La primera dama

REENCUENTRO

Vera aterrizo con su hijo en el país Z y ya tenía ansiedad por lo que fuera a pasar, sus hombres llevaron sus equipajes al hotel, en la suite del hotel se puso a pensar cómo es que paso todo eso.

Todo iba perfecto, sus negocios…las empresas, pero de pronto su tío viajo al país Z por inversiones y regreso con la maldita noticia de que su esposo estaba vivo, sería fácil desmentirlo si no fuera por el video, una noticia donde Philip hablaba del candidato a presidencia del país Z, el nombre y apellido dicho por esa reportera al presentarlo, fue más que suficiente para desmentirla ante su abuelo.

-Mamá en que tanto piensas.

-Mi niño es tan perspicaz…y porque tan cariñoso, normalmente me dices madre, es tan cruel.

-Cuando iremos a ver a papá.

-Cariño, deja que mamá vea unos negocios esta noche y mañana podrás verlo te parece.

-Bien…es una promesa.

-Es una promesa. -dijo tomando el rostro de su hijo y acariciándolo.

Vera dejo a su hijo a cuidado de su guardaespaldas más eficiente, no había peligro en este país, donde no la conocían por lo cual podía ir y venir con tranquilidad.

Vera se dirigió al departamento de Philip. Aun recordaba la dirección y por lo que vio en aquella entrevista, seguía viviendo ahí, tenía un vestido negro ceñido al cuerpo, acentuaba a la perfección con su piel blanca, cabellera negra y ojos verdes claros.

Toco el timbre y a los pocos minutos una mujer muy hermosa, abrió la puerta.

-Si a quien busca.

“Que hermosas son tus conquistas philip.”

-Mucho gusto busco al señor Philip Brown. -dijo Vera con una sonrisa.

La mujer no reparo en mirarla de arriba abajo e hizo una mueca con evidente desprecio, Vera lo dejo pasar, pero su actitud la irritaba.

-Lo siento, mi prometido esta descansado.

-No sabía que el señor Brown estaba comprometido, pero en todo caso déjeme hablar con él.

-Que no escucho, él está descansando y no tiene tiempo para mujerzuelas como tú.

-Le recomiendo me deje pasar y hablar con él o de lo contrario se arrepentirá.

-No lo creo y ahora vete…-dicho esto la mujer la quería empujar fuera, sin embargo, Vera la empujo a un costado y paso.

Sentado en su estudio, Philip revisaba unos documentos, la mujer al ver sus intenciones trato de detenerla, pero no pudo, fue muy tarde cuando vio que Vera ya se encontraba frente a él.

-Hola…tiempo sin verte. -dijo Vera.

-Lo siento señor…ella solo paso. -hablo la mujer.

-Está bien señorita Acosta…ahora se puede retirar, gracias por traer los documentos, pero agradecería que no se presente nuevamente de esta forma.

Vera solo rio a un lado.

-Creí que eras su prometida…no crees que deberías exigir derechos…jaja.

-Señor yo…-trato de justificarse, ya que Philip la estaba mirando mal.

-Retírate y espero que no repita eso.

Luego de eso la secretaria de Philip salió y solo quedaron Vera y él.

-…

-Puedo saber quién es la señorita y por qué viene a mi domicilio e ingresa…sabe que esto es invasión de propiedad y un delito.

-Vine a hablar de nuestro divorcio. -dijo Vera sentándose en uno de los sofás de forma relajada.

Al escuchar esas palabras, Philip se puso de pie, las únicas personas que conocían de su matrimonio eran sus amigos, y si esta mujer venía a hablar de un supuesto matrimonio estaba más que claro quién era.

La sangre hirvió en él, camino a paso firme y rápido a su lado, al llegar hasta ella la ahorco con las dos manos.

-Como te atreves…sabes el infierno que viví por tu culpa.

-Suéltame…-dijo vera golpeando su pecho, la fuerza se le estaba agotando.

Philip la soltó, pero sus ojos aun ardían de rabia.

-Te escondiste como una maldita rata, después de hacerme firmar un papel…desapareciste por casi 5 años y ahora vienes a decirme que quieres el divorcio…por qué, no podías seguir escondida.

-Couhg…couhg…solo firma los papeles y acabemos con esto. -dijo vera mientras tocia.

-Soñé con este momento miles de veces y al verte creo que prefiero quedar viudo. -dijo philip volviéndose a acerca.

Vera saco el arma que traía en su cartera y lo apunto.

-No eres el único mi vida…te hice pasar por muerto todo este tiempo y ahora reclaman ver tu lapida…que hare, creo que lo mejor es matarte.

-Está loca…vienes por el divorcio y ahora quieres matarme…sabes que arruinaste mi vida verdad…perdí a la mujer que amaba por tu maldita culpa.

-Y eso que…tu fuiste el primero en acercase a mi…esa noche fui por Carlos no por ti…un hombre tachado de mujeriego y que nunca se enamoraría, era perfecto para mis planes…pero tu te cruzaste…te vi bien y hasta ahora lo recalco eres realmente guapo y tu físico no está nada mal…no eras lo que buscaba, pero si lo que necesitaba.

-Eso da a entender lo vulgar y mujerzuela que puedes llegar a ser.

-A mí me respetas imbécil…puedo ser muy pendeja, pero nadie te dio derecho a hablar mal de mí.

-Jaja…estas apuntándome con un arma y pides respeto…que buscas, ahhh.

Vera saco papeles de su cartera y se los lanzo.

-Firma y acabemos con esto…alguien espera mi regreso.

-Que pasa, no puedes estar mucho tiempo sin que un hombre te folle…si es así porque no aprovechamos que estamos en mi departamento.

Vera disparo a un jarro en el fondo del estudio.

-No estoy para pasar el rato…no importa si es un hombre o una mujer quien me espera…en mi cama solo suben los que me gustan y tú. -dijo mirándolo. -ya no me gustas mi vida.

-Maldita zorra, para que tanto interés en el divorcio ya encontrase alguien con quien casarte.

-Si es así que…

-No te lo voy a dar…tu insististe en que nos casáramos, a tal punto que me embriagaste y me obligarte a firmar…ahora soy quien insiste en no querer divorciarse…yo no me case con quien quise y tú tampoco lo harás, al menos mientras esté vivo.




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