Rachel.
Hoy es sábado lo que quiere decir que tengo que ir a la cena de con los Black, pero era muy temprano como para estarme arreglando, además Taylor iba a llegar a las 6:00 p.m. así que tenía tiempo y decidí ponerme algo cómodo, en ese momento tenía hambre así que decidí bajar a la cocina para pedirle a mi nana que me prepara algo ligero.
Después de unos minutos mi nana me entregó una ensalada con pollo, aunque hubiera preferido una hamburguesa, pero a ella no le gusta que coma muchas cosas de este tipo, porque son malas para la salud según ella, cuando terminé de comer decido subir de nuevo a mi habitación ya que no tenía otra cosa que hacer y preferí ver "Riverdale" en netflix, es una de mis series favoritas y los actores que no se cansan se hacer ejercicio, porque no paran de dar vueltas en mi cabeza.
El tiempo pasó volando ya que mi nana apareció diciendo que Taylor había llegado, miré la hora y efectivamente ya era la hora en la que habíamos acordado comenzar a prepárame, así que me levanté y fui con ella.
-Hola Tay, vamos a mi habitación.
-Hola, vamos que se hace tarde- cuando ya estábamos en la habitación mi amiga se puso como histérica –ve a ducharte Rachel que se hace tarde.
-Pero si la cena comienza a las 8:00.
- ¡Exacto! Tenemos poco tiempo, no hables más y ve a darte una ducha- no quise seguir discutiendo y fui a tomar una ducha de 20 minutos, cuando salí Taylor ya tenía todo mi tocador lleno de maquillaje y muchas cosas más, ella me indicó que me sentara y lo hice –bueno, vamos a comenzar, pero te podrás ver hasta que estés lista y nada de quejas.
Ella comenzó a maquillarme y la verdad no sé cuántas cosas puso en mi cara, solo veía una tras otra, después planchó mi cabello y lo sujetó un poco de los lados con horquillas para dejar los demás suelto.
-El maquillaje y el peinado están listos, solo falta que te vistas y todo tu look va a estar completo-dicho esto me fui a mi armario y me puse el vestido que con tanto esfuerzo y paciencia encontré para la ocasión, unos tacones plateados y accesorios del mismo color, cuando salí Taylor me miraba con una cara llena de sorpresa.
-Wow, amiga te vez en verdad hermosa- me miré en el espejo y de verdad me veía diferente.
-Muchas gracias amiga- agradecí mientras le daba un abrazo, minutos después mi madre me llamó así que bajé para encontrarme con mis padres.
-Hija, te ves muy hermosa mi pequeña- alagó mi padre.
-Gracias- dije simplemente.
-Hija, ¿cuándo creciste tanto? Te convertiste en una mujer, pero para mí siempre serás una bebé- vi que estaba al borde al borde de las lágrimas he intenté calmarla.
-No madre, no llores, todo está bien.
-Es mejor irnos o de lo contrario llegaremos tarde a la cena de los Black- dicho esto salimos de la mansión para emprender camino hacia la casa donde sería la tan esperada cena, cuando llegamos mi padre tocó el timbre, pero me di cuenta de que no llevaba mi bolso conmigo.
-Mamá ahora vuelvo, dejé mi bolso en el auto.
-Ve hija, pero no tardes- asentí, pero cuando me regresé mis padres ya habían entrado, así que tendría que tocar de nuevo.
Toqué el timbre, pero nada me había preparado para que me abriera él...Jake Black, me miró de pies a cabeza para después verme a los ojos, la sonrisa que tenía plantada en su cara era una egocéntrica, era obvio que no me reconocía.
- ¿Dios, por qué me castigas así? - pregunté de mala forma, la cara de Jake cambió por completo, pasó de confusión a sorpresa.
- ¿Tu? - fue lo único que se le ocurrió decir al descerebrado ese.