La Nerd & El Ladron

Capitulo 5

Entro por completo a mi casa dejando que el calor de esta me envuelva junto a un olor a vainilla, la esencia favorita de mamá, según ella ese aroma hace que se relaje y que cada persona tiene una esencia la cual los relaja. Miro a mi alrededor y todavía no hay nadie en casa, subo a mi habitación para luego cambiarme la ropa de calle por mi cómodo pijama, de mis labios sale un gemido ahogado cuando la remera rosa el moretón que tengo en el adomen, me coloco mis cálidas pantuflas y bajo las escaleras para ordenar un poco el living. Mientras termino de acomodar los cojines la puerta principal se abre dejando el paso libre para que mi hermanito entre corriendo y se tira en el sofá desacomodandolo.
- Walter sabes que tu madre no le gusta que entres con los zapatos sucios y que te acuestes con ellos.- Dice mi padre entrando con su traje del trabajo, la mochila de Walter colgada a uno de sus hombros y sus dos manos con bolsas del supermercado, me acerco a el con una sonrisa y le doy un beso en la mejilla para luego tomar las bolsas con mis manos.- Hola princesa.- El sonríe y se dirige al living, yo me voy en dirección a la cocina para poder acomodar lo que a comprado.
Por la noche mamá y la abuela regresan a casa, ellas nos cuentan lo que les ha dicho el doctor y de ahora en adelante la abuela tiene que hacer dieta. Actualmente me encuentro en mi habitación leyendo un libro, el cual estoy apunto de terminar, pero un mensaje llega a mi celular logrando desconsentrarme de mi lectura. Tomo mi celular que se encontraba sobre la mesa de luz para luego abrir el mensaje. 
    
       De: Jessa👯
       Para: Remy🤓
  " Hey Remy, tú entiendes algo de lo que hay que estudiar para el lunes de Lengua y de Física?, Aunque lea los apuntes una y otra ves no logro entender. Creo que tu ya habías empezado a estudiar desde el viernes. Como sea si tengo alguna duda te lo puedo consultar?."

Al terminar de leer el mensaje mis ojos están como platos y mi boca está abierta en una perfecta "O". Salto de la cama para dirigirme al escritorio, en la silla de este está mi mochila. Empiezo a sacar los libros y los cuadernos con los apuntes, una ves con todo el la mesa saco un cuadernillo de uno de los cajones. Dejo la mochila en el suelo y me siento​ en la silla giratoria para disponerme a resumir y leer los temas que designaron los profesores para estudiar. Miro el reloj de mi celular y en el marca las 22:48. Decido seguir resumiendo y mañana pasarme todo el día estudiando, una vez termino resumir los temas de ambas materias vuelvo a ver la hora y son las 2:37. Apago la lámpara de escritorio y me dirijo a mi cama para luego taparme hasta la cabeza con las cálidos acolchados, coloco la alarma a las 7:30 para poder estudiar desde muy temprano. En el momento que acomodo mi cabeza en la almohada caigo en los suaves brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente me despierto por el ruido molesto que sale del parlante de mi celular, desactivo la alarma y me coloco mis pantuflas para luego bajar a la cocina sin generar algún ruido, la casa se encuentra en un total silenció, el sol apenas a empezado a salir por lo cual la casa sigue a oscuras. Una vez en la cocina prendo la luz y me dirijo a prepararme un café en sacó, retiro el envoltorio de papel que lo cubre y lo depósito en la taza para luego agregarle agua caliente y azucar, saco de la alacena un paquete de galletas de avena con chispas de chocolate. Subo las escaleras con todo en mano sin antes apagar la luz de la cocina ya que a mama le molesta que las luces de la casa estén siempre prendidas cuando nadie se encuentra en ese sector. Dejo las cosas en mi escritorio para luego centrarme, acomodo mis lentes y con una liga me ato un moño descuidado para que mi cabello no estorbe. El domingo me la pasó todo el día estudiando hasta las 3:19.
