La Orden De Ónofre - El Despertar

CAPITULO 6

El cuerpo de luna se relajó inmediatamente al ver a los chicos, pero no venían solos. Detrás de ellos había una chica alta, de tes clara y cabellos colorados enrulado y dos chicos totalmente iguales, de estatura promedio, piel trigueña y cabellos oscuros colgando hasta sus hombros.

-Emma – habló Luna sacándome de transe – ellos son Asli – señalando a la pelirroja - Leo y Lennart – señalo a los gemelos.

-Dime Lenny – dijo este último extendiéndome la mano para saludarme. Estrechamos la mano, y luego siguieron los otros dos.

-Es un gusto por fin poder conocerte – comentó alegremente Asli – Luna me ha hablado mucho de ti -sonreí ante aquel comentario.

-Lamento interrumpir, pero no es momento para hacer sociales. Debemos irnos – habló Jared. Parecía como si fuera algún tipo de Jefe, su voz siempre demandante, siempre ordenando y los demás, sorprendentemente, sin chistar, cumplían sus palabras.

-Emma está herida – comentó Luna, a la cual fulminé con la mirada. No quería que me consideraran un problema.

-¿Puedes caminar? – preguntó Jared

-Si, solo me tor…

- Bien, entonces, andando – me interrumpió el muy miserable. Las únicas palabras que me dirigió y para que me corte a la mitad. Definitivamente no empezamos con el pie derecho y ya se me estaba haciendo muy borde con todo su estilo de mandar y ordenar.

Bufé y seguí caminando junto a los demás.

-No te preocupes – me habló uno de los gemelos – los autos están a pocos metros de aquí – dijo pasando un brazo por mis hombros.

Me revolví algo incómoda, ya que no suelo ser tan “afectiva” con mis amistades, y menos con alguien que recién acabo de conocer. Pero él no tenía malas intenciones y al contrario de Jared, no me caía para nada mal.

- ¿Y que paso con tu celebración Asli? – preguntó preocupada Luna.

-Echamos a todos – Rafael se acercó a ésta, no sin antes darme una mirada de reproche.

- Llamamos a la Policía – sonrió Asli hacia nosotras

-¿Denunciaste ruido molesto en tu propia casa? – pregunte asombrada

-Yo diría que OTRA VEZ volvió a hacerlo – dijo entre risas Luna.

Compartieron una mirada de complicidad con la pelirroja y volvieron a reír.

-Ellas son así – dijo el gemelo que aún seguía abrazándome.

-Raras, SUUUUUPER RARAS – dijo el otro acompañando al hermano.

- Púdranse – respondieron ambas sacando el dedo medio hacia ellos.

Todos empezaron a reírse, incluso Rafael y Jared habían levantado las comisuras de sus labios. Eso podía tomarlo como una sonrisa, ¿no?

-Bien, nos dividiremos de la siguiente manera – se paró Jared frente a nosotros, entre ambos autos – Luna y Asli con los Gemelos.

- Pero Emma – protestó Luna

-Ella irá con nosotros, será mejor de esta manera – declaró Jared

La rubia me miró a manera de disculpa y sin chistar, los cuatro se encontraban dentro del auto poniéndose en marcha.

Me dirigí entonces a la parte trasera de la SUV roja, la misma con la que habíamos venido, y seguidamente Rafael se sentó de copiloto y Jared encendió el auto y se puso en camino.

- ¿Dónde vamos? – pregunté al ver la Range Rover de los hermanos, moverse para el lado contrario.

Pero ninguno de los dos se digno a contestarme, pero tampoco me dieron tiempo para seguir haciéndolo, puesto que el auto frenó de golpe

- ¿Pero qué? – y lo miré

-Ponte el cinturón – Dijo Jared sin quitar la vista del frente

- ¿Es en serio? – pregunté indignada mientras hacía lo que el me pedía.

-Tienes que estar jodiéndome – dijo un Rafael bastante molesto

-¿Disculpa? – me dirigí hacia el ofendida

-¡Tu no! – dijo igual molesto - ¡Ellos! – señaló hacia el frente

¿Qué carajos? Pensé.

El motor chirrió en el lugar unos minutos mientras Jared apretaba cada vez más fuerte el volante – Agárrense fuerte – dijo y sin esperar respuesta, y aceleró rodeando en un giro bastante violento a las sombras que nuevamente se mostraban delante nuestro.

Seguíamos a toda velocidad yendo por una ruta no se muy bien a donde, ya que ninguno de los dos, se dignaban a dirigirme la palabra. Rafael estaba hablando por el teléfono a Luna, por lo que podía escuchar y Jared solo prestaba atención hacia donde iba manejando. El camino era bastante peligroso, curvas muy cerradas, ninguna luz a excepción de las propias del auto que alumbraran para guiarnos.

Cada tanto, miraba hacia atrás, pero no había nadie que nos estuviese siguiendo, aún así seguían conduciendo como si de un Fórmula 1 se tratase. Pero no le discutí. Estaba bastante asustada para estas alturas. Tres veces vi esas sombras y dos en un mismo día. Sabía que no eran personas, porque los cambios de clima no podían explicarse, y tampoco sabría decir con certeza de que se tratase porque nunca en mi vida había visto algo igual.



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En el texto hay: fantasia, misterio, romance

Editado: 30.01.2020

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