Luego de que El se fuera mi madre llego en su camioneta junto a mi hermanito y mi abuela. La ayudo a bajar algunas bolsas de algunas tiendas de ropa las cuales me llamaron la atención, no por saber el contenido de estás sino porque las bolsas tenían los logos de marcas de ropa muy caras y elegantes.
- Mamá, porque compraste ropa cara?.- Pregunté mientras entraba al comedor en el cual se encontraba mi madre dejando su abrigo en una silla.
- Me había olvidado de comentarte lo del jueves.- Digo ella entrando a la cocina mientras se arremanga las mangas de su remera.
- Que sucederá el Jueves?.- Pregunto siguiéndola detrás. Qué sucederá el jueves, además que yo sepa ese día tengo clases y tareas futuras que resolver.
- Iremos a un almuerzo en la casa de un amigo de tu padre.- Dice mi madre mientras saca queso y jamón de la heladera. No me gusta nada la idea.
- Pero el jueves tengo clases.- Digo indignada ya que se nota que a mi madre le importa más el estúpido almuerzo con amigos del mismo oficio y nivel que mi padre que mis estudio y ser responsable en asistir todos los días sin ningún día de falta injustificada.
- Remy, yo no voy a tu escuela pero se que el jueves y el viernes no habrá clases por un problema en el gremio de educación.- Dice mi madre. Yo me quedo con la boca abierta ya que no sabía nada de eso.
Corro hacia mi habitación con aún mi mochila en mis hombros, entro en mi habitación y cierro la puerta con llave, pero al dar el tirón para girar de nuevo la llave mi muñeca duele. El dolor hace que llegue los recuerdos de esta tarde, él me tomo con mucha fuerza de las muñecas, pensé que llegaría a romperme los huesos.
Con mi mano izquierda temblorosa corro la manga de la camisa blanca y mis ojos se inundan en lágrimas al ver tan gran hematoma en mi muñeca, con miedo reviso mi otra muñeca y está igual. Cuanta fuerza ejerció para causarme ese tipo de hematoma?. Al observar mejor los hematomas me doy cuenta que por poco no se marca su mano entera pero si está marcada gran parte de ella en mi muñeca. Mis piernas pierden fuerza y me desplomo en el suelo, las lágrimas caen si que yo me de cuenta de nada.
Mi habitación solo está iluminada por el atardecer y yo solo me encuentro tirada en mi cama boca arriba observando el techo como si fuera una galaxia a la cual quiero explorar pero esta es muy infinita para terminar pronto la exploración. De mi celular sale canciones lentas pero me detengo a escuchar con determinación una canción de la cual no sabía que estaba en mi lista de música. Al instante identifico que la banda es "Coldplay". Me siento en mi cama y observo mi celular con extrañades, como si fuera el la persona que está cantando una hermosa letra, cual letra es acompañada por una maravillosa instrumental que juntas conforman una canción, y esa canción sale del parlante de mi celular.
Vuelvo a observar mis muñecas y la desepcion llega a mi. El término haciéndome daño como los demás. Miro a través de la ventana y observo que la calle está iluminada por los faroles de esta permitiéndome ver la calle en esta oscura y fría noche de invierno.
Mi celular vibra sobre mi mesa de luz. Lo tomo entre mis manos y abro el mensaje.
Grupo:" mejores amigas💃✌"
Jessa👯: chicas que les parece si mañana luego de clases vamos a el centro comercial?🛍😁.
Diane😼: Por mi está bien.😸
Remy🤓: No lo sé.😛
Jessa👯: Vamos Remy, por favor😣🙇😭.
Diane😼: Podemos ir a la librería y a la cafetería ☕📕.
Remy 🤓: Está bien, iré.
Jessa👯: Si, iremos después de clases.
Remy🤓: Está bien.🙂
Bloqueo mi celular para dejarlo a un lado de la cama. Escucho como mi madre me llama para cenar y con cansancio me levanto de mi cama para dirigirme al comedor con el fin de conseguir nutrientes para mi cuerpo.
Bajo las escaleras desganada mientras tiro de mis mangas para cubrir las marcar. Más tarde les pondré la pomada para que el dolor no sea intenso y desaparezca lo más rápido posible. Todavía no me creo la reacción que tubo el hacia mi. Qué esperabas es un criminal, dice mi conciencia, para ser más específica la parte del razonamiento.
