raro que parecía un cañón muy pequeño, (que yo conociera los cañones eran más grandes, ya que había visto utilizarlos durante la guerra de los 100 años), y apuntó a mi frente.

-Si no se va ahora le dispararé-

Yo sonreí.

-¡¡Se lo advierto!!-

-Shhh, no grite, no quiere que nadie se entere, ¿o si?- dije sonriendo.

El disparó, sentí un fuerte golpe en la frente, y caí al suelo, sentía un fuerte dolor en la cabeza, tanto que quería gritar ( y eso es mucho decir), sentí como la sangre llegaba a mis labios.

Me levanté y me mire en el espejo, un chorro de sangre salía de mi frente, y había un agujero con un pequeño metal dentro, así que lo saqué, y sentía que me invadía la furía.

-¡¡Como te atreves a tratar de matarme con esa inútil cosa!!-grite, -aquí es el final de tu viaje, buen camino al infierno-dije

La vida y la muerte (yo soy la muerte) tienen el poder de dar o quitar la vida con sus propias manos, es como una especie de poder.

A mis manos las rodeó un aura negra, y la planta que estaba a mi lado se marchitó, solo bastaba un pequeño roce con aquel hombre, y el moriría. Muchas veces no podía controlar este poder, y si no lo controlaba, cualquiera que me rozara moriría, y solo Omur (la vida), podía contrarrestar el poder, así que puse mi mano sobre su frente, y el comenzó a gritar de dolor.

-No grites, seguramente morirás del dolor antes de que se paralicen todos tus órganos-dije sonriente.

-Nadie te va ayudar-

Dije eso y tomé una llave, subí las escaleras rápidamente, y me encerré en una habitación, fui al baño, y me lavé la cara, el hoyo en mi frente se iba cerrando poco a poco, mire mis ojos, y se suponía que el color de mis  ojos era un verde esmeralda, pero ahora estaban rojos.

Lo bueno era que si solo estaban rojos no había problema, porque no estaba descontrolada, el problema era si mi ira y venganza seguía avanzando, y en mi rostro se mostrarían los sintomas, y entonces yo parecería sacada de una película de terror. ( es solo para que me entiendan, ya que se supone que en el año en que ella vivió, no habían películas)

Dejé el baño lleno de sangre, y traté de lavar mi ropa, y me fui a dormir, mañana tenía que ir a lo que me había ofrecido.