Mi papa me deja en la puerta de la escuela como siempre. Estoy muy cansada, mi cabello es un desastre peor que los otros días y debajo de mis ojos tengo una ojeras bastante oscuras. Camino por el pasillo de la escuela sin importarme aquel que se me atraviese en el camino, llego hasta mi casillero y lo abro para guardar algunas cosas.
-Remi!!!.- Grita una eufórica Jessa. Me giro en dirección de donde a salido el grito de mi mejor amiga, detrás de ella viene mi otra mejor amiga,Diane.
- Cállate, desde temprano ya fastidias.- Dice Diane masajeando su sien. Ella y Jessa se colocan de mi lado derecho.- Se nota que te mataste estudiando.- La peli negra me señala con un dedo mi rostro. En este momento quisiera tener puesta mi sudadera naranja pero según las reglas no se puede ingresar a la escuela si no tiene colocado el uniforme como corresponde. Largo un suspiro seguido de un bostezo. Nesecita café y de inmediato.
- Me había olvidado que había prueba y solo estudie el domingo.- Digo cerrando mi casillero y acomodando mi mochila en mis hombros. Jessa está por decir algo pero la campana la interrumpe. Mis nervios están a flor de piel, nunca he estudiado un solo día, a lo sumo he estudiado una semana antes del examen. Una vez hubo uno muy cargado de diferentes temas que eran muy difíciles, la materia era Historia, me pase estudiando un mes antes de la evaluación, por suerte la pase con sobresaliente.
Entro al salón y devizo al profesor organizando unos papeles. Puede que sea muy conocido en la escuela por dormilón pero este dormilón da las pruebas más difíciles, te hace pensar mucho tu respuesta y puede llegar a tirarte de los pelos ya que la mayoría de las preguntas son trampa, por lo menos tienes que leerlas como diez veces para decifrarla. 
Me siento en mi lugar de siempre y coloco una mano en mi mejilla para luego apoyar el codo en el banco y recargar mi peso en mi brazo izquierdo, noto la calidez que desprenden mis mejillas, mi cabeza da vueltas y tengo mucho frío, cada minuto que pasa siento que mi cuerpo pesa más. El profesor pasa por mi banco y deja la hoja con las preguntas en mi banco. Largo un suspiro quitándole importancia a lo que siento, lo importante ahora es pasar los dos exámenes. Una vez con todas las preguntas contestadas correctamente me levanto de mi silla con mi mochila, le entrego la prueba a el profesor, él me dedica una sonrisa y me da el permiso para retirarme del salón. 
El pasillo desierto de la escuela da escalofríos, me siento en el suelo cerca de mi salón para esperar a mis amigas. Llevo mis piernas a mi pecho para abrazarlas luego apoyo mi mentón en mis rodillas y observo los cerámicos blancos que cubren el piso de la escuela. Escucho unos pasos acercándose, pero no le doy importancia.
- Escuche que todo el equipo de fútbol americano están en el hospital.- Dice una voz masculina.
- Dicen que fue un chico de aproximadamente unos veinte años y que sus ojos eran azules pero muy terroríficos.- Dice ahora una voz femenina. Mi corazón se acelera al escuchar que el atacante tiene ojos azules.
- También que llevaba una bandana negra, me ha dicho el primo de un amigo que es policía que fue por Vengar a alguien.- La voz masculina junto a los pasos se alegan de donde yo me encuentro, ya no escucho nada de lo que hablan pero de lo que puedo aver sucedió. Mi cuerpo tiembla y el dolor de cabeza aparece.
En la hora del almuerzo no se me ha antojado comer, no he desayunado ni he comido algún aperitivo entre clase y clase. Literalmente mi cuerpo no tiene ningún nutriente. 
