siempre supiste que su lugar no era a tu lado

Santiago manejo de regreso a casa, Sofia era lo suficientemente importante para él, que le haría olvidar cualquier estupidez suya. Golpeo el volante innumerables veces al darse cuenta de la locura que estaba por cometer si Philip no lo detenía.

Apenas llego a la mansión dejo su carro estacionado y se preparaba para tocar cuando las puertas se abrieron y por esta apareció Sofia.

Sofia lo vio y se lanzo a sus brazos…no quería meditar sus acciones en este preciso instante, había pasado momentos de suspenso y terror pensando que Santiago podría cometer alguna locura o salir lastimado.

Santiago correspondió el abrazo y la beso, quería sentir esos labios, que le hacían olvidar cualquier cosa que hubiese hecho, así fuese bueno o malo.

Después de que se separasen, Santiago la llevo a su despacho dende la sentó en uno de los asientos y se dispuso a hablar.

-Lo siento. -fueron las palabras que salieron de su boca.

Sofia lo miro y pudo notar que justo ahora se encontraba perdido.

-Yo lo siento, no respete tus sentimientos en ningún momento…no sabía que, el que usara el anillo te daba tanta inseguridad.

-Shhh. -dijo colocándole el dedo índice en la boca. -puedes usarlo si así lo deseas, quiero que te enamores de mi no forzarte, quiero ser el único en tu vida, pero también se que debo esforzarme…prometo no hacer ninguna locura como la de hoy, solo si tú me prometes algo.

-Que. -dijo Sofia mirándolo con una sonrisa, se había acostumbrado tanto a este hombre que cuando lo vio descontrolado sintió una parte de su ser romperse.

-Quiero que nos vayamos de viaje y…-dijo tomando su mano y quitándole el anillo. -solo por esta vez, en todo lo que dura el viaje no quiero que lo uses.

-Pero…las elecciones están a la vuelta de la esquina.

-Si pasó esta vuelta iremos a la zona andina del país, pero si no llegara a pasas entonces iremos fuera del país.

-No te importar perder…este fue tu sueño de toda la vida no…además la terapia para recuperar mi memoria.

-Como lo sabes.

-Ricardo me lo dijo.

-Claro…mientras tu este conmigo nada de eso importa y en cuanto a tu terapia, no dijo el doctor que lo mejor sería estabilizar tu salud emocional y eso es lo que haremos en el viaje…no vas a preguntarme si lo mate o no. -dijo refiriéndose a Leandro.

Sofia tomo su rostro en sus manos y hablo.

-Se que no lo hiciste, por que de lo contrario no estarías acá y mucho menos planearías un viaje conmigo, no hemos pasado mucho tiempo juntos, pero en este poco tiempo he llegado a conocerte y puedo asegurar que no lo hiciste.

-Te amo.

-Porque tan de repente.

-Porque no hay razón…me alegra que me conozcas y no dudes de mi…pero si me vuelvo a poner intratable, podrías golpearme y devolverme a la realidad.

-Jajaja…ok…recuerda no quejarte, porque, aunque no pueda vencerle a Ricardo, puedo con cuatro a la vez.

-Enserio…

-Si Ricardo me enseño…pero aun así me ponía guardaespaldas.

-Es porque te quiere.

-Lo se…ahora vamos a merendar algo para seguir viendo los resultados y roguemos por que no salgas en las noticias, al menos no en el estado que estabas hace unos minutos.

-Philip ya se encargó de eso…llego a tiempo de lo contrario hubiera sido llevado a prisión.

-Santiago…que hiciste. -dijo Sofia como si lo reprendiera-

-Dispare…pero Philip lo empujo antes de que pasara algo.

-Como está el.

-Nadie resulto herido…solo que me dijo cosas que no pude soportar.

-Ya me imagino…bueno olvidemos eso.

-Bien vamos al comedor. -dijo Santiago alzando a Sofia en sus brazos.

***

Philip se había quedado a limpiar todo el lugar, pago una fuerte suma de dinero para callar al personal y además de eso ordenó a su hombre que extraerán la bala de la pared y esta quedara en su estado original.

Después de eso se fue con Leandro, quería conversar con él y decirle que lo mejor seria que se alejase de Sofia, aunque sabia claramente que eso sería imposible.

Llegaron al club frecuentado por el regularmente y pidió uno de sus tragos mas fuertes para empezar a tomar y conversar.

-Puedes empezar Philip, ya nadie nos está mirando.

-Aléjate de Sofia, ella esta donde siempre fue su lugar y eso lo sabes perfectamente…ahora estas casado y con hijo, tu lugar está a su lado.

-No lo voy a hacer…es fácil para ti no…alejar a la persona que amas, es por que nunca te has enamorado.

-Si que lo he estado, pero te diré algo, que probablemente mis amigos también lo olvidaron…estoy casado y no conozco ni siquiera el rostro de la mujer con la que me case, sin embargo, no ando por ahí persiguiendo a otra mujer.

-Es imposible que estes casado…la única mujer con la que saliste, esta casada con otra persona.

-Por eso dije que no conocía su rostro…en una noche de copas me case, sabes cuando lo supe…cuando estaba a semanas de casarme con la mujer que ambo…en los registros civiles decía que estaba casado…la busque para divorciarme y así casarme, pero nunca la encontré y fue ahí cuando, con todo el dolor de mi alma deje ir a la mujer que tanto quise, no quería tenerla como mi segunda opción, ni que desperdiciara su vida en mi cuando no sabia donde estaba aquella mujer…un año después de nuestra separación me entere que se casó, es feliz…tiene un hijo y otro en camino…nos hemos vuelto a encontrar y me confeso que tal vez nunca hubiese funcionado para nosotros ya que ambos queríamos las mismas cosas y nunca hubo un complemento.

-Pero Sofia no es así…ella me ama, solo que en este preciso instante esta confundida.

-No te diré nada más…siempre supiste cual era el lugar de Sofia, lo supiste desde pequeño y siempre te lo dejo claro…si deseas cegarte esta bien, pero piensa en tu hijo. Hay algunas personas que por mas que desees no son para ti.

Dicho eso Philip se fue dejándolo solo, tal vez necesitaba alguien con quien desahogarse…habían pasado ya cuatro años desde aquella noche, 3 años y medio desde que la busco, pero sencillamente no la encontró, era como si la tierra se la hubiese tragado…encontró registros de su viaje y compras, pero no importaba que tan rápido corriese nuca estaba en aquel lugar cuando iba a buscarla…ni mucho menos, pudo encontrar sus registros de vida o antecedentes.