Todo comienza con un intercambio de miradas...
El no deja de verla ni ella a él tampoco.
Aquel paisaje taciturno hace que aquella química que existe entre ambos explote...
Esos ojos mirándome fijamente... Sabiendo que aquella promesa que hemos hecho no fue en vano... Y ahora que lo tengo jamás lo dejaré ir... Mi amado Alberto.
PRÓLOGO
Todas las personas tenemos un propósito en esta vida. "¿Qué propósito podría tener una chica a los 16 años?".
Yo les responderé esa pregunta. Mi misión empezó a los 14 años, tratando de mantener unida a mi familia. Y me alegra decir que cumplí con esa tarea.
Vivía mi vida con un poco de dolor, al saber que me había separado de la persona que más amaba.
Pero... ¿Qué pasaría si la persona que tanto amas la vuelves a encontrar?
Mi amado Alberto... Esta ves no te dejaré... Es mi promesa.