Julián
Despierto. Joder, que calor, que me estoy cocinando ¡Ostia! Me destapo, y me siento en la cama, apoyando mis pies en el piso.
Miro la cortina blanca y luego el reloj de la mesita de luz que marca las 15.00 hs.
Cojo el control remoto del aire acondicionado, me pongo de pie y lo apago, luego lo tiro sobre la cama.
Recuerdo que a las 17:00 hs tengo una cita con esta tía, está tan buena que joder, de solo pensarlo me agarra calor.
Me dejo de pensar idioteces y entro al baño, abro la ducha y me relajo.
Lorena
Camino apurada, llego cinco minutos tarde. Cárdenas me espera en el café, no lo puedo creer, si logro tenerlo haré un buen trabajo y voy a tener mi recompensa que hace tantos años la vengo esperando.
Abro la puerta de la cafetería , miro por todos lados y ahí lo veo, sentado en una mesa de a dos que se encuentra contra la ventana. Camino hacia el lugar, me ve y se pone de pie.
-Pensé que me ibas a dejar esperando-Dice irónico y ríe.
-Jamás haría algo así-río, y luego lo saludo.
Corre mi silla hacia atrás y me invita a sentarme, me saco el tapado negro y lo cuelgo sobre el respaldar, tomo asiento.
-Y bien... ¿Que pedimos?- Lo miro, es tan simpático y parece tan buen chico. Su pelo castaño, sus ojos marrones, su tatuaje en la mitad del brazo.
-Mmm... yo con un café negro estoy bien-sonrío-Ah y dos medialunas- Corrijo.
-Así que eres de las tías a las que le va lo clásico, ¡que va! -ríe- pues, yo voy a por un cortadito, y uno de esos tostados- Se pone de pie y va a la caja a realizar ambos pedidos.
Suena mi celular, WhatsApp, Miguez.
"¿Donde te metiste?"
Le contesto:
"Estoy en un operativo, en media hora te llamo"
Se acerca Julián con la bandeja, bloqueo mi celular y lo dejo sobre la mesa.
- ¿Así que estás parando en el hotel?-pregunto curiosa y luego tomo un sorbo de café.
-Si, así es... estoy de visita en la Argentina. ¿y a que te dedicas?-Dudo en responder mientras muerde su tostado.
-Amm... trabajo para una empresa, soy secretaria- Miento, no puedo decir la verdad, recién lo conozco y aunque fuera un chico cualquiera al que este conociendo, tampoco le diría la verdad, ¡ no tengo tiempo para conocer hombres! Julián es especial, no puedo fallar. ¿Mi plan? Enredarlo.
-Me lo imaginaba, tienes pinta- río.
-Y vos... ¿Trabajas en algún lugar?- pregunto queriendo sacar tema.
-Pues, en Valencia atendía un gimnasio, y ¿Sabes? era de puta madre, aquí aun no he salido mucho, pero ojala pueda encontrar algún sitio al que me pueda incorporar- Muerde el tostado, y yo dejo mi taza en el plato.
-Vas a ver que si-sonrío, vibra mi celular y en pantalla sale el nombre de Miguez, lo tomo rápido y abro el mensaje.
"Lorena, necesito la carpeta ¡Ya! corta con el operativo que estés haciendo y tráemela."
Que hijo de puta, no me puede cortar la cita, necesito apurar el plan. Rápidamente me pongo de pie, Julián mira sorprendido.
-¿Pasa algo?-Sonrío y paso mi mano por mi cabello.
- No, es que me olvide de llevarle una carpeta a mi jefe, y tiene que ser ahora...¡lo lamento muchísimo!- Reviso en mi bolso y quiero morir, encuentro solo mi agenda, la carpeta la debí olvidar en la oficina, en el hotel- Me hubiera encantado seguir charlando...
-Tranquila, pues si quieres te acompaño a buscarla- La opción perfecta.
Cárdenas se esta metiendo en mi tela de araña, paso al segundo plan.
-¡No quiero molestarte!-respondo y me pongo mi tapado, seguido a eso agarro mi bolso.
-Para nada, ¿A donde te la has olvidado?- me pregunta luego de ponerse de pie.
-Tengo que regresar al hotel, la olvide en mi habitación- Jamás mentí tanto, ¿Mi habitación? Es una puta oficina en la que está Miguez en éste momento.
-Te acompaño- me dice.
Salimos de la cafetería, caminamos súper rápido, aunque estamos a una cuadra.
-Tranquila-me toma la mano y me frena... su mano tan tibia-Joder, caminas tan rápido, ya casi llegamos- lo aparto y le respondo.
-¡No tenes idea como es mi jefe!-reímos.
Entramos al hotel, subimos al ascensor, marco piso 2. El ascensor se frena y se apagan las luces.
No lo creo, ¿El universo conspira a mi favor?
-No puede ser, ¡no, no, no!-golpeo el ascensor desesperada.
-Joder, maldito ascensor- Julián toca los botones, yo desesperada me acerco, le quito el brazo - Así no va a funcionar- le digo de mala manera y golpeo el ascensor a la vez que grito para que nos abran.
-Ostia, que te vas a hacer daño golpeando así- me detiene tomándome el brazo, y me mira - ¿Alguna vez te han dicho lo hermosa que eres Lorena?
Me acaricia la mejilla y no lo puedo creer, lo tengo en mi red. Una sensación tan linda recorre mi cuerpo, lo tengo a centímetros de mi, se acerca y me besa, su boca es... tan linda, fue el beso mas lindo del mundo, pero no puedo enamorarme, no puedo sentirlo porque él es mi presa y depende de mi hacer las cosas bien. Lo aparto, y lo miro, el me sonríe.
Las luces se prenden, ambos miramos el techo, y el ascensor por fin llega al segundo piso.
Salimos del ascensor, caminamos rápido a la 123, yo delante de él.
-¿Me dejas tu número? pregunta y yo sonrío de manera picara, me da su celular y agendo mi contacto, luego se lo doy.
-Yo de seguro voy a tardar, ¿te parece si nos volvemos a ver en otro momento?- le pregunto deseando que me diga que si.
-¡Claro! ¡Cuando gustes! y perdona lo del ascensor...-Sonrie pícaro y le devuelvo la sonrisa, volteo y sigo mi camino. Lo tengo atrapado, lo estoy logrando.
Llego a la oficina toco el timbre, me abre Miguez.
-¡Al fin! ¿¡Me podes explicar en operativo andabas!? ¿Tan ocupada vas a estar? Lorena, cuando te necesito, te necesito... la carpeta - me dice serio.
-Trato de agarrar a Cárdenas. La carpeta quedó en la unidad, tengo mi agenda, es lo mismo- Lo miro desafiante y Miguez furioso se pone de pie y pega su puño contra el escritorio.