No quiero levantarme, no quiero ir a la escuela, hoy no estoy de humor para aguantar las maldades de Jenny y Rocío. Me acomodo de nuevo en mi amplia cama para dormir un rato más. “Esperen un momento”, me incorporo de golpe y empiezo a recodarlo todo; el accidente, una habitación extraña, una chica verde “santo dios” y casi lo olvido mi pequeño ataque de pánico. Definitivamente no cambio más. Ahora que lo pienso ¿Dónde estoy? Parece una habitación común y corriente pero ese no es el problema. De pronto la puerta se abre, no quiero más sorpresas por favor, rezo internamente. Una mujer de cabello rubio entra a la habitación. Viste botas de cuero, Jeans ajustados y una blusa blanca estilo "sábado por la noche". No sé porque pero no me genera confianza.
- ¿cómo te sientes Kara? - ahora ya sé por qué no me generaba confianza.
- Yo no me llamo Kara – mi voz sale en un susurro, lose soy patética.
Un suspiro cansado escapa de mi acompañante.
-¿Cómo te llamas entonces?- no parece enojada pero no lo puedo asegurar.
- Lía Méndez – digo insegura, no sé qué es lo que espera de mi exactamente. Frunce el ceño ¿se habrá enojado?
- ¿Qué es lo último que recuerdas?- “pregunta fácil”
- Volvía a casa de la escuela cuando…- me sentía muy apenada admitiendo mi torpeza.
- Cuando … - me animo a continuar.
- No vi venir un auto a mucha velocidad- dije una verdad a medias. ¿me hubiese visto muy tonta si le decía que
literalmente me arroje al auto por un impulso?
Un nuevo suspiro se le escapa. Se sienta a mi lado y me observa de manera tal como si quisiera averiguar mis mas grandes secretos.
-¿Cuántos años tienes?- sigo sin entender porque tanto interrogatorio.
-17. ¿Puedes decirme donde estoy?- digo desesperada ya que tengo la sospecha que no estoy ni cerca de mi casa.
- estas en la Pre-Fortaleza claro está.
- ¿Cómo dices?
Mi cara debió parecerle cómica por que se le escapo una pequeña risa – ven un segundo conmigo por favor- se levanta de la gran cama y yo la sigo. En ese momento me doy cuenta que estoy descalza y además de eso “!¿que demonios estoy usando?¡”, este short blanco no cubre lo básico y este ¿ top? Esperen un momento…
- Necesito un espejo por favor- estoy a punto de colapsar de nuevo lose.
- Esa puerta de ahí es un baño, hay un espejo allí- señala una puerta contraria a la que entro.
Me dirijo casi corriendo ahí. Entro y distingo el espejo enseguida, me observo y la sangre se me congela en el cuerpo. “¿quien demonios es esa rubia barby?”.
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Tuve un sueño horrible, lo cual es raro, yo no suelo soñar con nada. En este caso perdía todos mis poderes y la Fortaleza me obligaba a vivir con los humanos. “definitivamente fue una pesadilla”.
El sol fuerte sobre mi cara me obliga a reaccionar. Esta vez sé que estoy en un hospital. No estoy con Lina, no estoy en la Fortaleza, estoy en un sucio hospital al cuidado de simples humanos. Mi energía está en su nivel más bajo, pero mi cabreada está en un nivel supremo. No puedo mover mi cuerpo, me duele respirar y tengo una duda que me carcome la vitalidad “espero por todos los dioses equivocarme” si tan solo pudiera mover mi brazo.
“¡tú puedes Kara!”, me he visto en situaciones peores, puedo con esto. Me concentro en levantar el brazo izquierdo ¡demonios! Duele demasiado, suspiro de manera lenta y lo intento de nuevo. “perfecto” mis dedos empiezan a moverse torpemente. Si mis sospechas son ciertas estoy en un gran problema. Mi primo es un poco despistado, agradezco haber heredado una gran astucia e inteligencia.
Un doctor entra por la puerta. Su bata blanca y su cara de no haber dormido en unos días lo delatan. Además estoy segura que es humano…”solo ellos tienen esa mirada tan desdichada”.
-¿Cómo se encuentra señorita?- me contengo de decirle que tengo ganas de mandar todo al demonio.
-¿puede entenderme señorita?.
Asiento una sola vez y lo observo casi sin pestañear. Quizás el no sepa mi verdadera identidad y eso es algo a mi favor.
- ¿Qué es lo ultimo que recuerda? ¿sabe donde se encuentra?
Llego el momento de la verdad. Miente.
- No recuerdo lo que paso y no se donde estoy- digo de manera segura. Se jugar muy bien este juego.
- Muy bien. Una ultima pregunta ¿recuerda su nombre y su edad?.
Cierro los ojos un momento y la respuesta llega sola.
- Lía , me llamo Lía.