Llego hasta la mesa mientras miro el suelo, corro la silla y me siento. Levanto la vista y veo a mi padre apagando su celular, miro hacia mi lado derecho para encontrarme a mi hermanito devorando un pedazo de carne, al frente de el se encuentra mi abuela consentrada en las noticia de la noche. Veo que mi madre trae una fuente desde la cocina, ella me ve y me sonrie, yo solo se la devuelvo con falsa felicidad. Mis padres son muy buenos pero no me conocen bien, solo yo me conozco a mi misma nadie más y nadie descubrirá los que en verdad siento, Nunca se lo revelare a alguien.
Mamá deja La fuente en la mesa para descubrir su contenido, verduras hervidas. Tomo dos papas y una zanahoria para acompañar el filete que tengo en mi plato.
Es algo gracioso pero siempre he comido zanahoria y se supone que está mejora la vista, lo irónico es que mis vista empeoró al paso de los años, en teoría solo es un mito.
- ¿Jugaron bruto otra vez en gimnasia Remy?.- Pregunta mi padre dejando su plato en el olvido para consentrarse en mis muñecas. De un rápido movimiento oculto mis manos debajo de la mesa para acomodar las mangas de nuevo.
- Si, Voley.- Digo mirándolo con una leve sonrisa nerviosa. No entiendo porque el no nota mi nerviosismo siendo que el es un comisario. ¿no se tendría que dar cuenta?. Esa pregunta ronda por mi cabeza desde hace mucho tiempo.
- Dile a tu profesora de gimnasia que te enseña a recibir la pelota, siempre me pasaba por no aver escuchado a la profesora.- Dice mi madre mientras corta su filete. Yo asiento con la cabeza y largo un suspiro silencio. Por suerte nadie se da cuenta de mi estado.
Un ruido insoportable interrumpe nuestras cena. Papá se levanta para ir a atender el teléfono de la casa el cual se encuentra en la habitación de al lado, el living. Miro de reojo por el umbral donde a desaparecido papá para luego volver la atención a mi plato. Estoy terminando mi zanahoria cuando papá entra a la habitación con rapidez.
- Mi vida, me tengo que ir, Black Smoke ha atacado otra vez.- Dice mi padre a mi madre para luego darle un beso rápido en los labios. Sacude mi cabello y el de mi hermanito para luego tomar la campera que tiene su placa de policía en la cual dice su posición e nombre. Escucho un portazo de la entrada de casa para luego escuchar como su auto sale a toda marcha de la entrada del garaje.
Cómo lo más rápido que puedo y me levanto de la mesa sin darle las buenas noches a todos. Subo las escaleras de dos en dos para luego entrar a mi habitación y cerrar la puerta con llave.
Mis espalda se encuentra contra la puerta, mi respiración es agitada y mi vista está enfocada en la ventana la cual deja algo del exterior ya que está está el 50% cubierta por las cortinas blancas y naranjas.
Dios el simple hecho de escuchar que él ha ido a robar de nuevo me pone triste, pero también me altera pensar que un día lo atraparan y uno nunca sabe lo que la justicia piensa hacer sobre el caso.
Mis ojos viajan por mi habitación hasta mi cama en ella encuentro un caja negra mate la cual tiene un listón naranja brillante. Con lentitud me encamino hacia ella, me siento al lado de ella y empiezo a acariciar la cuadrada caja con las yemas de mis dedos blancos, tiro de una de las puntas del listón para luego retirar la tapa con delicadeza, con miedo a ver su contenido. Mi respiración se acorta y mis ojos son más grandes que dos platos. En el interior de la caja se encuentra la trilogía que tanto deseaba, la que vi en aquella vidriera mientras está montada en la motocicleta de El sosteniendo sus cintura para no caerme, el relleno de la caja son puros pétalos azules y una tarjeta plateada con letras negras en cursiva las cuales dejan ver delicada la palabra "Lo Siento".
Cierro la caja nuevamente con rapidez. La rabia llega a mi. ¿Qué se cree que soy?, ¿Una estúpida que con un objeto y una tarjeta lo perdonará así como así?. Estás cosas no son algo que se debe tomar a la ligera. El simple hecho de que el aya creído que con esto lo perdonaré me enloquece. Enojada tomo la caja y la tiro debajo de la cama. Me tiro sobre mi cama y me hago bolita con las sábanas, tomo uno de mis peluches y lo abrazó dejando escapar un sollozo de mis labios, escondo mi rostro en el pelaje suave del animal de peluche. Sin darme cuanta caigo en los suaves brazos de Morfeo.
