5. Infierno

Entró al Salón de química y no hay nadie, era de esperar.

Me siento en una silla, saco mi teléfono y pongo música de Ariana grande Love Me Harder.

Por suerte tomé mi cuaderno de dibujos, me pongo a dibujar hasta que todos vengan.

Cinco minutos después escucho el timbre por sobre mis audífonos, sonrió. Ya era hora.

El Salón empieza a llenarse de estudiantes, los últimos en entrar es Trevoll quien me mira un poco asustado, luego mira a Nathalie.

Esta me mira con odio, yo solo sonreí inocentemente y la saludo.

Ella me enseña el dedo corazón, a lo que yo le guiño el ojo.

Miro de nuevo a Trevoll quien aún sigue parado en la entrada del Salón, parece que tiene una batalla interna consigo mismo.

Le hago seña para que se siente al lado mío, él me mira por unos instantes luego mira a Nathalie y luego a mí nuevamente.

Duda unos segundos, pero acepta.

Sonrió triunfante.

Se sienta a mi lado, algunos estudiantes se nos quedan mirando, no les pongo atención, a lo único que le pongo atención forzosamente es a Trevoll.

—Hola—digo divertida sonriendo.

—H-Hola...—dice mirándome confundido y nervioso.

— ¿Nervioso Trevoll?—le preguntó con una sonrisa.

—No, para nada—dice mirándome— ¿Por qué lo estaría?

—No lo sé, tú dime...—le digo aun sonriendo.

Va a responderme, pero es interrumpido por el Profesor.

~*~

La hora paso y debo decir que fue la mejor clase de química que he tenido en mi vida.

Ver a un Trevoll nervioso y sin saber que hacer es... encantador.

Me dirijo a mi auto, ya despacharon hace como diez minutos.

Voy a entrar a mi auto, pero soy detenida por Trevoll.

— ¿Qué sucede cariño?—digo sintiendo náuseas por lo último que dije.

Trevoll no es feo, vamos, por algo es el chico popular del Instituto, pero es un completo pendejo estúpido que no sabe más que meterla...

—No sé a qué estás jugando ahora, pero será mejor que lo dejes, si no quieres tener problemas serios—dice mirándome serio.

Wau pasó de un Trevoll nervioso y confundido al Trevoll de siempre.

— ¿De qué hablas?, yo no estoy jugando a nada—digo con la sonrisa más inocente que pudiera haber hecho en mi vida.

— ¿No? ¿Y qué fue eso en la cafetería esta mañana? ¿Y en la clase de química también? ¿Eso no fue nada?—dice levantando una Ceja.

—Nop, si hablas del beso que te di esta mañana no fue nada, solo fue eso, un beso inocente— digo.

¿Qué rayos acabó de decir?

¿A caso dejaron de funcionar las neuronas de mi cerebro por la inmensa hambre que tengo?

Creo que sí... Pienso que debe ser eso.

— ¡Por Dios! Soy el novio de tu hermana y somos cuñados, no me vengas con eso de que fue un beso inocente porque no te lo creo.

Me acercó a él lo suficientemente para rozar nuestras narices, paso mis brazos por su cuello—Tú dijiste que ibas a convertir mi vida en un infierno si no quitaba mi auto de aquí ¿no?, déjame decirte mi querido Trevoll... Que eso será difícil—digo con un puchero—Porque ya estoy en él... Además, quiero ver lo que harás si no cumplo con tus órdenes cariño...— terminó de decir con una sonrisa para luego girarme y subir a mi auto.

Es hora de trabajar...