Riley.
Seguía entre sus brazos. Sentía como el calor de su cuerpo emanaba contra el mío con intensidad. La música de The Wolfs sonaba a todo el ritmo en el bar Noche de Luna.
Stev se detuvo para mirarme con seriedad.
- ¿Vas a decir algo por fin? -sonrió de lado. -. ¿Qué es la única cosa que deseas de mí? ¿Por qué siempre has intentado de mostrarme algo que al final termina siendo invisible?
-Riley...
-Necesito que hables. Que me respondas todas las preguntas que necesito. -respiré profundo. -. ¿Por qué dijiste era tu protegida y que te irías? ¿Por qué Gradius tiene que cuidar de mí? Y la pregunta más importante. ¿Por qué te irás tan pronto?
-No necesitas esas respuestas Riley. -respondió cansado. -. No vas a entenderlo...
-Hay cosas que habitan a nuestro alrededor. Esas cosas nos atacaron a mí y a Tyler el otro día. Mi padre...
- ¿Qué hay con tu padre?
Tragué duro.
-Nada. -intenté reponer la postura.
Stev suspiró.
-Esas cosas son peligrosas -me sostuvo de lis antebrazos. -. No soy alguien normal. Mi familia tiene enemigos. Ellos están vigilándome. Se meten con todo el que está cerca de mí.
-No mientas Stev. -me alejé. -. No mientas más.
Aquel me vio extrañado.
- ¿Quién eres realmente? ¿De qué mundo vienes? ¿Por qué te haces el héroe conmigo? ¿Acaso quieres enamorarme a propósito?
-No. Yo quiero cuidar de ti.
- ¿Por qué? ¿Sólo porque tu familia te lo dice? ¿Quién te contrató?
Una sombra apareció en el callejón.
-Yo fui -su voz resonó a mis espaldas. -. Yo quería que alguien te cuidará. Si tu no me querías, al menos tenía que estar seguro de que estuvieras a salvo.
Vi a Tyler acercarse.
- ¿Qué? Tyler...
-Por cierto, acepta que está como te gusta. -le dio una mirada amenazadora.
-Basta. No seguiré escuchando y viendo como se dan una maldita paliza. Tyler, vete de aquí.
- ¿Por qué no le dices a tu nuevo noviecito que se vaya? Tú y yo nos conocemos mejor.
-La diferencia es que tú eres un puerco. -se enfrentó Stev. -. Así que vete antes de que te rompa tu cara de barbie ejercitada.
- ¿Quién tú? No creo que seas capaz. Ven conmigo ahora Riley. -me tomó del brazo.
-Suéltala. -le amenazó.
Ty me soltó.
-Estoy harta de los dos. -comencé a irme.
Dentro, todo el público se alocaba por la banda del bar. Mikasa se acercó, y me tomó por el brazo.
- ¿Dónde estabas? Te has perdido la noche de luna llena.
«Su canción favorita» Nuestra canción favorita.
Stev.
Miré hacia donde Riley se había marchado. Después me encontré frente al tal Tyler.
- ¿Quién te crees para acercarte a mi chica? Riley es mía.
Le di un empujón.
-Ella ha decidido con quién estar. No es mi problema que tengas celos.
-Escucha marica de cuarta -masculló. -. Sé quién eres.
- ¿Sí? No te tengo miedo.
-Tal vez a mí no me tendrás miedo. Pero a ella sí le tienes demasiado miedo. Puedo olerlo.
Apreté los puños.
-Eres uno de los miembros de los Banehallow. -comentó. -. ¿Qué haces junto a ella? Tal vez ella no lo ha notado, pero yo sí. Puedo oler la cosa que eres.
- ¿Y exactamente que soy? -repliqué.
-Están aquí para encontrar a Licaón. Todos ustedes están buscándolo. También están cuidando humanos. Pero te diré una cosa, Híbrido de mierda. -me apuntó con el dedo índice. -. Sino quieres que Riley se entere de que eres un traidor, tendrás que venirte olvidando de su existencia.
- ¿Por qué harías eso? ¿Acaso si la amas en verdad? Pues parece que sólo lo haces para obligarla a estar contigo.
-Soy el beta de su padre, marica de mierda. Si me caso con ella, pronto seré un Alpha. Tendré mi manda. Tendré a la chica. A la chica que siempre he deseado.
- ¿Que has deseado? Riley no es un maldito juguete.
-Riley es una mujer lobo -se burló en mi rostro. -. Pero es más poderosa que todos nosotros. Su padre es Licaón. Pero ella no sabe que es la hija de un asesino.
Negué con la cabeza.
-Estás confundido, amigo. Riley es una humana.
-Me sorprende que no lo hayan notado. Así que si no quieres que le diga que su enamorado está buscando a su padre para asesinato junto con toda su familia, más te vale que te alejes de ella.
Editado: 22.07.2018