La novia del alfa

Tarde de omegas

Catalina siempre se considero la mujer perfecta para cualquier hombre, ¿Y porque decia eso?. Bueno, para empezar no le gustaban muchos los lujos o las joyas, donde iba siempre iba vestida como: "Pordiosera", diría una de sus compañeras de secundaria, no le gustaba ir a los lugares costoso y nunca se quejaba de las vida que su madre le habia dado, y menos era dada para  hacer un berrinche sin sentido para su pareja le comprará un bolso o la última colección de lencería.

Pero obviamente eso habia quedado en el pasado, ahora estaba en la tienda de Donatella Versace mientras que Valentina le arrojaba los vestidos más costoso del mundo como si fuera cualquier trapo que acaba de encontrar en un bazar de una escuela o de alguna iglesia. Y la otra pregunta del millón de dólares que tenia, bueno la mitad que tenia era la siguiente, ¿Que hacia ella ahi?

Recapitulemos tres horas atras.

 

(.......)

 

Tres horas atras.

- ¿Otra fiesta? - Se cruzó de brazos mientras que se levantaba de su asiento del apartamento donde vivia Xavier por el momento. -  ¿No se aburren de desperdiciar su dinero?. - Preguntó confundida. - ¿Y ahora de quién es el cumpleaños?.

Xavier rio en voz baja y se levantó de su asiento mientras se iba al pequeño bar que tenia este le extendío una cerveza a su invitada de honor.

- Papá va cumplir 53 años y va tirar la casa o más bien la mansión por las ochos ventanas que tiene, y como mi "Novia" - Hizo comilla haciendo enfasis en las dos ultimas palabras. - Tienes que ir y no puedes ir con las ropita de Ross que tienes. ¿Que va pensar la gente de mi? - Xavier hizo una cara de horror. - Quiero que seas la mujer más bella de todo el mundo digo ya lo eres, llamaré a Valentina para que te acompañe.

- Pero yo no quiero ir y más gastar tu dinero, yo me puedo poner el vestido que use en mi promoción de la secundaria, ese aún me queda bien.

- ¡Jesús vencedor!. - Exclamó horrizado. - La novia del gran Xavier Ferrari usando un vestido más viejos que Matusalén, no se diga más, irás con Valentina y punto.

 

...........

 

Valentina le extendió un vestido de color negro y largo, Catalina lo vio muy hermoso y sonrio al ver la fineza del vestido, miró la etiqueta y se sentó en el sofá que habia en la entrada  que habia en los vestidores. ¿Acaso eso valia más que la renta de ocho meses de su apartamento?.

Valentina puso los ojos en blanco y se levantó de su asiento y sonrio al ver la cara de horror de su "Cuñada".

- No te asuste con estos precios, tú maravilloso novio esta lleno de dinero y el obviamente se está bañando con oro y se limpia el trasero con billetes de cien dólares, descuida esto es cómo comprar un helado para nosotros. - Le guiño un ojo. - Mejor ve y pontelo.

Catalina entro al vestidor para probarse el vestido, Valentina observó a Giovanni y este estaba en posición de defensa con las piernas abierta y los brazos cruzados.

- Cuando salga Catalina quiero que cierres los ojos o apartes la vista, no quiero que la veas. - Hablo Valentina mientras se quitaba sus zapatos.

- ¿Porqué no quieres que la vea?, ¿Acaso estas celosa señorita Ferrari?. -  Respondió Giovanni con curiosidad mientras le ayudaba a quitarse uno de los tacones. - Recuerda que mientras tenga dos ojos y no este ciego, puedo ver a donde yo quiera.

Valentina jaló su corbata y mordio sus labios este se quejo y ella lo aparto.

- ¡Vete de aqui!. - Gritó molesta. - No te quiero ver, no te necesito por el dia de hoy, le dire a Jonathan que me cuide, largo de mi vista, ¡Es una orden!

Giovanni se levantó y se fue de la tienda, Valentina se cubrió el rostro con uno de los vestidos mientras sollozaba en voz baja. Catalina salio del vestidor mientras daba vueltas como una niña de cinco años, Valentina sonrió divertida mientras le recogia el cabello y lo hacia en un moño, en eso Catalina se dio la vuelta y tomó el rostro de Valentina.

- ¿Que tienes Valentina?, ¿Porqué estás llorando?, ¿Te duele el estómago?. - Habló nerviosa mientras acariciaba su cabeza como lo hacia las madres omegas, Valentina se aparto y agarro su mano y la puso en su pecho.

- Me duele aqui Catalina. - Esbozó una sonrisa triste. - Pero descudia ya no estaré triste, vamos a tomar un helado, me llevaré el vestido. - Le hablo a una de las encargadas de la tienda.

- Pero no te probaste el vestido, ¿Estas segura que te quedara bien?.

- Descuida, se que me quedara a la perfección.

Catalina no quiso volverle a preguntar a Valentina lo que le pasaba espero a que ella  hablara por su cuenta de lo que sentía, fueron a otras tiendas mientras Catalina hacia cuentas en su cabeza de todo lo que habia gastado. Ya era pasado de las tres de la tarde y no habian probado un bocado de comida, Catalina sentia que era el momento de recompesar a Valentina todo lo que habia hecho por ella, tomó su mano y la llevo a un restaurante de pollo frito. Catalina babeo al oler la comida, Valentina miro el lugar extrañada.

- Ellos estan comiendo la comida con las manos, ¿Dónde estan los cubiertos aqui?. - Preguntó Valentina asustada. - ¿Dónde estan los meseros?.

- Aqui no hay meseros ni nadie que nos lleva a una mesa - Sonrio-  vas a ordenar y despues nos van a dar un numero para que nos den nuestras ordenes, la comida de este lugar es muy bueno.




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