Después de haber firmado aquel papel Andrew se fue con una sonrisa de vuelta a su oficina en su empresa ya que tenía trabajo por hacer. Briane volvió a la oficina a recoger todo el papeleo.
-Ya todos los asuntos legales están resueltos.-dijo Henry en su silla con una sonrisa en su rostro. Se quedó callado viéndome directamente a los ojos y yo hice lo mismo alzando mi cabeza a la vez que lo hacía. No quería que supiera que si me miraba así me podía poner nerviosa.-Ahora, Briane, ¿me puedes dejar hablar a solas con Lucia? Hay algunas cosas que me gustaría discutir con ella… en privado antes de que empiece todo esto. ¿Está bien contigo, Lucia?-se dirigió a mí.
-Claro-contesté.
-Te estaré esperando en el vestíbulo, ¿bien?-asentí y justo cuando Briane salió de la habitación Henry se inclinó sobre su mesa y su postura se relajó. Sus ojos cafés se encuentran con los míos, grises. Noté que me miraba con una preocupación genuina.
-Sé que tenía que haberte preguntado esto mucho antes de que firmaras el contrato… Pero como dicen, mejor tarde que nunca, ¿no? Todavía tienes tiempo para arrepentirte.-me miró seriamente.- ¿Por qué aceptaste ayudarme? ¿Briane Kens te chantajeó o manipuló para hacerlo?
-¿Pero porque piensas que ella hizo eso?-lo mire enojada. ¿Por qué pensaba esas cosas de Briane? Si, tal vez Briane era una chica que siempre se sale con la suya... ¿pero manipularme o chantajearme? No lo creo.
-Porque ella al final de esto va a ganar una muy buena compensación en caso de que su plan funcione. Básicamente me preguntaba si habías firmado el contrato por tu propia voluntad.
-No te tienes que preocupar por nada. Firme esto de buena gana.
-Bien. ¿Y qué fue lo que te hizo hacerlo?
No podía contarle mi verdadera razón. Por eso mentí.
-Quería volver a verte. El día en que nos vimos me quedé muy impresionada por ti. Así que cuando Briane me preguntó si podía ayudarla con esto… Me sentí curiosa.
-¿Curiosa?-frunció su ceño y entrecerró sus ojos.
-No entendía cómo un hombre como tú necesitará una novia falsa. Desde lo que yo sé, coquetear con mujeres es muy fácil para ti.
-Nunca he dicho que eso no es mentira. Pero independientemente de cualquier atracción que sentimos desde el momento en el que nos conocimos tengo que dejarte claro que todo este asunto solo es una farsa diseñada para mis padres. Como adelanto te diré que puede que las cosas parezcan románticas frente a las cámaras. Te voy a pedir de por favor que nunca pienses que todo es mucho más que solo pura actuación. Yo no soy el tipo de hombre que se siente emocionalmente atraído por alguien. No quiero que nadie se sienta herido al final de nuestro contrato.
-Eso es algo obvio viniendo de ti… pero a la vez inesperado.
-¿Por qué inesperado?-frunció su ceño mientras juntaba sus manos en un solo puño y posaba sus labios en ellas.
-El otro día en el que nos conocimos sentí que querías llevarme a tu cama en ese mismo momento. Y ahora me parece que eres un hombre muy diferente.
-El otro día en el que nos conocimos eras una extraña demasiado sexy. Y ahora estamos haciendo negocios juntos. Y hay una diferencia entre nosotros dos, Lucia Gates…
-El contrato que tu gente creó me parece algo ordenado y preciso-lo interrumpí antes de que siguiera con su palabrerío que ya me tenía cansada.- Pero, Henry Kane, por si acaso no lo sabias en la vida real no todo es así de ordenado y preciso.
-Esta vez sí-sentenció.-Me puedo controlar muy bien. Y más estando a tu alrededor. No te ofendas-pero si me ofendí. ¿Cómo se atrevía a decir eso? ¿Acaso no era tan sexy como para que él se descontrolara cuando estuviera conmigo?-Te lo digo porque soy el tipo de hombre que se toma los juegos de seducción a la ligera.
-Lo entiendo. Yo también soy una mujer que no se dedica a seducir a cualquier hombre que se me cruza en frente.
-Bien-dijo cortante.-Pero en serio, Lucia… ¿Te arrepientes de haber firmado el contrato? Esta es tu última oportunidad para retractarte.
-No soy una cobarde, Henry Kane.-dije con firmeza sorprendiéndolo.
-Mmm… Al parecer esto va a terminar muy bien. Le vas a encantar a mis padres.- ya lo sé.-Pero primero no nos adelantemos a eso. Primero tenemos que impresionar a las personas.
-¿Tienes alguna sugerencia para eso?
-Solo recuerda que estamos completamente enamorados. La historia es simple. Nos conocimos en tu facultad y fue amor a primera vista. Me enamore de tu seguridad y tu manera de ser sincera… y también de tus piernas de muerte-observe cómo se quedó repasando mis piernas y yo hice lo mismo. Sí, tengo unas muy buenas piernas siendo completamente sincera. -Y yo te enamore porque… Bueno, la verdad es que puedes sentirte libre de inventar esa parte de la historia. Y por las cámaras, solamente finge que no están ahí. Cuando estemos juntos yo voy a ser lo único que tu veas, lo único que vas a notar a tu alrededor.
Alcé una ceja. No quería demostrar que aunque tuviera que fingirlo no lo haría. Henry Kane demandaba atención.
-Esperemos que así sea, jefe.-le sonreí falsamente.
-Se escucha muy bien saliendo de tus labios. Pero prefiero que me llames Henry. Buena suerte jugando tu parte del plan. Muchas cosas dependen de ti.-solamente asentí con mi cabeza.- Eso es todo por hoy.
-Nos vemos mañana entonces.-El castaño me ofreció su mano y yo la estreché dudosa de hacerlo.
Muchas cosas dependen de ti. Lo que me había dicho hace poco llegó a mi mente mientras estrechamos nuestras manos. ¿Cómo que muchas cosas? ¿Cuántas en realidad? ¿Qué tanto era lo que me ocultaba Henry?
Lo mire a los ojos. Podía ver unas pequeñas ojeras formarse debajo de ellos. Se miraba cansado después de haberme dicho todo. Bueno, no todo. Yo no podía dejar de preguntarme a mí misma qué tipo de cosas eran las que le preocupaban. ¿Qué era lo que pasaba por su cabeza en ese mismo instante?