La niña de las mariposas

Capítulo 3

Ya era bastante tarde, solo habían pocas enfermeras que cuidaran los pasillos a esa hora, las visitas ya habían terminado hace unas horas y en el cuarto en el que estaba no había nadie cuidando, esa tarde decidieron no conectarme a la máquina, estaba libre de poder levantarme. La mariposa que estaba en las flores que sostenía aleteo con la intención de iniciar su vuelo, revoloteo unos instantes alrededor de mí y salió por la ventana, me levante rápidamente para ver hacia donde se iba la mariposa y fue ahí cuando la vi, la niña que había visto hace unos días mirándome desde abajo haciendo una señal para que bajara.

No lo había pensado mucho en ese momento, casi corriendo salí del cuarto sin hacer ruido, fui por los pasillos hasta llegar a las escaleras, debía bajarlas para llegar al piso de abajo y salir por unas de las puertas de vidrio que llevaban al jardín, ahí justo frente a mí al abrir la puerta estaba ella esperándome.

“Pensé… me dijeron que solo había sido un sueño, pero aquí estas ¡no lo soñé! O quizás estoy soñando ahora mismo…” estaba emocionada pero también tenía mis dudas, mamá había dicho que fue un sueño, pero ahí estaba, frente a mí y todo se sentía tan real, de verdad en el fondo de mi corazón creía que esto era real.

“Sueño o no ¿Qué importa? Ven, vamos a ver las flores” tomo mi mano y me llevo al mismo lugar donde nos habíamos encontrado por primera vez, ahora las flores se veían más hermosas que nunca y las mariposas, las mariposas estaban ahí, esto era especial. “Las flores, ya no están marchitas… ¿Dónde estuviste? Vine muchas veces y no te encontré, quería volver a verte”  ella no contesto durante un tiempo, se dio la vuelta para recibir a algunas mariposas que querían posarse en sus manos. “No puedo venir muy seguido, hay más lugares donde debo ir y ayudar a los demás”.

Para mí era un misterio la verdad tras esas palabras, pero en ese momento no importaba “No importa, estoy realmente feliz de volver a verte” sonreí, era pura verdad, porque sin importar que todo lo ocurrido fuera real o no, me sentía plenamente feliz y tranquila. “¿Qué pasaría si no me vuelves a ver?” su pregunta fue dicha acompañada de una sonrisa en su rostro. “Creo que estaría triste, pero ¿sabes? Cada vez que veía una mariposa te recordaba, así que cada vez que vea una me acordare de ti” no esperaba un risa de su parte, una risa llena de alegría que pronto seguí.

Las mariposas a nuestro alrededor revoloteaban entre nosotras mientras jugábamos y bailábamos, la noche se hacía más clara y brillante por la luna y yo no sabía con seguridad que hora serian. Pero no quería que el momento terminara, me sentía tan llena de energía que olvidaba que estaba enferma, que en realidad no debía hacer esfuerzos o podría tener una recaída, pero me sentía bien, me sentía sana, me sentía así solo cuando estaba ahí con ella.

“¿Sabes? Yo estoy enferma, no puedo jugar con los otros niños, cuando lo hacía me cansaba muy rápido y comenzaba a toser, mis padres se asustaban porque tocia sangre… pero cuando ahora no me siento mal, no me he cansado, no he tosido ¡eres un milagro!” decía algo triste pero al final sonreía, se sentía de verdad como un milagro.

“Sé que estas enferma, por eso quería conocerte, eres una niña muy dulce y en el futuro serás una gran persona, harás muchas cosas buenas y serás muy feliz” quería creer sus palabras, porque me decían que en un futuro yo estaría bien a pesar de estar enferma. “Quiero ser una buena persona en el futuro, pero los doctores dicen que no llegare muy lejos con mi enfermedad, los he escuchado decir que no queda mucho tiempo” y era verdad, había escuchado las conversaciones de mis padres con el doctor, había escuchado el llanto de mi madre cuando creían que dormía a causa del cansancio de una recaída muy grave.

“No quiero morir… quiero vivir para no hacer llorar a mamá, quiero vivir para ser la persona que dijiste…” no quiero morir y con solo ese pensamiento llore, llore frente a aquella niña, intente secar mis lágrimas y sonreí, sonreí mientras lloraba. “¿Por qué sonríes? Estas llorando” si, ¿Por qué sonreía? “po-porque, s-si sonríes… las co-cosas pueden mejorar. Si sonrío mamá y papá sonríen.”




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