Capítulo:8
Sin dudarlo por más tiempo, tomé a Amalia en mis brazos y camina hacia el interior de la mansión la cual se encontraba con pocas personas en su interior ya que la mayoría corrí en el revuelo y los que no, solo se escondieron en el interior de la vivienda con el fin de mantenerse a salvo de la gran tribulación que había en el interior.
Al llegar a el salón principal me encontré con mi padre el cual no me vio a los ojos y solo bajo la cabeza. Solo podía pensar en algo y ese algo era la gran mentira que mi padre me había hecho creer por estos diecinueve años. No le preste atención solo le mire de reojo y seguí mí camino hacia mí habitación la cual no estaba tan lejos del lugar.
Al llegar a mi habitación, coloque a Amalia en mi cama para luego cubrirla con las mantas para luego acomodar mejor su cabeza. Luego de eso me limite a mirarle, su expresión estaba devastada. Sabía que podría perderle en cualquier momento, su rostro estaba pálido y sus labios se encontraban de un color blanquecino.
Me acerque a ella y deposite un beso en su mejilla derecha, camino hacia la puerta en busca de algo que pueda salvar la vida de ella. De vuelta en el salón principal busque a mi padre con la mirada, no tarde mucho en encontrarlo. Este se encontraba con Elena casi en la entrada “la verdad no sé porque esto no me extraña” sin pensarlo más camine hacia el pero antes de que llegara el maldito malnacido que casi me arrebata a Amalia de mis manos, llego hasta donde mi padre y sin notar mi presencia comenzó a hablar con mi padre.
-te digo que hice todo lo posible, pero no con la ayuda de los miembros de consejo pudieron con- pero antes de que terminara lo interrumpí- pensé que te había mandado al infierno augusto ¿Qué estás haciendo aquí? - dije.
-bueno le decía al señor que paso con los otros miembros del cons-. Lo interrumpí.
- ya cállate no me importa en lo absoluto lo que le tengas de decir- le dije viéndole a la cara directamente- porque no vas y cuentas las piedras que hay en jardín, sí.
Y sin decir nada más salió del lugar, lo cual me pareció extraño, pero no le preste atención.
-Si te preguntabas donde está tu querido consejo padre- dije dándole una sonrisa torcida- déjame decirte que yo les mate.
Al ver su cara pude notar como sus ojos se hacía más grandes a escuchar lo que le decía.
-ahora la pregunta es ¿Cómo hago para salvar a Amalia? - dije a lo cual el no respondió- valla padre parece que los vampiros te comieron la legua- dije soltando una sonora carcajada.
- y si padre para tu desgracia me he enterado de todo lo que está pasando- dije poniendo mis manos en sus hombros - quiero que me digas ¿cómo puedo salvar la vida de Amalia en este mismo instante? – pregunte a mi padre de manera demandante.
Sin decir una palabra mi padre solo asintió con la cabeza solo me hiso una seña para que lo siguiera hacia la mi habitación, en el transcurso mi padre no se atrevió a verme a los ojos, solo bajaba la cabeza cada que yo tenía la oportunidad de verle a los ojos.
Entrando a la habitación mi padre camino hacia Amalia la cual se encontraba recostada en la cama. Tomo su mano izquierda con la mano derecha y rompió su piel para que la sangre saliera de ella para luego llevarla hasta la boca de ella para que la bebiera.
Después de hacerlo su carne empezó a sanar de una manera rápida, al terminar aun con la cabeza abajo camino hacia la salida de la habitación y me miro a los ojos.
-la sangre la ayudará a sanar dentro de un rato estará mejor- me miro con gran dolor en los ojos. Su vista me muestra como su alma se encuentra devastada, no sé cómo explicarlo, solo sé que ese sentimiento se transmite hasta mi corazón se siente oprimido. Los sentimientos se sienten como si fueran a quemar todo mi ser, mi alma.
- mira Pol sé que te he mentido todo este tiempo, pero quiero que entiendas que todo lo que he hecho es para mantenerte a salvo de este gran desastre- la verdad no le preste atención a lo que estaba hablando solo pesaba en el gran dolor que esto me había ocasionado.
- talvez esta no fue la mejor manera de que te enteraras de todo esto y que hay cosas las cuales quieres saber, así que voy a respetar cada acción que tomes en este momento sin importar que- decía con lágrimas en los ojos y pronto entendí que él no era el único que lloraba, sino que yo también lo hacía. El nudo en mi garganta no me dejo, solo le mire, le mire a los ojos con tanta melancolía y amor que un hijo puede sentir a su padre. Porque a pesar de las cosas que mi padre me había ocultado el amor que sentía hacia él no iba a cambiar, pero no estaba listo para enfrentar la verdad.
-entonces si quieres hablar me encontraras en la biblioteca- finalizo
Camino por el pasillo hasta perderse en la oscuridad, fije mi vista hasta la cama. El sonido de la carne de Amalia sanarse.} tome una de la silla que estaba en mi habitación y le arrastre hacia un lado de la cama para luego sentarme en esta y tomar la mano de Amalia.
Un sonido en la parte exterior de la habitación llamo mi atención, me incorpore en el asiento y limpie mis ojos. Pase mi vista en la cama encontrando a Amalia aun descansado en la cama.
Editado: 24.04.2018