4 de Diciembre de 1576
Amado y fiel Arturo.
Me apenas en gran manera deciros que mis deseos carnales y puros sentimientos románticos no son menores que los vuestros, os admito que por las noches sueño con vos y la noche de bodas más mi inocencia no es capaz de pasar la barrera de los besos y caricias.
Por otra parte, os informo que envíe, un día antes de que mi anterior misiva fuera enviada a vos, una a mi hermana Carmen en la cual por sugerencia de mis consejeros les despoje a ambos "traidores" todos sus bienes y posteriormente os envíe a una casa en el campo, lejos de aquí, mientras que a los dos niños, mis sobrinos, los tomé bajo mi ala.
Este acto fue bien visto por mi pueblo aunque temo que mi hermana vuelva a levantarse de su propia caída, puesto que ella es demasiado manipuladora y gran parte de mi pueblo ignorante, mas no os juzgo, ya que mi persona es demasiado llamativa y antinatural en aspecto.
Sin más que decir, os deseo suerte para que vuestros problemas se resuelvan rápido y vuestro regreso próximo.
Siempre tuya.
Padme.