La Quinta Hija

Capítulo 13— Love On The Brain

Alex

La gran corte de Handace se ve ante mis ojos. Es un reino muy alegre. 

A mi lado, Emma se retoca los labios.

—¿Qué planes tienes para la estadía ? —pregunta guardando el espejo.

Me encojo de hombros con la mirada puesta en la ventana.

—Solo venimos por invitación, por nada más. Además yo iba a venir solo, tú te colaste.

—¡Es mi obligación como tu futura esposa, Alex! —reclama.

Pone sus ojos en blanco. 

Al llegar a la corte unas siervas nos esperan, en frente de ellas Sebastian y Kaela. 

—¡Bienvenidos! —saluda ella, el cabello castaño claro se le desliza hasta la espalda. Abraza a Emma y la recibe con dos besos en las mejillas—, gracias por venir chicos.

Se dirige a mí, bajando la cabeza dando el debido respeto. Para luego abrazarme, no oculto la sonrisa

—¿Cómo estás insecto?

—Mejor que tú, rana.

Kaela es como mi hermana menor, pasamos muchos años de nuestra infancia juntos, cuando nuestros padres visitaban nuestros reinos íbamos con ellos.

—Esto es increíble, los dos nos vamos a casar, conociéndote corriste de una a conseguirte una novia para seguir mis pasos…gracias por tomarme como ejemplo a seguir —bromea y ruedo los ojos.

Sebastian se acerca apretando mi mano con un leve asentimiento. 

—¿Cómo estás Bash? —le tiendo la mano a su prometido.

—Bien.

Responde secamente «¿Está incómodo?» 

—Las siervas los llevaran a su habitación, en dos horas tenemos actividad en uno de los jardines. Vendrá gente del pueblo, será un evento de campo, juegos, música, comida por montones. Los esperaré —nos comenta la princesa, le regalo una sonrisa y dejo que nos lleven al cuarto. 

Mis ojos se pasean por los pasillos.

Nos instalan en el cuarto y Emma decide darse una ducha. Mientras yo reviso papeles que me traje de Jamsflor, para adelantar trabajo. Cuando sale, aprovecho yo y descansamos un rato. El viaje fue pesado, casi 8 horas. Emma se queda dormida y yo salgo. 

Visualizo a Dhananjay, tomando algo de una taza y viendo como preparan las cosas para el evento.

—Comandante Chatox —saludo.

—Rey Syntox —contesta llevando la taza a sus labios.

—Es un gusto verla.

—Igualmente —la comandante de fuego es la más cerrada de sus hermanas, pero tiene rasgos muy suaves y dulces, sin embargo eso no le quita que detone seguridad. 

—¿Cómo se encuentran los reyes?

—Muy bien, gracias —me mira y es casi imposible no pensar en Alcíone con las joyas verdes que tienen en los ojos estás mujeres «No importa que arregladas o no arregladas estén, lucirán impecables» 

—Hace mucho que no sé nada de Crondiessel…¿sus hermanos como están?

—Bien… —contesta despacio—, ¿vino con su prometida?

—Si.

Respondo brevemente.

—¿Ya tienen fecha para la coronación de la princesa?

Respira hondo.

—Teníamos, se tuvo que aplazar. 

—¿Qué? ¿Por qué? —no oculto mi extrañeza. 

—Faltan algunas cosas… ya sabes, entrenamiento para Alcíone y cosas así.

—Que extraño, pensé que ya estaba preparada, siendo parte del concejo escuché cuando se le cedió el permiso.

—Bueno, el pan no siempre sale de la forma en que lo amasas, igual te lo debes comer así.

Me despido y me dirigo a la sala real. El rey de Handace se acerca a mí junto a su esposa.

—Rey Alexander, es un placer tenerlo aquí.

—El placer es mío Hughes, reina Surya —saludo.

—¿Su prometida?

—Descansando, sabrán que el viaje es largo.

—¿Los han atendido bien? Es la primera vez que viene usted, en nombre de Jamsflor, y queremos que se lleve una grata experiencia.

La reina es bastante conversadora, mientras su esposo solo opina algunas veces.

La conversación se detiene por un minuto cuando el rey llama a alguien.

—¡Alcíone! —la llama y me volteo.

—Sus majestades, —se inclina sin verme— ¿me llamaba?

—Als, Kaela quería hablar contigo y con Alexander, así que denme un segundo los busco, aprovechando que están aquí.

Los reyes van en busca de su hija, mientras Als y yo nos quedamos solos. 

—¿Cómo estás? —soy el primero en romper el silencio.

—Bien —contesta levantando el rostro, detallo su rostro «Tiene algo diferente» —¿tú?

—Supongo que igual.

Respiro profundo.

—En realidad quería disculparme, he de aceptar que me he sobrepasado en algunas cosas. Sé que no debí llegar así por así, sin haberte avisado que me había tenido que comprometer por obligación. Alcíone, yo te sigo queriendo…

—No digas cosas que no son verdad. Si de verdad me quisieras me hubieses dicho el porqué, me habrías hecho llegar una carta, o un mensajero, algo, explicando la razón de tú ausencia.

—Me equivoqué, lo sé, pero tenía tanta presión encima, que casi caigo en lo profundo.

Trato de buscar sus ojos.

—Dame otra oportunidad, por favor.

—Lo siento, Alex pero no, me parece horrible que creas que aceptaré algo contigo sabiendo que te vas a casar con Emma.

—Entonces casate tú conmigo.

Me mira sorprendida, sus ojos se abren como platos y antes de formular algo, Kaela y Bash llegan.

—Als, Alex, queremos hablar con ustedes —Kaela pide.

—Claro —respondo, ya que Alcíone aún está en pausa. Bash mira a su hermana.

—¿Estás bien Als? —ella asiente.

Bash mira a su futura esposa que está emocionada. Ella junta sus manos con brillo en los ojos.

—¿Quieren ser nuestros padrinos?

Respondo inmediatamente aceptando, Kaela es una hermana y no podría negarme. 

—¿Als? —le pregunta su hermano.

—Claro, Bash —lo abraza.

Kaela está realmente emocionada con su boda, y yo me alegro de que sea así, Sebastian no es mal hombre, y si ella está feliz con él, entonces estaré tranquilo. Alcíone empieza a contarle cosas sobre los colores de los vestidos, las flores y le agradece el haberla elegido para un momento tan importante.



#10580 en Fantasía
#2337 en Magia

En el texto hay: realeza, contenido +18, enemies to lovers

Editado: 14.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.