Semanas más tarde
- ¡Anderson por favor no vayas te van a matar! - Le rogaba Andrea en la puerta de la casa.
- ¡No voy a dejar que este maldito hijo de puta se salga con la suya! -
- Por favor… no vayas - Decía Serena mientras tomaba la chaqueta de Anderson intentando retenerlo – no quiero perderte -
- Serena… eso no pasara créeme, pero es algo que tengo que hacer - Dijo Anderson intentando tranquilizarla con un beso.
- Al menos déjanos ayudarte en algo… te llevamos y te esperamos afuera - Añadió Andrea.
- Con una condición… si ven algo peligroso se marchan enseguida - Respondió Anderson al ver los ojos decididos de ambas chicas.
Salieron de casa y tomaron rumbo hacia el edificio de Thomas, al llegar, inesperadamente lo estaban esperando, de alguna forma Thomas se enteró de todo, quizás tenga que ver con la carta que le envió Verónica hace un tiempo. Se despidió de Andrea y Serena, recordando la condición y, sin dudar, tomo un pedazo de tubería de acero que estaba en el suelo y se dispuso a enfrentar a los guardias de la entrada, ellos preguntaron “¿tienes asuntos pendientes aquí?” y sin mediar respuesta golpeo a los dos hombres vestidos de negro en la cabeza con la tubería.
Entro al edificio, al subir la escalera se enfrentó a otros tres sujetos los cuales le dieron algo de pelea, pero logro dejarlos inconscientes con golpes del acero, al dirigirse hacia la donde debería estar Thomas, vio unos seis guardias armados. Anderson entro a una habitación cercana sin que lo vieran y lanzo la tubería hacia la baranda del segundo piso, los tipos al oír el sonido caminaron para verificar que sucedía, en ese momento, Anderson tomo al último de ellos y con su cuerpo empujo al resto hacia el primer piso, forcejeo un poco con el ultimo sujeto, intercambiaron un par de golpes y patadas hasta que Anderson logro robas su pistola y, con el mango, lo golpeo en la sien dejándolo inconsciente, luego tomo rumbo hacia el despacho de Thomas.
- ¿A que debo tan agradable visita? - Pregunto Thomas al momento que Anderson entraba.
- Veo que tu humor sigue igual, solo vengo a saldar cuentas contigo - Respondió Anderson mientras lo apuntaba con la pistola que le quito a uno de los guardias.
- Y veo que usted sigue igual de agresivo - Dijo Thomas mostrando un aparato en la mano – Señor Torres… ¿sabe acaso porque ocurre el síndrome de “nostalgia”? -
- ¿A caso estas tratando de salvar tu patética vida por información? - Respondió Anderson con un tono risorio.
- Claro que no, solo me aseguro de responder sus dudas antes de morir señor Anderson, tal como ocurrió con Matías, ¿le suena el nombre? - Respondía Thomas mientras paseaba por la habitación.
- Matías murió por tu maldito síndrome Thomas, solo por eso -
- Vaya, como veo que desconoce ciertas cosas, se las explicare señor Torres, espero tenga tiempo de escuchar -
Anderson bajo la pistola, si bien quería terminar todo rápido, vengar a Paz, también tenía muchas dudas, tal vez pudiera dar respuesta a algunas pocas. “Tienes cinco minutos” fue lo que dijo, antes de dejar de apuntar con el arma.
- Comprendo su curiosidad, bueno no andaré con rodeos, ¿recuerda que antes de que fuera enviado a la guerra tuvo que se vacunado?, la excusa era una enfermedad rara en el campo, pero en verdad fue otra cosa, una nanomáquina, capas de atravesar la barrera hemtoencefálica y situarse en el cerebro, en el lóbulo temporal, para luego inyectar de forma no perceptible clones suyos, miles de veces más pequeños, los cuales van al hipocampo y distintas otras zonas del encéfalo. Estas reaccionan a un cambio de frecuencia específica, ocasionando la “nostalgia como la conoce, claro, su alimentación también suministraba fármacos y algunas porciones de estas nanomáquinas para asegurar su correcto funcionamiento -
- ¡Gran explicación!, pero no responde del todo el puto síndrome - Se exaltaba Anderson, muchas de las cosas tenían algo de sentido – eso no explica el por qué la gente dice que ciertas cosas no son verdad -
- Eso es fácil de responder señor Torres, para comenzar, la nanomáquina no podía reaccionar en blanco, requería algo para poder alterar la corteza encefálica, por lo que a cada sujeto se le inyecto una precargada con un recuerdo, por supuesto, un recuerdo existente ya en usted, esa razón fue por la que al entrar al ejército se le pidió que relatara su vida, de esos relatos se obtuvo la información. Si no recuerdo mal, a usted se le programo recuerdos del incendio de su hogar, cuando recitaba en las calles y su relación con sus hermanas, aunque estas dos últimas fueron manipuladas de cierta forma para hacerlas más… interesantes, solo para entretención -