La promesa

Cápitulo 7

Acabo de entrar por la puerta y veo que mi madre está en la cocina. Me sorprende que no esté acostada, ya que mañana se levanta pronto y es muy tarde.
-¿Dónde has estado?-me pregunta mi madre un poco seria. Le empiezo a contar lo de la quedada y que fuimos a casa de Declan, luego también le comento lo de ir a dar un paseo por la playa, lo único que no le cuento es lo ocurrido en la playa ni lo de la fiesta.
Mi madre me mira de arriba a abajo y se extraña porque esa no es la ropa que llevaba cuando salí de casa así que me toca inventarme la mentira de que me tiraron al agua en la playa en plan broma y todos acabamos mojados y la hermana de Declan nos dejó ropa, lo bueno es que mi ropa estaba en una bolsa y no estaba tan rota para que mi madre se fijara en eso. Mi madre solo asiente y se va a su cuarto.
Ya estoy en mi cuarto, me he librado de una buena bronca ya que no se a fijado en que había estado llorando.

Me he despertado con un poco de dolor de cabeza, cuando me levanto cojo y me voy a darme una ducha con agua fresca pero antes de eso veo que la luz del móvil está parpadeando. Miro el móvil y veo un mensaje de Jackson en el que me pregunta como he pasado la noche, de solo pensar en el mensaje me he puesto colorada, contesto al mensaje y me voy a la ducha.
Hoy es domingo así que cuando ya llegó a la cocina me encuentro el desayuno preparado y una nota que dice Cuando vuelva de trabajar tenemos que hablar ya que ayer me mentiste. Parece como cabreada pero no sé el motivo. Dejo la carta encima de la encimera y me tomo el desayuno.
Ya casi es la hora de comer y no he hecho nada más que estar al móvil, lo bueno es que ya hice los deberes y la comida ya está hecha.
Después de comer me voy a mi cuarto y veo que me llega un mensaje de Jackson diciéndome que si salgo, al principio no sé si decir que si o que no ya que no sé qué hacer, al final le digo de dar una vuelta y me contesta que perfecto.
Ya es casi la hora de la quedada y aun no sé qué ponerme así que cojo lo primero que veo y me lo pongo.
-¿Qué tal ?- me pregunta Jackson nada más verme.
-Bien la verdad, aún sigo un poco asustada pero por el resto bien- le contestó como si todo fuera genial ,cosa que no es verdad ya que mi madre parece que está enfadada conmigo sin motivo.
Damos una vuelta por el centro de San Francisco. Jackson ve un pequeño local así que tira de mi hacia él como si se fueran a acabar, entramos y aunque el local por fuera pareciese algo extravagante el interior era de madera con un estilo clásico pero a la vez moderno, no me esperaba encontrar algo así en San Francisco ya que es una ciudad bastante grande.
-¿Qué quieres tomar?- me pregunta Jackson a la vez que busca un sitio para sentarnos.
-No sé, ¿Qué es lo más famoso que tiene?-le pregunto ya que hay tantas cosas en el panel entre las que elegir que no se por cual decidirme.
Jackson acaba de ver una mesa libre, me coge y me lleva hasta allí. Nada más sentarnos el me indica con el dedo una imagen de un gofre, parece que tiene buena pinta así que decido pedirlo. 
- ¿Qué desean tomar señores? - nos dice muy educadamente uno de los camareros, el cual saca su libreta y apunta lo que pido que es un gofre con sirope chocolate, dos bolas de helado también de chocolate y nata, mientras que Jackson pide unas tortitas con sirope de fresa, otras dos bolas de helado de capuchino y nata. Cuando acabamos de pedir el camarero guarda su libreta y se va.
Yo me sorprendo al oír el pedido de Jackson ya que nunca había visto a nadie comer helado de capuchino con sirope de fresa.
-¿Te pasa algo?- pregunta Jackson, cuando le miro parece preocupado pero yo me empiezo a reír como una tonta, en ese momento se da cuenta de que me extraña el pedido que ha hecho. Él se empieza a reír también y estamos así hasta que el camarero nos trae nuestros pedido y empezamos a comer, Jackson me ofrece un poco yo pongo una cara de asco, en plan broma, pero él insiste en que pruebe, al final lo pruebo y me asombro porque la mezcla de sabores es muy diferente a lo que había probado yo antes, pero la verdad es que esta deliciosa.
-Tienes buen gusto aunque al principio no pareciese que iba a estar bueno es de lo mejor que he probado- le digo sonriéndole.
Pruebo lo que he perdido y me sorprende que este sitio no estuviera en los restaurantes que deberías visitar si vienes a San Francisco ya que es de los mejores gofres junto al mejor helado que he comido en mi vida.
Ya hemos acabado de comer y ya es de noche así que Jackson me lleva hasta casa, aunque Jackson tiene coche hemos ido y vuelto andando.
Antes de llegar a la puerta de mi casa cojo y beso a Jackson apasionadamente él continúa el beso y nos quedamos así durante un par de minutos, que a mí se me hacen eternos pero a mí me encantan.
Cuando abro la puerta veo que la luz del salón está encendida, se me había olvidado la nota de esta mañana que me dejo mi madre.
-Hola Kate ven al salón cuando puedas- me dice con un tono suave. Yo dejo las cosas en mi cuarto y voy a ver que quiere mi madre.

 



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En el texto hay: misterio, sexo, romance adolecente

Editado: 03.10.2019

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