☾ Capítulo XXVII ☽

La noche había llegado finalmente. Jungkook y Jimin yacían tumbados en el suelo de la habitación que recién habían terminado de acomodar. En el ático, la cama y ropa de Jungkook estaba acomodada en sus respectivos lugares, así como uno que otro cuadro colgado en la pared y repisas con figuras coleccionables de diversos personajes; por otro lado, la habitación -ahora estudio- que había quedado con las paredes en un tono suave de azul cielo, también constaba de algunos muebles como un escritorio y un pequeño librero, unos sillones tipo puff color blanco y una mesita de madera en medio de estos. Frente al ventanal, quedó el espacio suficiente para colocar sus guitarras así como el piano que tenía pensado en comprar.

Se podría decir que el trabajo estaba hecho, pero sus brazos dolían como el infierno, pues entre la pintada, limpieza y decoración, estas extremidades fueron las que más sufrieron. Así que ahora sólo estaban ahí, echados, observando el techo y tomando un gran respiro tras la larga jornada.

— Sabes, hyung — el menor de ambos fue el primero en hablar, dirigiendo su vista hacia quien había llamado. Este giró a verle, esperando su comentario. — planeaba pintar de nuevo dentro de unos meses, pero bien creo que puede durar algunos años, ¿no crees?

Park rió bajito, asintiendo hacia él. — Sí, durará mucho tiempo; mi habitación no la he pintado desde hace años y aún tiene buen color.

— ¿Cómo es? — Cuestionó intrigado, girando su cuerpo para quedar sobre su estómago, sus codos sostenían el peso de su rostro, el cual reposaba sobre las palmas de sus manos. Por su parte, Jimin estaba buscando las palabras adecuadas para describirle el lugar.

— Uhm... las paredes son gris oscuro, casi negro, excepto una que es roja y es donde tengo mi cama. — El rubio ladeó su rostro, pensando cómo describir el resto del lugar. — Tengo una repisa con figuras, como las que pusimos aquí, una televisión, un estéreo y, también, un escritorio y baño.

Cuando giró a ver al menor, se encontró con sus ojitos llenos de curiosidad, preguntando en silencio por más detalles, pero él sólo agregó al final "Es todo". Y Jungkook abultó sus labios, inconforme.

— Eso no fue tan descriptivo como crees, hyung. — Reclamó Jeon, ganándose una sonrisa tenue por parte de Jimin.

— Mejor, en lugar de decirte cómo luce, ¿por qué no vas? Quiero hacer una pijamada, de cualquier forma. — Propuso Park, ganándose una respuesta positiva del adverso, quien además lucía muy emocionado.

— Oh, eso suena divertido; ¿cuándo será?

— Este lunes que viene. Papá irá con Sohye a visitar a los padres de ella, se llevarán a Jihyun por las fiestas, así que podremos hacer todo el desastre que queramos.

— ¿No será navidad el siguiente lunes?

— Sí, ¿por qué?

— Creí que pasarías las fiestas con todos en tu casa. — Jimin asintió ligeramente.

— Estaremos juntos en Noche Buena y se irán al día siguiente a Busan, allá pasarán el Año Nuevo. — Respondió con una sonrisa, observando a Jungkook después. — Entonces, ¿querrás estar conmigo en navidad?

El menor sonrió, asintiendo al mismo tiempo. — Claro, hyung, le avisaré a mis padres.

Dando por terminada la conversación, Jimin se puso de pie y fue a tomar las bolsas con basura que habían acumulado, Jungkook por su parte se dispuso a guardar las herramientas utilizadas. Cuando el rubio atravesaba la sala para salir, se encontró con Monryan terminando de adornar algo en la cocina, un pastel, para ser específicos y, cuando la mujer notó la presencia del otro, no dudó en llamarle.

— Jimin-ssi, ¿ya han terminado?

— Sí, alrededor de hace veinte minutos pero estábamos tomando un respiro.- Respondió con una sonrisa, alzando su cuello para ver mejor lo que hacía la mujer. — ¿Realmente le gusta consentir a la familia, eh? — Comentó con una sonrisa en su rostro, ganándose un asentimiento por parte de la mujer.

— Amo hacer esto, mi madre me enseñó todas sus recetas y, así como ella lo hizo conmigo, planeo preparar todas y cada una de ellas a mis hijos. — Una cálida sonrisa se dibujó en los labios de la mujer, quien después giró hacia la dirección de Jimin. — Quizás Sohye te dé un día sus recetas, también.

Jimin negó con una ligera sonrisa, recargándose en el marco de la puerta hacia la cocina. — Soy un desastre en la cocina, a decir verdad, mi hermano, por otra parte, le va bastante bien.

— Pero los pasteles que trajiste para Jungkook en la fiesta quedaron deliciosos.

— Oh, eso es porque ella prácticamente los hizo, yo sólo mezclé los ingredientes. — Confesó, un poco avergonzado.

— Bueno, por algo se empieza. — Le dijo, riendo después. — Ahora vayan a darse una ducha y bajen para cenar, ¿sí? Jin y Namjoon fueron a comprar la cena, ya han de venir en camino.