Abro mis ojos para encontrarme una oscuridad infinita. Me levanto de golpe al ver que este lugar no es mi habitación, miro a mi alrededor y lo único que veo es oscuridad, un cuerpo en el suelo del otro lado de la habitación me llama la atención. Me levanto del suelo y me doy cuenta de mi vestimenta, Un vestido naranja suelto hasta las rodillos, mis pies se encuentran descubiertos y mi cabello recogido en un desarreglada coló de caballo. Camino con pasos tímidos hasta donde se encuentra el cuerpo pero a mitad de camino chocó con un cristal provocando que retumbe el sonido del choque por la habitación. El cuerpo se comienza a levantar y me doy cuenta que se trata de un hombre el cual está vestido completamente de azul, gira su rostro para poder verlo, peor solo me encuentro son esa bandana tan conocida y esos ojos tan Hipnotozantes. El camina hacia mi con pasos decididos y apurados pero chocha con el cristal como lo hice yo. Su respiración es agitada y noto preocupación en sus ojos, el coloca una mano en el cristal provocando que este se congele privandonos de ver al otro. Coloco mi mano sobre este como acto reflejo, me sorprendo al ver como el hielo se derrite sin destruir el cristal, el cual sigue sin ningún rasguño. Mi mano se encuentra sobre la suya pero separadas a la ves por el cristal. Coloco mi frente contra el cristal mirando hacia el suelo oscuro, cuando levanto la vista me encuentro a el juntando nuestras frentes, estás igual que nuestras manos son separadas por el cristal. Cierro mis ojos para largar un suspiro entrecortado y pesado.
Abro mis ojos de golpe, mi respiración está entrecortada y me encuentro repleta de sudor. Apago la alarma de mi celular para dirigirme al baño. Mientras me tomo mi ducha cálida pienso en el sueño. El y yo, el frío y yo calidez, el azul y yo naranja, ambos en un lugar oscuro y separados por un cristal. ¿Qué fue todo eso?, Repito una y otra vez en mi cabeza. Termino de colocarme mi saco y tomo mi celular el cual se encuentra en mi mesa de luz, tomo mi mochila antes de salir de mi habitación. Bajo las escaleras mientras miro como mis pies de mueven. Levanto la vista cuando ya he llegado al final de los escalones para encontrarme el living iluminado, veo la puerta principal la cual a un lado de ella tiene una alta ventana que hace juego con la puerta, de esta se cuelan los rayos del sol como también lo hace en las demás ventanas de la casa. Dejo mi mochila cerca de la puerta y voy hacia el comedor. Me detengo en el umbral al no ver a mi padre en su lugar habitual.
- Tubo que quedarse en la comisaria, cariño.- Dice mamá mientras se sirve más jugo de manzanas.- Hoy te llevará yo.- Deja la jarra sobre la mesa.
Corro una de las sillas y me siento para disponerme a desayunar lo que mi cuerpo decida consumir.
- Hoy iré con las chicas al centro comercial.- Digo mientras me llevo mi taza de café a mis labios y tomar un buen trago de el elixir de la vida.
- De acuerdo cariño, te daré dinero para que te compres lo que quieras.- Dice mi madre con una sonrisa la cual yo se la devuelvo.
Termino de desayunar y me levanto junto a mamá de la mesa. Antes de salir del comedor le hecho una mirada a la televisión pero esta se encuentra en el canal favorito de Walter. Largo un suspiro y voy en búsqueda de mi mochila, cuando salgo a la calle me encuentro a mi madre ya en la comioneta, la rodeo y me introduzco en el lado del copiloto de un salto ya que el vehículo es bastante alto.
Mientras vamos camino a mi escuela reviso las noticias desde mi celular y me encuentro que todas las páginas de los noticieros no tiene ningún contenido, ni los de sus publicaciones anteriores, nada, solo están en blanco como si todo lo hubiesen borrado. Esto de seguro no lo hicieron ellos, nunca tirarían por la borda tan buenas noticias que han dado. Algo pasó y está ves no quiero saber nada. Apago mi celular cuando mamá estaciona frente la escuela. La saludo con un beso en la mejilla y bajo de la camioneta con pasos apurados.