Riley.
Crucé la sala en silencio.
En realidad pensé que alguien estaría despierto después de todo.
Caminé despacio sobre la oscuridad, cuando una lámpara se encendió, y pude sentir su olor.
-Sabía que te habías ido, pero no quise decirle a Lizzard o se preocuparía más de lo que ya está. -murmuró Tyler.
Me di la vuelta, y pude notar que realmente estaba preocupado por mí.
-Pensé que sólo te irías un rato, no que regresarías hasta el amanecer.
Se puso de pie.
-Estaban tan ocupados que se olvidaron de mí. Estabas tan ocupado con tu nueva novia.
- ¿Estás bien? -iba a tomarme por los hombros, cuando retrocedí. -. Sabes que yo jamás te olvidaría.
-No necesito explicaciones. Menos de ti, Tyler. -aclaré.
-Perdiste a tu padre, y descubriste tantas cosas que simplemente no debías saber y haber visto.
-Mi novio es un hombre lobo híbrido que mató a Dragonik, y mi padre era un asesino. Él mató a mi hermano. Es seguro que todos ustedes sabían y no querían decírmelo.
-Era para protegerte. Habías vivido toda tu adolescencia con la falta de afecto de una madre, y te criaste con nosotros. Habías vivido en un mundo lleno de desilusión.
-Desilusión es verme reflejada en tu cabeza vestida de prostituta. ¿A esa mujer es la que tu querías cuidar? Deja de pensar con tu cosa y hablame con honestidad, Tyler.
-Bien -bufó. -. ¿Qué es lo que quieres saber?
-Quiero saber quién es madre y quién es mi padre.
Se cruzó de brazos, y se me quedó viendo como si fuera una estúpida cosa rara.
-Esa información no me corresponde decírtela.
-Entonces pierdo mi maldito tiempo contigo.
Me di la vuelta, encontrándome con él nuevamente. Movimientos rápidos.
-Engaña y destruye -murmuró.
-No estoy para tus...
-Engaña y destruye -repitió. -. Ellos tienen garras afiladas. Desgarran gargantas, utilizan la regeneración, ellos absorben las experiencias y los recuerdos. Su cuerpo le pide carne humana por lo que deben cazar y alimentarse bien, pero también ocurre lo mismo que a los vampiros que si no se alimentan correctamente no son muy fuertes. Pero para cazar deben ser muy cuidadosos y no dejar cabos sueltos como tampoco dejar huellas para que les sigan el rastro los cazadores.
- ¿De qué estás...?
-Escondí todos los cuerpos, quería determinar de donde provenían las heridas. Estaban tan...
-No tienes que decirlo...
-No fue la otra manada. Y no fuimos nosotros. No fue Resh y sus onis.
-Aguarda, ¿conoces a Resh?
-Licaón y toda su manada lo conocía. Conocía a Calis y sabía sobre la existencia de su hijo híbrido.
-Los hombres lobo tenemos tipos de especies, no lo digas para ofenderlo.
-Los machos defienden el territorio con más ahínco que las hembras, pero son las hembras las que muestran más agresividad en las áreas del dominio vital y el hogar. El lobo realiza el marcaje de su territorio mediante la orina, deposición de excrementos y arañazos practicados en el suelo. A través de la emisión de orina se consigue comunicar la existencia de una manada y pertenencia de este territorio a esa manada.
- ¿Se trata de un mujer lobo Alpha de la que hablamos?
-Hablamos de tu madre, Riley. Pienso que está causando todo un desastre. Está buscando algo, pero no creo que sea a ti y a tu hermana.
-Claro, ella jamás quiso saber nada sobre nosotras después de haber nacido -bufé con odio. -. Por qué querría hacerlo ahora.
-Todo está dando un giro inesperado. Sé que no confías en mí, pero...
-Yo sólo voy a confiar en mi misma -aclaré. -. No le digas a nadie a dónde fui.
Intentó decirme algo más, agregar algún dato interesante o algo, cuando ya había abandonado la habitación.
Stev.
Me detuve en frente del sujeto de los tatuajes. Debía ir a la Noche De luna para poder sobrellevar algunos datos sobre Resh.
- ¿Qué haces aquí guapo? -se acercó una mujer de cabello rubio y colorete rojo.
-Bueno, quería un poco de diversión esta noche, primor. -dije serio. -. Necesito ver a tu jefe.
-No es necesario, mi señor no desea verte, licántropo.
-Oh vamos linda, sé que intentas ocultar a tus líderes.
Su sonrisa se había desvanecido, cuando la estructura de su rostro comenzó a volverse una deformación incoherente sobre todas las leyes sobrenaturales. Cerré su mano de un puño. Sus orejas crecían y sus extremidades eran cambiantes por otra piel nueva. Piel de Leopardo.
Un sujeto de músculos grandes y estatura de más de un metro ochenta se acercó, jalando el cuello de mi camiseta y lanzándome contra la barra, arrastrando mi cara sobre los vidrios rotos.
Editado: 22.07.2018