CAPÍTULO DIECISÉIS

Mark caminó hacia la casa sintiéndose extraño, el corazón parecía querer salirse de su pecho, busco entre sus llaves y se dio cuenta que aún la conservaba. La cerradura se trabo un poco al inicio supuso que por el desuso de los años, cuando logro que girara la abrió muy lentamente.

Lo primero que olio fue ese característico aroma a encerrado e incluso a humedad, después, aunque tenue, ese aroma que lo recibía cuando llegaba a casa a pesar del tiempo aún estaba ahí. El aroma de Bianca.

Mark entro sintiéndose un intruso, los de la empresa solo habían cubierto los muebles más grandes y los aparatos ahí en la sala estaba su foto de casados llena de polvo, pero aún se podía distinguir el hermoso rostro de Bianca y la sonrisa de Mark al saber que sería suya para siempre.

Caminó por el gran salón y todo seguía igual, lo siguiente fue la cocina y después el comedor, Mark había pedido que no movieran nada por lo que la mesa tenía puestos dos platos, los candelabros con las velas gastadas y habían puesto bastantes flores en el jarrón que ahora eran simplemente polvo.

Ahí, en ese momento recordó que Bianca le había pedido que llegara temprano ahora entendía que había preparado una cena especial y él no había llegado, esa noche se había ido con Tiffany la había llevado a bailar a un lugar donde nadie los reconocería y después al apartamento; había llegado hasta el lunes en la mañana para cambiarse mientras ella dormía.

Sintió un nudo formarse en su garganta al ver aquello ¿Cuánto tiempo lo habría estado esperando? Subió a la habitación esperando verla vacía. 

¿Se había llevado todo lo de valor no es así? En ese momento casi rogaba para que así fuera. Empezó por el tercer piso donde había  dos habitaciones de huéspedes.

Uno de los cuartos de huéspedes tenía una manta sobre la cama ¿había dormido aquí? Mark no lo recordaba. ¿Cuántos días no había dormido en casa?

Bajo al segundo piso donde había tres habitaciones, recordó con nostalgia que habían querido una casa grande porque querían muchos hijos.

Cuando entro a la que era su habitación sintió el nudo incrementarse, su esencia estaba ahí aún olía a su perfume mucho más concentrado, como si la tuviera junto a él siempre había amado su aroma se había pasado las noches con el rostro enterrado en su cuello o en su hermoso cabello rojizo.

Para su gran sorpresa y terror todo estaba ahí, toda la ropa, las joyas, el celular y las llaves de auto, pero lo que lo destruyo y desencadenó un torrente de lágrimas como jamás imagino fue ver su anillo de bodas y el de compromiso en el mueble frente a la foto donde los dos salían sonriendo. Más que esos dos anillos, la ligera argolla de aluminio, ese era su verdadero anillo.

No se había llevado nada, se acercó y estaban cubiertos por el polvo, el metal frío lo hizo estremecer y las palabras de Lucas llegaron a él.

Se desplomo en la cama con los sentimientos estaban acabando con él, la incertidumbre que lo había acompañado desde que vio esas fotos crecieron aún más.

Además, la culpa y el arrepentimiento se estaban abriendo paso en él. Reviso todo, hasta llegar al mueble junto a la cama, el que era de Bianca dentro había un sobre el cual ya se veía arrugado como si lo hubieran sostenido por mucho tiempo

"Sorpresa"

Bianca había escrito con rotulador negro y la fecha, un mes antes de que se fuera, dentro estaba el primer ultrasonido solo se veía un minúsculo punto también había una hoja doblada.

Mark:

¡Seremos padres! ¿Puedes creerlo? Y es que yo aun no entiendo que tenga a una personita creciendo dentro de mí. ¡Estoy tan feliz! Me hubiera gustado que me acompañaras a ver por primera vez a nuestro bebé.

Pero es que simplemente no quería decepcionarte, tengo algo que confesarte, espero y me perdones por habértelo ocultado, no me atrevo a decírtelo de frente por eso lo escribo en este momento.

Mark dejo de leer ¿Y sí le confesaba que lo había engañado? se obligó a seguir leyendo.

Tienes que saber que esto paso hace casi un año, yo aún no me perdono, siento que fue mi culpa. Hace un año, me estaba sintiendo mal por lo que fui al médico y ahí me dieron la misma noticia, estaba embarazada, fui la mujer más feliz del mundo pensaba darles la noticia a todos en el cumpleaños de tu padre, pero eso no sucedió una tarde mientras estaba en la joyería comencé a sentirme mal, Lily me llevó al hospital... y perdí al bebe no tenía ni dos meses.