Me encuentro en mi última clase, Álgebra. Estoy a mitad de terminar mi evaluación. Mis amigas me han dicho que no las espera y que valla a casa a descansar apenas termine de resolverla. Antes de entrar a clases mamá me envió un mensaje diciéndome que tiene que cuidar a la abuela y que papá está fuera de la ciudad por un caso. En otras palabras me toca ir caminando a casa, mi estado no es muy bueno y mi casa queda muy lejos de la escuela.
Entrego mi evaluación apenas la termino, como en lengua soy la primera en entregarla. Salgo del edificio de la escuela y veo que el cielo está gris. Camino muy lento ya que mi cuerpo no quiere hacer ningún movimiento, me abrazo a mi misma ya que el frío lo siento doble. De seguro pesque un resfriado, el cual no me impedirá ir a clases mañana. Siento que con cada paso mi cuerpo se rinde, no escucho el sonido que provoca la ciudad, me paro en seco cuando mi vista empieza a nublarse y mi equilibro falla, mis párpados pesan, mis piernas se debilitan, mi pequeño cuerpo está por caer en seco contra el pavimento, pero algo o alguien detiene mi caída. Lo último que escucho es su voz diciendo mi nombre luego todo es calma.
Siento que estoy en un lugar cálido, cómodo y suave. Por mis fosas nasales se cuela un olor exquisito. Menta y chocolate. Creo que mamá tenía razón todos tenemos una esencia que nos relaja, pero a mi además de relajarme me hace sentir segura, protegida de todo mal, de todo el mundo. Mis ojos se cansan de la oscuridad y poco a poco abro mis ojos, me sorprendo al ver que la habitación solo está iluminada por una débil luz de una lámpara de pie que se encuentra en una esquina del lugar. Miro a mi alrededor y no logro entender dónde estoy, empiezo a alarmarse al no reconocer ningún muebles o la forma de la habitación. Todo en ella es negro y azul obscuro. Intento incorporarme pero mi cabeza duele y me mareo, llevo una mano a mi frente y noto que hay en ella un pedazo de tela húmedo, decido dejarlo donde está cuando escucho unos pasos aproximarse, estos parecen estar subiendo escaleras de metal, los pasos ya no están haciendo ruido con el metal sino que ahora es con cemento, este se escucha en la habitación que me encuentro. 
Cierro mis ojos con fuerza por el miedo, escucho como los pasos se quedan quietos de una costado de la cama, luego siento una fría y grande mano acarisiar mi mejilla.
- Soy yo Remy, no tengas miedo.- Al escuchar su voz mi cuerpo se relaja, abro los ojos de apoco, giro mi cabeza en dirección a la voz. Puedo ver una figura masculina agachada hasta estar a mi altura pero esta está inundada por la oscuridad.
- Donde estoy?.- Pregunto casi en un susurro.
- En mi casa.- Dice el para luego incorporarse. Las palabras de aquellas dos personas hablando en el pasillo llegan a mi mente. El miedo se apodera de mi. Tengo miedo a que el solo me este usando para llegar a mi padre, ese miedo había desaparecido hace unos días pero ahora a decidido hacer acto de presencia.- Que sucede?, Te sientes mal?.- Pregunta con un tono de preocupación, el retira el pañuelo de mi frente y coloca la palma de su mano sobre ella. De un rápido movimiento me aparto de el con temor. Mi cuerpo tiembla y las lágrimas amenazan con mostrarse.
- Te tengo miedo. No quiero que me lastimes.- Digo entre sollozos, las lágrimas ruedan por mi mejilla hasta caer en las mantas. Escucho como su respiración se acelera y como sus dientes chocan entre ellos. Sé que está enojado por su reacción a mis palabras. El larga un suspiro pesado.
- No te lastimarte, quien te a puesto esa idea en la cabeza?.- Pregunta el con un tono de hiritasion.
-Mandaste a un equipo entero al hospital, y ahora me tienes en tu casa. No sé si me lastimaras por el simple hecho de querer dañar a mi padre.- Digo mirando las formas que tiene las mantas. Son puras rayas verticales.
