Él invitó a ella a una cita nocturna ella lo único que hacía es mirar hacía arriba.
-De dónde vengo no existen estrellas en el cielo, y cada noche es negra y fría...- ella termina de hablar y mira al suelo
-¡Eso suena horrible!- él contesta asombrado
- ¿Porque?, en mi planeta eso nunca importo...Nunca supe de su existencia hasta que llegue aquí- ella lo miro con un rostro confundido por su comentario.
- ¿que sentías al ver el cielo de tu planeta?- él pregunta con una intriga bastante fuerte.
- nada.- ella sin pensar su respuesta contesta con un rostro serio.
- ahora que las vez, ¿Que sientes?- él sigue preguntando.
- siento ... diferente, sé que no soy de este lugar,¡sé que esté lugar nunca me aceptará!. pero esas estrellas me impiden irme...Esas estrellas me impiden recordar mi planeta.- ella empieza a soltar lágrimas pero sigue mirando hacia el cielo.
- esas estrellas...¿Son lo único que te impide irte?- él después de abrazarla contesto con una voz agrietada. él sabía que para ella no sabía su razón.
-no del todo... Me hacen sentir diferente, me hacen sentir aislada pero igual me hacen sentir...tranquila y esperanzada.- ella después de un pequeño silencio habló y correspondió al abrazo.
-¿segura que solo son las estrellas?- él la miro a sus ojos morados y ella le sonrió.
-no lo creo... también lo que me impide eres tú y ...tu líder- ella miraba ala camioneta governamental que estaba llegando.
- haré que ellos te liberen lo juro- él apretaba a ella con una ligera fuerza y soltaba unas lágrimas.
-llevas diciéndome eso como estrellas hay en el cielo... Por eso eres mi estrella me llenas de esperanza.- ella cerró los ojos y lo soltó camino hacia la camioneta y alzó las manos.
Ellos disparáron.