Todos me miraban, yo no sabía que decir, así que inmediatamente, hice otro tipo de movimiento, y la guadaña se guardó.
Yo miré a Omur (Sergio), y no podía describir la expresión en su rostro, era una mezcla de asombro, desconcierto y miedo.
-¿Qué demonios haces aquí?- pregunto Sergio, pero esa no parecía su voz, era fría y agresiva.
Yo solo bajé la mirada.
-¡Eso es genial!- gritó Luisa, -¿donde conseguiste una de esas?- preguntó,- pensé que eran falsas, pero veo que no- dijo emocionada.
-¿Genial?- pregunté des concentrada
-¡Si, cuando era niña me encantaba disfrazarme de la parca, y hace un tiempo vendían guadañas de una serie anime, pero eran falsas, y tu tienes una de verdad!- dijo alegremente
-S-si, que genial- dije sorprendida.
Miré a Sergio, pero el no me miró, y se fue, parecía bastante molesto.
-Creo que hay que desinfectar la herida- dijo Emilia, y cogió del brazo a Luisa, y se fueron en dirección a la enfermería.
-Nosotros nos iremos a dormir- dijeron Germán y Miguel
-Yo te espero en la cabaña- dijo Gabriela, ya que todos teníamos dos cabañas,para dormir nosotros, una de chicas, y la otra de chicos.
Yo fui hacia donde estaba Miguel.
-Hola- dije
-¿Que estas haciendo?- preguntó siendo frío y agresivo, estaba de espaladas, así que no podía ver su cara.
-Estoy hablando contigo-
-Me refiero de que haces en este lugar-
-Primero que nada, yo no sabía que estabas aquí, y necesitaba dinero- dije encogiéndome de hombros, aunque sabía que el no podía verme.
-El campamento es para voluntarios-
-Lo se, no le presté atención a ese pequeño detalle-
-¡Nunca le prestas atención a nada!- gritó y se volteó, su mirada era intimidan te, y me hubiera intimidado, de no ser porque sabía que no era capaz de hacer nada.
-Creo que ya no hablamos del campamento- dije, y no pude evitar sonreír.
El se calló.
-Lastimaste a muchas personas- dijo seriamente, pero con la mirada perdida.
-¡Oh, por favor!, pasaron 6 siglos, además tu ya deberías de haberlo superado, porque has vivido más cosas, en cambio yo lo último que recuerdo es que me metieron en el infierno- dije molesta
El se acercó a mi, estaba muy cerca, pero no me hice para atrás, si no que levanté la cabeza, y lo miré fijamente, y el hizo lo mismo.
-Si les haces algo a alguno de los niños, o de mis amigos, te las verás conmigo- dijo amenazando me.
-¿Me llevarás frente al consejo?- dije con voz de burla- sabes muy bien, que mi trabajo es matar, y a ellos no les importa que mueran las personas, mientras no mate a ningún original todo estará bien-
El no habló, y yo cambié mi tono de voz por uno serio y amenazador.
-Así, que si vuelves a amenazarme, ten por seguro, que encontrarás algunos cadáveres enfrente de tu cabaña, y pueden ser de cualquiera, y no sera solo uno- dije fríamente.
Siguió sin hablar.
-Y quizás pueda quitarte el otro ojo- dije sin cambiar mi tono de voz- siempre pensé que llevarías un parche- dije eso y me fui, en cambio el se quedó allí, en medio de la oscuridad...