Capítulo 10
LA BATALLA POR EL LIBRO DE LA VIDA FRENTE A LA IMAGGEN DE NEPTUNO.
Cuando el licántropo mordía con ferocidad a la Arpía, ésta con sus garras de buitre y una fuerza enorme logro desprenderlo de su cuerpo, al levantarse chorros de sangre se vaciaban de su estómago con forma de mujer , al observar de nuevo al defensor del libro, la bruja con sus pequeñas manos efectuó un ligero movimiento que produjo de la nada una nueva vida, se trataba de una pantera negra, de ojos aterrorizadores con colonillos que cualquier león envidiaría y garras poderosas que aniquilarían cualquier ser que se interpusiera en su paso.
El licántropo hizo un ligero giro de su cabeza en señal de estar listo para la nueva confrontación, el libro era ahora su casa y moriría con tal de defender el honor de los Dioses que permitieron su custodia, al mismo tiempo se cruzaron en el aire, las fuerzas del bien y el mal luchaban por el tercer elemento, necesario para la preservación o destrucción de la vida, la pantera clavo sus colmillos en la espalda del licántropo muy cerca del cuello, su poder era casi incontrolable.
Justo al lado de ellos la quimera trataba de liberar una de sus gargantas del otro lobo protector del libro, quien le impedía respirar al macho cabrío, por más que las demás cabezas intentaban atacar al licántropo para rescatar a su compañero no podían hacerlo, al estar pegadas tan cerca la ventaja que tenían se convirtió en dificultad, de repente el león con sus garras en un esfuerzo desesperado tomo al lobo por sus patas causando su derribo y debilitando la fuerza de su mandíbula que seguía aprisionando al cabrío, una vez más y con toda la furia de su maldad el felino halo al licántropo zafándolo del cuello moribundo del macho , cuando pudo aprisionarlo con todas sus poderosas garras ya no solamente la cabeza de león si no también la del dragón se encarnizaron con el defensor del libro, quien de forma lenta pereció ante la fuerza descomunal de la quimera. Un halo del dragón de una bocanada de fuego, incinero a uno de los defensores del bien, el otro continuaba en la batalla.
Con sus colmillos clavados en la espalda del licántropo la pantera, se aferró más a ella, el dolor que le infringía era tan fuerte que sentía desvanecer su vida, la bruja ensangrentada sonrió y exclamo. Mátalo , al hacerlo se dio cuenta que la pequeña serpiente que colgaba de su cuello había muerto, el lobo antes que pudiera inyectarle su veneno la destrozo de un mordisco , la Arpía sintió más rabia y con furia de nuevo pidió agritos que lo aniquilara. en ese instante del libro una pequeña sombra abandono sus hojas y se internó en el cuerpo del protector del ya casi destruido , cada pelo del licántropo se trasformó en un afilado chuchido que atravesó la boca de la pantera saliendo por su cuello , la creación de la Arpía, apenas tuvo aliento para desprenderse de un movimiento de los cuchillos, después mareada sacudió la cabeza y cayo mirando a los ojos a su creadora, la figura de la muerte apareció en escena llevándose el cuerpo de la fiera negra.
La bruja ya desperrada y aún bañada en sangre grito a la quimera para que atacará al licántropo que permanecía con vida, maltrecha y herida en su cabeza de cabrío, de un salto rodeo al lobo, trataba de comprender como atacarlo ya que su pelaje estaba cubierto de filosos cuchillos, solo la serpiente inpensante de un certero mordisco podría infringir su veneno, pero tendría antes que descubrir aquella parte del cuerpo en la que era vulnerable el protector del libro.
La Arpía de un halo de viento, con su poderosa magia encegueció temporalmente al licántropo, quien no sabía a donde atacar , la quimera se ubicó en posición de casería , agachada y sigilosa camino muy lentamente levantando su cola con final de serpiente, al hacerlo el lobo la detecto con su olfato saltando sobre ella , demasiado tarde fue , antes de arremeter contra el monstro de tres cabezas la serpiente en el aire inyecto su veneno, todo termino para el custodio, al caer al piso estaba muerto.
Un quejido recorrió el lugar, ya sin brazo y herida la bruja se recostó sobre la biblioteca de cedro – necesito pensar dijo. - la quimera lastimada y con su cabeza de macho cabrío moribunda, también se echó en el piso, con su mano restante un pequeño polvo roció sobre su estómago y el lugar del cuerpo donde se mutilo la extremidad, las heridas sanaron rápidamente y el brazo fue reencarnado en una poderosa espada – no es tan fácil vencerme dijo. Después roció la cabeza moribunda del macho mortalmente herido, este se deciso gimiendo de dolor, - nuca me agrado tu cabeza murmuro la bruja.- el monstro de tres cabezas, ahora huérfana de una testa, tendría mayor agilidad y destreza.
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Editado: 10.09.2022