- Remy, yo no planeo lastimarte, tu no has hecho nada malo contra mi para que yo te lastime. Si, es verdad mandé a todo el puto equipo de tu escuela por el simple hecho de que ellos te lastimaban o les gustaba ver como las zorras te golpeaban. Y si te he traído a mi casa es porque estuviste apunto de desmayarte en la acera, no te iba a dejar tirada con el estado que tenías y no podía llevarte a tu casa ya que no me pueden descubrir.- Dice el con la respiración acelerada, se mueve de un lado a otro como un león enjaulado, tira de su cabello oscuro mientras habla en voz baja.
- ENTONCES PORQUE TE ME ACERCAS?, SI NO QUIERES QUE TE DESCUBRAN ALEJATE DE MI!!!.- Digo a los grito, aprisionando las mantas debajo de mi mano, mi cuerpo tiembla pero no por el miedo sino porque mi llanto es muy fuerte. No quiero que se aleje de mi pero tampoco quiero que lo descubran y valla a prisión.
-NO ME ALEJARE DE TI NI MUERTO, NO PUEDO EXPLICAR PORQUE ME ACERCO A TI SABIENDO​ COMO ESTA COMPUESTA TU FAMILIA!!!.- Sus gritos son más fuertes que los míos, son feroses y intensos.- Solo confía en mí.- Ahora su voz sale en susurro. Levanto mi cabeza y negó con la cabeza moviéndola de un lado a otro.
- Como quieres que confíe en ti? si ni siquiera se como es tu rostro. Tú no confías en mí.- Digo observando el cuerpo bañado en oscuridad.
- No puedo.- Dice, el Ésta cerca del costado izquierdo de la cama. Me paro en la cama y camino hasta donde se encuentra. Estamos cara a cara y parada sobre la cama quedo a su misma altura, sus ojos observan con asombro los míos, me armo de valor y llevo mis manos a cada lado de sus mejillas, pero en ves de sentir la suave piel siento la rasposa tela negra de su bandana, deslizó mis manos para poder llegar al nudo de este. El entiende lo que quiero hacer y toma mis muñecas con fuerza, la suficiente para dejar marca. Él se aparta de mi con el ceño fruncido pero sigue teniendo mis muñecas aprisionadas con sus grandes manos.
- TE HE DICHO QUE NO PUEDO, JODER ERES MALDITAMENTE PESADA!!!.- Dice a los gritos mis ojos se nublan por las lágrimas. Intento liberar mis muñecas de su agarre pero no lo logro, me largo a llorar de nuevo.
- Me haces daño.- Digo entre sollozos. Sus facciones faciales se relajan y me suelta de golpe provocando que caiga sentada en la cama. Sobo mis muñecas las cuales arden, me hago pequeña cuando el intenta poner una mano sobre ellas.
- Remy, yo...- Su voz es débil, como si estuviera triste.
- Llévame a mi casa, por favor.- Lo interrumpo en un hilo de voz. Me levanto de la cama y busco mi saco del uniforme junto a mis zapatillas y mi mochila.
Al bajar las escaleras me sorprendo al ver un departamento moderno, la habitación se encuentra en la segunda planta está se puede ver desde abajo ya que no tiene  pared sino que unas barandas de metal negro. El comedor y el living están juntos, la cocina está separada por un desayunador de mármol negro. El baja las escaleras y tomo el casco que se encuentra en el sofá, me lo tiende y lo acepto con temor. Salimos del departamento y una vez en el garaje subterráneo nos subimos a su moto, al salir del garaje observo el edificio, este parece antiguo pero a la ves tiene un toque moderno.
El estaciona una cuadra antes de mi casa, me bajo y me saco el casco, él me intenta hablar pero yo salgo corriendo hasta mi casa. Me paro en el porche y veo como el pasa a toda velocidad por la calle. He perdido toda confianza en ti, "Black Smoke".



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Editado: 06.10.2018

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