—Creemos que Arundel es un refugio —explicó Lug—, un lugar desfasado de la realidad física de Ingra, un lugar puro, protegido, secreto.
—¿Otro mundo? —inquirió Yanis.
—No exactamente, no está totalmente separado, solo desfasado, por eso no resulta posible percibirlo directamente.
—No suena muy real.
—Es completamente real. He estado en ese tipo de lugares interdimensionales en otros mundos, como por ejemplo Avalon, que es el santuario de una especie no humana.
—Entonces, ¿Arundel abriga una especie no humana?
—Muy posiblemente.
—¿La especie original de Ingra?
—Todo parece apuntar a eso, sí —confirmó Lug.
—El problema —dijo Cormac—, es que según la información a la que tuvimos acceso, el cuaderno de mi esposa Marga, Arundel era el único lugar donde la Reina de Obsidiana estaría a salvo para prepararse para su futuro rol de unir a Ingra, pero si el plan ha sido saboteado y la traición viene del propio Arundel…
—Tenemos que sacarla de ahí —musitó Lug—. Eliminaron la presencia de Calpar para poder tenerla a su merced. Y Liam… necesitaban anular a Liam —comprendió Lug con horror—. ¿Cómo pude ser tan necio? ¿Cómo pude…? —se agarró la cabeza Lug.
—Pero lo de Liam era parte del plan original, si Liam no caía, Sabrina hubiese tomado su lugar y… —intervino Cormac.
—¡Al diablo con el plan! ¡Original o saboteado! —gritó Lug—. Nunca pensé que diría esto, pero… creo que debo seguir los consejos de Lorcaster.
—¿Qué fue lo que te aconsejó? —inquirió Cormac.
—Seguir mis instintos.
—¿Y qué te dicen tus instintos, Faidh? —preguntó Yanis.
—Que tenemos que movernos rápido si queremos frenar al manipulador.
—¿Qué propones? —quiso saber Cormac.
—Voy a hacer lo que he querido hacer desde el principio, lo que te planteé mil veces en Sansovino: rescatar a Liam. Necesito saber dónde lo tiene Stefan.
—Stefan lleva a sus prisioneros a la Torre Negra, es su lar secreto —dijo Yanis—, su centro de tortura clandestino. Está bien fortificado y protegido por medios físicos y mágicos. Muy pocas personas han salido de allí vivos y casi ninguno es capaz de recordar cómo se llega al lugar. Pero estás de suerte, porque yo soy una de las únicas personas que sobrevivió a la Torre Negra con la memoria intacta sobre su localización. Puedo llevarte allá, Faidh.
—No, solo indícame cómo llegar, iré solo —le dijo Lug—, y por favor, deja de llamarme Faidh.
—¿No confías en mí?
—No es eso, Yanis. Necesito que te ocupes de otra cosa.
—¿Qué cosa?
—Encuentra a Garret y detenlo, o en su defecto, encuentra para quién trabaja. Necesitamos saber quién está actuando como enlace entre Arundel e Ingra.
—¿Qué hay de mí? —preguntó Cormac—. ¿Qué quieres que haga yo?
—Calpar —respondió Lug—. Búscalo y llévalo a Caer Dunair. Te encontraré allí con Liam.
—Bien —asintió Cormac.
—Tenemos quince días para preparar el viaje —dijo Yanis.
—No, salimos esta noche —lo corrigió Lug.
—Pero dijeron que Harris…
—No iremos al continente con Harris —lo cortó Lug—. Yo los teletransportaré a Sansovino junto conmigo. Desde allí, cada uno tomará su camino.
—Guau —fue todo lo que atinó a decir Yanis.
—Ahora, necesito que me digas cómo llegar a la Torre Negra —le pidió Lug.
Yanis descolgó un viejo pergamino de un soporte en la pared, hizo lugar en su atestado escritorio y lo extendió con cuidado sobre la madera. Era un viejo mapa, ajado y desactualizado.
—La Torre Negra está enclavada en las montañas de Ladema —señaló—. La forma más directa de llegar es partiendo de un pequeño pueblo llamado Nadur.
—No necesito eso, solo necesito ver en tu mente la torre y transportarme allá —dijo Lug.
—Nunca vi la torre, Lug. Stefan siempre se asegura de que nadie entre ni salga de allí sin tener los sentidos debidamente anulados. Y me temo que tampoco tengo memorias de Nadur. Mi viaje a la torre no fue exactamente turístico.
Lug gruñó por lo bajo.
—¿Dónde está Nadur exactamente? No lo veo en este mapa —dijo Lug.
—Está por aquí —señaló vagamente Yanis un área carcomida del mapa.
—Eso no ayuda mucho.
—Lo siento, sé que mi ayuda te parece pobre, pero te aseguro que es la mejor pista que vas a encontrar en todo Ingra sobre la Torre Negra.
—De acuerdo, y después de llegar a Nadur, ¿qué?
—Tres kilómetros al norte exacto de la aldea, encontrarás un sendero que lleva al corazón de las montañas. La Torre Negra emana energía mágica. Es invisible para los humanos corrientes, pero alguien como tú… No dudo que la detectarás fácilmente. Penetrar el campo de protección es otro asunto, sin embargo. Ningún mago lo ha logrado, no desde afuera.
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Editado: 19.02.2021