Capítulo 07.

**Lumos** Juro Solemnemente que no estoy tramando nada bueno **Lumos**

Ojos de un azul oscuro escanearon los alrededores, aun sin poder creer del todo lo que había descubierto y descubierto los últimos días. Tomando nota de cada persona, creatura y ser que se encontró, se preguntó que más podría haber ocultado su querida Elskan de su vida. Negó divertido y al mismo tiempo incrédulo… “Sigue el empujón; la araña le dijo a la mosca”

—Bueno Elskan, ya estoy aquí.

Emergiendo de las sombras, atrayendo casi de inmediato la atención de todos los mortales. Se abotono un botón de su saco y camino en dirección a las grandes rejas de acero negro con una gran H en el centro de todo; su agudizado oído le informo lo que estaba pasando al otro lado de dichas puertas. Encarno una ceja cuando no tuvo motivo para ser detenido, ni un solo mortal pudo acercarse a él y… ¿Barreras? Lo que sean, se levantaron cuando lo intentaron.

El empujón se volvió irresistible cuando sus ojos cayeron en una cúpula sobresaliente detrás de una cerca de tela. Lentamente escaneo a los alrededores, su pesada mirada sin perderse ni un solo detalle, el hermoso castillo sin duda alguna lo podía reconocer. Vagamente pero podía hacerlo. Aunque las descripciones y bocetos a carbón que recordaba no le hacían honor, era mucho más hermoso de lo que había escuchado e imaginado. Leyenda de hecho. Algunos débiles mortales se alejaban de él, ¿Sabían ellos lo que era? Entornó la mirada cuando sintió el empujón más cerca.

—Elskan, nunca dijiste que fuera tan magnifico… ¿Algo más que hayas olvidado convenientemente revelarnos? —Preguntó, sedosamente. Primero esperaría… y luego atraparía a su presa—. Debo decir, que estoy sorprendido.

Encontró los brillantes ojos verdes como una joya de esmeralda, contuvo el aliento porque de hecho… seguía siendo tan hermosa como podía recordarla. Con ese cabello ardiente. Sus recuerdos se encontraban confusos, tanto… ¿Qué no recordaba si eran de ese tono exacto?

Una pequeña mano, muchos más delgada de lo que podía recordar, acarició su mejilla— Hola Noble Elijah —escuchó la voz como un susurró, sus brazos no tardaron en envolverse alrededor del pequeño cuerpo, y nuevamente, gruñó por no haber sido él quién tomo venganza por el sufrimiento que obtuvo su Elskan en la infancia—. Hm-mm, vamos entonces, creó que hay algunas cosas que necesitas saber y otras que necesito saber. ¿Entiende, Elijah?

Se estremeció ante el casi siseó pronunciado entre palabras, sus ojos azules nunca abandonando a la hermosa joven mujer que no recordaba haber amado tanto como ahora… mucho menos codiciar como lo hacía ahora. Lo que no tendría que ser así.  Era como una Hermana, ¿Lo recordaba no? ¿La joven a quién había jurado proteger como su hermanita?

—Y Elijah, si te molestaste en seguir el empujón, sabrás lo que significaba. Deje de mortificarte mi Noble Guerrero… no luches con lo que siempre debió ser —sus frentes se juntaron, se preguntó en silencio que había más allá de las profundidades de los ojos esmeraldas.

—Elskan, no pude cumplir mi promesa… ¿Aun así me quiere?

El aliento cálido de la mujer entre sus brazos chocó contra sus labios— Por siempre y para siempre mi noble guerrero, no olvides… me perteneces por la eternidad… ahora, “ rompe las cadenas y control de la Bruja negra maldita, Elijah Mikaelson. Su Magia mental no servirá más en ti. Eres mío, así como soy tuya, como soy de tus Hermanos… ¡Me perteneces! ~ ¡Romper! ~ ”

Sus manos se cerraron alrededor del pequeño cuerpo cuando la inconsciencia y el dolor en su cabeza fueron imposibles de evadir.

**Magia-Sangre** **Magia-Sangre**

— ¿Necesita ayuda ahí, joven?

Hürrem levantó la mirada— Ah director, ¿Sería bienvenido? —Dio una sonrisa nerviosa al enorme hombre a su lado, no se atrevía a moverse por temor a que el cuerpo envuelto alrededor del suyo se le fuera de las manos. No era estúpida para revelar su secreto delante de todos los volubles corderos británicos.

Su director con un movimiento de mano apenas audible hizo levitar el cuerpo masculino lejos del suyo— Entonces llevemos a nuestro invitado a un lugar más privado.

— ¡Por supuesto director! Mis disculpa, había una rata que necesitaba arrancar de su cabeza.

Hürrem ni siquiera se molestó en dar más explicaciones, hasta ahora solo había tres personas a las que llamaba de esa manera, no se necesitaba ser adivino para saber de quién más o menos podría estar hablando. Miró con ojos preocupado el cuerpo que la seguía en el aire, dependiendo de todo el daño y control de la rata en su mente… podría ser peligroso cuando despertara. Apretó sus manos con fuerzas, aun sin poder creer todo lo que había leído de la investigación que los Goblin habían coleccionado.