CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO

Las semanas se pasaron volando, Mark y Bianca tuvieron que convivir mucho más por sus hijos, ya que podían sentir sus miraditas sobre ellos todo el tiempo.

Comenzaron a salir los cuatro juntos y pasar tiempo con ellos. Andrew y Amber estaban felices con eso, era lo mejor salir con sus dos papás, más para la pequeña pelirroja, era su sueño hecho realidad, tener a su papá y que las demás niñas no se burlaran de ello.

El sábado sería la fiesta por el cumpleaños a los gemelos, Mark estaba como loco más emocionado que sus propios hijos.

— ¿Entonces está todo listo? —pregunto por décima vez

—Si Mark, ya te lo he dicho muchas veces —Bianca se río de la respuesta de Jenna.

Todos se habían quedado en la mansión Turner para disfrutar a los niños desde temprano. Peter y Lucille habían salido para disfrutar de las últimas horas del cumpleaños de ella.

—Mañana será un día fantástico para los pequeños

Los mellizos fueron despertados por una ronda de besos por parte de sus padres. Bianca estaba al borde de las lágrimas no podía creer que sus bebés ya tuvieran siete años, recordó todo el miedo que sintió cuando se enteró del embarazo, el riesgo de poder perderles.

Ella se aferró a ellos, y ellos a su madre. Mark miraba la escena, seis, seis cumpleaños que se perdió con ellos, pero no volvería a suceder así tuviera que mover cielo, mar y tierra, siempre estaría con sus hijos. 
 

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La fiesta estaba en pleno apogeo, los invitados iban llegando y los niños se veían hermosos con la ropa exclusiva de sus tías.

Todos sus compañeritos de la escuela habían asistido junto a sus padres, Kate también estaba ahí y Lily con su familia.

Bianca iba de un lado para otro atendiendo a los invitados, Lucille se había ofrecido a ayudarla, pero se negó.

Andrew se paró enfurruñado junto a su padre, que estaba con Luke, Parker y Lucas.

— ¿Qué sucede campeón? —Mark se agacho para estar a su altura, con esa expresión el niño se parecía aún más a su padre. Luke también se inclinó como Mark.

—Ya llegó Brandon Nicholson —los cuatro adultos se miraron.

—¿Quién es Brandon Nicholson?

—Un niño tonto que se la pasa pegado a Amber

Mark sonrió al ver lo celoso que era su hijo respecto a su hermana.

— ¿Y Amber? ¿Qué hace? —preguntó Parker.

—Lo ignora.

Todos los hombres rieron, sí había algo que los mantenía ahí, era la indiferencia de una mujer, sin importar la edad que tuvieran. 
 

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—Bianca. Bianca, Bianca —las gemelas llegaron junto a la pelirroja

— ¿Qué sucede? Estoy un poco atareada —contesto mientras supervisaba que todos los invitados estuvieran siendo bien atendidos.

—Pues te tenemos una sorpresa.

La pelirroja rodó los ojos y siguió a sus amigas, sabía que era imposible desistir de ellas.

— ¿Cuál es esa sorpr...

— ¿Cómo estás Bi?

— ¡LIAM!

La pelirroja se giró de inmediato, ahí estaba el castaño y sin poder evitarlo un grito de emoción salió de ella, llamando la atención de todo mundo, Bianca estaba muy feliz eran casi seis meses sin verlo. Bianca se abalanzó sobre él y Liam la sostuvo.

—Pero, pero, pero... ¿Cómo? ¿Qué haces aquí?

El castaño se río y la abrazó aún más fuerte

—Las gemelas me raptaron.

— ¡Oh Andrew va a estar tan feliz de verte!

—Sí ya sé que estás muy feliz por verme a mí también —otro castaño apareció, Thomas sonrió cuando Bianca se despegó y también lo abrazo— ¿No iban a empezar la fiesta sin mi verdad?

Bianca sonrió, adoraba a esos dos hombres, sus hijos también estarían muy felices sobre todo por Liam.