La Quinta Hija

Capítulo 12—Don´t dream it´s over

Now I'm walking again to the beat of a drum

And I'm counting the steps to the door of your heart

Only shadows ahead

Barely clearing the roof

Get to know the feeling of liberation and relief

Emma 

El frío de la mañana me hace levantarme, abro los ojos apreciando a mi guapo prometido que duerme a lado mío, la espalda trabajada y el cabello desordenado es lo primero que veo.

El hotel en el que estamos es bastante acogedor, logré convencer a Alex que nos quedáramos en Crondiessel unos días más.

Alexander aún sigue creyendo que no sé sus movimientos con la princesa extra.

«Esa estúpida no va a arruinar mis planes»

Beso al inicio de la espalda del rey tratandolo de despertar.

—Alex, despierta cariño…

—Emma, ya te dije que no durmieras aquí.

Observo la cama al lado de la que estamos.

—Entonces, para eso hubieses pedido dos habitaciones.

—Las malas lenguas lo repiten. 

Me masajeo la cien.

Me siento apoyando la espalda, abrazando mis rodillas. 

—Soy tu futura esposa, la futura madre de tus hijos, quiereme un poco. 

No dice nada, se enrolla la chaqueta y sale al balcón a observar como la nieve cae.

—Alex, dime algo. Por favor. Yo te amo…

—Yo no, mis sentimientos están dirigidos hacia alguien más. 

—¿Puedo saber quien es? —trato de empañar mis ojos. 

—Es una princesa.

Es todo lo que dice, me encierro en el baño.

«Antes lo negaba» Ahora ya lo dice sin un poco de vergüenza. 

Esto no se va a acabar aquí.

Me alisto y arreglo, salgo del hotel hacia la mensajería. Debo enviar unas cuantas cartas a varios lugares. 

—Disculpe, ¿hay alguna dirección para hacer llegar información al concejo de Crondiessel?

+

Alcíone

1 mes después

Handace

 

La brisa del balcón me hace temblar, mientras aprieto el abrigo a mis brazos. El frío es cada vez peor.

Prefiero adentrarme en la habitación que comparto con Maureen y Ilesha. Cierro bien la puerta del balcón cuando pequeñas gotas de lluvia empiezan a caer. Apenas está empezando la tarde y el cielo está oscuro. Mis hermanas duermen cada una en su cama. Me recuesto en la mía que está entre las dos. Ilesha lee un libro y Mau duerme aprovechando el tiempo libre. 

Desde que se canceló mi coronación, el concejo ha estado detrás de mí. Pero les dimos algo con que entretenerse cuando mi hermano mayor y la princesa de Handace anunciaron públicamente su fiesta de unión. Así que estaremos unos días en Handace conviviendo con Hughes, Surya y Kaela Ardelean, familia real. Para nuestra mala suerte, llevamos dos días aquí, sin poder cumplir con alguna actividad, a causa de la lluvia todos pertenecemos en nuestros cuartos, menos a las horas de la comida. Mamá logró hablar con unas de las siervas para que me ayudara con la comida, ya que la doctora Hoffman me ha prohibido uno que otro alimento. 

—¿Qué lees? —le pregunto a Ilesha.

—Un libro sobre las leyes de Crondiessel.

—Esa es la versión corta, cuando terminé de leer la larga casi me da algo.

Sonreí, en realidad si me había costado aprenderme las leyes.

—¿Sabías que en un reino llamado Lowside, usaban la ablación como castigo para mujeres adulteras? 

—Creo que también a niños bastardos.

Da una mirada de asco.

—Que inhumanos. 

—Demasiado.

Después de un rato, Ilesha se duerme. Y cuando todo está en silencio es cuando mi cabeza empieza a pensar. ¿Debería decirle a Alex? ¿O es mejor callarme? ¿Y si luego mi hijo me odia por no conocer a su papá?

Son muchas dudas y miedos. Y lo más seguro es que en unos días lo vea, pues Jamsflor está invitada a la fiesta.

Y llegará con su “perfecta” prometida, con cuerpo lindo, cabello resplandeciente y ojos con vida. Mientras yo, por culpa suya, me desconozco cada día, las bonitas piernas que tenía, ahora son dos hilos, no existen mis cachetes, y mis senos no paran de crecer, haciendo que también me duelan cada vez más.  Mi madre piensa que no es normal, así que mañana iré a una ecografía, y si tenemos la suerte, saber si Hathor cumplió una vez más. A pesar de todo, no he parado de pensar en él, ella o ellos. Su carita, si tendrá mis ojos, o tendrá el océano atrapante y peligroso de Alex, si será rubio como su papá o pelinegro como yo. Si tendrá pestañas kilométricas como yo o si su tez será tan blanca como su papá. O si será amargado, si me dejará dormir, si le gustarán las tartas o simplemente sea tranquilo y sea pensativo como su papá. Si me pongo a pensar, por ningún lado me parezco a Alex, tenemos personalidades tan diferentes, que me pongo a cuestionar si de verdad hubiésemos congeniado. 

El sueño me gana y me despierto cuando ya el sol ha desaparecido.

—Ya despertaste bella durmiente —Mau me murmura mientras se retoca frente al espejo—, arreglate que en breve sirven la cena.

Me alisto y bajo junto a Mau, en el camino me encuentro a Henrik.

—¿Cómo te has sentido? ¿Náuseas o algo? ¿Comiste algo, Alcíone? Recuerda que debes subir de peso, necesitas nutrientes y… —se activa en plan doctor.

Aunque tiene algo de razón, me dormí y se me olvidó por completo el hecho de la merienda.

—Todo bien hermanito —toca mi cuello, frente y manos «Ya está igual que papá» 

—El rey Alexander vendrá el día de la fiesta, se invitó a Jamsflor ¿lo sabías?

—Sí, igualmente, no estaré mucho tiempo en la fiesta, haré acto de presencia y luego me devolveré a mi cuarto, no es porque me sienta intimidada, Emma no me intimida ni un poco, pero la reacción que tuve el día del cumpleaños de papá no fue normal, y si me da otro episodio de ese tipo, podría poner en riesgo mi salud y la del feto. 



#10591 en Fantasía
#2338 en Magia

En el texto hay: realeza, contenido +18, enemies to lovers

Editado: 14.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.