La Necesidad Del EngaÑo

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No podía sacarme las palabras del doctor Hall de la cabeza... negociar ¿qué podía yo negociar? De pronto mi mente se iluminó. El simple hecho de casarme con el señor Lluch ya resultaba beneficioso para mí y para mi familia. Cami y yo habíamos pensado por mucho tiempo en la forma de lograr solucionar los problemas que teníamos. Ella se había ido e intentaba por todos los medios encontrar un esposo que cubriera con nuestras necesidades, y resulta que después de tantos embrollos y elucubraciones, sin buscarlo, la solución a todos nuestros problemas se había presentado ante mí bajo la apariencia de un joven aunque huraño vizconde. Quizás iba a arruinar mi vida con aquello, pero salvaría la de mis padres y mis hermanas. No permitiría que Cami destrozara su felicidad cuando yo podía evitarlo. ¡Aquel hombre era mi salvación y la de mi familia!

Aquella misma tarde al salir de la consulta me topé con el ahora mi futuro esposo el señor Lluch, vizconde de Legrintown.

-Usted es la ayudante de Hall ¿cierto?- Me dijo como saludo al acercarme a él. Yo asentí ¿Qué clase de estúpida pregunta era aquella?- ¿Qué le parece si se casa conmigo y yo prometo que siempre habrá aquí un doctor que atienda a todos...?- Sus palabras atrajeron mi atención.- Además podrá disponer de parte de mi fortuna ¿Qué le parece?

En aquel preciso instante comprendí que aquel hombre estaba más desesperado por casarse conmigo que yo necesitada de casarme con él... quizás el doctor Hall tenía razón y yo debía aprovechar aquella oportunidad. Tenía mucho que exigir... ¿y por qué no arriesgarme a intentarlo?

-Pagarás la educación de mi hermana Zuzanny y las expediciones que quiera hacer mi hermana Camille.- Él pareció meditar mis palabras. Aunque estas habían sido pronunciadas como una exigencia y no como una petición.

-Está bien a lo de la escuela, pero no derrocharé mi dinero en investigaciones sin sentido. Si considero que valen la pena las financiaré, sino no lo haré- Dijo sin más. Yo me daba por satisfecha con aquella respuesta, pero la valentía me invadió y añadí más.

-Además si mis padres llegan a necesitar dinero les darás todo lo que necesiten.- Él me miró levantando una ceja, no parecía muy convencido.- Es uuna exigencia.- Dije de forma poco convincente, la verdad eso de ser autoritaria no era mi fuerte, pero pareció funcionar, puesto que el vizconde asintió conforme.

-Siempre que no nos arruinemos nosotros con ello, estoy conforme.

-Bien. -Respondí intentando controlar mi nerviosismo.

-En poco más de una semana celebraremos la boda. Recuerde enviarle una invitación al señor Fuller. -Dijo alejándose de mí.

-¿No piensa hablar con mi padre?- Pregunté entre sorprendida e indignada.

-Ya lo hice antes de venir aquí- respondió con suficiencia.

-¿Qué le ha dicho? No me dejarán casarme con usted así como así... saben que amo la medicina y ellos me apoyan...

-Les dije que te lo había pedido y tu habías dicho que sí. No iba a decirles que era una cuestión de honor porque eso no habría servido de nada -Parecía que mi tío le había ayudado a hacer muy bien los deberes antes de hablar con mi padre y eso me sorprendió.

-No voy a mentirles...- No soportaba las mentiras y esta ocasión no iba a ser diferente, no pensaba mentir a mis padres con aquello.

-No he dicho ninguna mentira... Acepta ser mi esposa ¿No? – Yo tragué saliva con mucha dificultad y logré articular un sí casi inaudible. -Pues cíñase a decir eso y no mentirá

......

La misma tarde en la que decidí aceptar al señor Lluch como mi futuro esposo me llegó una carta de Camille.

 

 

Querida hermana,

Supongo que debes odiarme por haberme olvidado de escribirte, pero eso no quiere decir que me haya olvidado de ti.

¿Cómo fue tu presentación? ¿Los eventos están siendo de tu agrado? Recuerda que los vestidos que deje en casa están todos a tu disposición.

Yo llevo unos días realizando un trabajo para el tío, realmente las plantas son una creación maravillosa.

Con respecto al "agradable" doctor, he de confesarte que no tenía un ápice de agradable ¿Puedes creerte que me despreció por ser inteligente? Siento decirte que esto me vuelve a situar en el punto de partida. El tiempo corre y parece que mis pretendientes lo hacen junto a él.

Te quiere

Camille

 

Sus palabras me ayudaron a reforzar mi decisión. Estaba haciendo lo correcto. No obstante, sabía que ella no lo comprendería, y por ello suplique a mis padres y a mi tío para adelantar la boda y no decirle nada de aquello a Camille. Ellos parecieron no comprender mis razones, tanto era así que hasta mi madre pareció oponerse por momentos al enlace, pero finalmente logre convencerlos. Cami había asumido que ella debía salvarnos y no cedería. Jamás permitiría que fuera yo la que se sacrificaba.

 



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En el texto hay: juvenil, romance, epocavictoriana

Editado: 09.08.2021

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