Una mujer esbelta, con su cabello salpicado por unas canas se encontraba mirando por la ventana de su despacho veía como poco a poco iban ingresando al instituto los estudiantes, era bastante clara la diferencia entre el grupo de veteranos con el grupo de los nuevos, estos últimos se veían asustados, inocentes era casi comico verlos entrar todos juntos en grupo como si se enfrentaran a una terrible guerra y bueno, practicamente así era, y por el otro lado el grupo de los veteranos, con suerte el ultimo año que se vería allí, ellos entraban a paso lento, saludando a todos y mirando con una mueca de burla a los nuevos.
La mujer soltó un suspiro pues sabía que algunos que ahora estaban gritando con fuerza que sería su ultimo año realmente no lo sería y ya se lo veía venir...
No era un buen día para Helena, la joven alta de melena larga y peli azul no quería empezar otro año escolar, no encajaba o al menos así lo sentía ella. Cada año se sentía mas fuera de lugar que el anterior, era su tercer año en el instituto y aunque tenía buenas notas era incapaz de sentirse a gusto, veía a los nuevos entrar con ilusión con sonrisas y animados, en su cabeza empezó a pensar cuanto tiempo les iba a durar, problablemente una semana... o menos.
La peli azul no pudo evitar fijarse en una chica, estaba rodeada de gente y parecía que estaba participando en una conversación grupal, se veía a leguas que era de primer año, pero en lo primero en que se fijó no fue en eso, sino en que parecía distante, distraída, como si sus amigos no estuvieran hablando con ella, como si no estuviera incluida en la conversación, cuando la chica pasó por su lado ni si quiera levantó la cabeza del suelo, parecía una vaca yendo al matadero, desde luego que aquella chica ya sabía a lo que se enfrentaría en sus próximos cuatro años, contando con que le fuera bien.
Un lunes, cuatro años allí y aun no se acostumbraba a madrugar los lunes, pero era un día feliz para el chaval que estaba sentado en su coche haciendo tiempo, este sería su ultmo año, Louis había empezado una cuenta atrás para terminar y salir de ese infierno, un infierno donde tenía que fingir alguien que no era y estar con gente a la que odiaba, sonaba tan cliché... Pero de alguna forma tenía que sobrevivir, había descubierto el verano pasado quien era en realidad, pero descubrirlo y aceptarlo eran dos cosas distintnas, aunque prefería no dedicarle mucho tiempo a pensar por lo que cogió la maleta del sitio del copiloto, puso una falsa sonrisa y cuando salió del coche empezó a saludar a todos con unos ánimos y una felicidad que realmente no sentía, solo un año más se repetía mentalmente mientras saludaba a su grupo de "mejores amigos".
No había empezado el día y ya sentía que era una pesadilla, en la entrada su grupo de amigos estaban tan ilusionados que este desánimo que se cargaba le hacía sentirse mal, así que respondía con sonrisas vacías a los comentarios emocionados o a las preguntas sobre que les deparará esta nueva época de nuestra vida, yo ya lo sabía, desgracia es lo que nos traería al menos a mí, nunca se ha sentido a gusto en ningún sitio, nunca ha sentido ser quien verdaderamente siente que es, era una sensación que no podía explicar, desde siempre se ha sentido distinta a los demás, aunque ni ella misma sabía especificar en qué era distinta, coincidía por lo general en las opiniones con sus amigos y ellos mismos no le hacían sentir diferente, pero había una pieza que aún no funcionaba dentro de ella y tenía la certeza de hasta que esa pieza no funcionara nada dentro de ella lo haría.
Julia es una chica alegre, empezó el día cantando y posiblemente lo terminase bailando, prepararse para el instituto fue todo un perfomace probandose modelos y acumulandolo en tres montañas, no, posible, si y dentro de la columna del sí terminó descartando todas y cogiendo una del montón de posible, un pantalón ajustado con una camiseta de media manga larga, que dejaba ver sus curvas, era su segundo año y el primero le fue bastante excepcional, aunque sus notas fueron medianamente bien, quitando agunos sustitos que tuvo que recuperar, a ella le encantaba el instituto, ¿Por qué? simple, tenía montones de amigos era una "popular" aunque no quería denominarse así, no le gustaba puesto que el grupo de populares era por lo general muy selectivo con sus amigos y auqneue ella era etiquetada de la misma forma no tenía nada que ver con el comportamiento del grupo, era practicamente imposible que no te sintieses a gusto con ella, aunque dicen que es imposible caerle bien a todo el mundo Julia estaba muy cerca de consegurlo, era un encanto de persona, siempre dispuesta ha ayudar a quien fuese, una chica nada rencorosa pero tampoco es que fuese un ángel, ella tenía muy clara su orientación sexual. Para que elegir un sexo u otro si puedes tener a los dos, pero muy poca gente lo sabía, se podría decir que en el instituto solo lo sabía Helena. En primero fue su Crush en el momento en que vió su melena azul al viento en la entrada, tan ausente como siempre, y decidió ser la primera persona "nueva" a la que saludaría, y la verdad es que no le costó mucho henrredar a Helena, aunque iba de chica distante Julia sabía que en mayor o menos medida le importaba a la peli azul y eso le bastaba. Le encantaba "provocar" sin exceso a chicas y chicos por igual y aunque la mayoría de las chicas se lo tomaba a broma otras le seguía el juego, aunque sinceramente nunca se atrevió a ir más alla del coqueteo, pero tenía la ligera sensación de que este segundo año sería distinto y más que preocuparse Julia pisó la entrada del instituto como quien va a una aventura donde al final de la misma tienes que derrotar a un dragón.
Editado: 18.01.2019