La Reina Del Mafioso

Capitulo 21

 - ¿Crees que esto es original?- Le pregunte a la chica que estaba a mi lado sentada en el sofá de mi departamento.

 - Si es original, para una primera cita lo es.- Contesto Trayce mientras ambas mirábamos la hoja de papel con colores.

  Había recurrido a mi amiga para que me ayude a buscar un lugar tranquilo para tener mi primera cita. La idea principal la tuve yo y ella me ayudo a desarrollarla.

  Decidí que mi primera cita con Enzo seria en el "Parque Central" y haríamos un pic-nic con variedades de alimentos, jugos cítricos y gaseosas, ya que no sabia exactamente los gustos de el.

 - Bien el paso numero cuatro es ir a tiendas para conseguir los alimentos.- Dijo mientras se levantaba del sofá.

  Yo la imite y comenzamos a colocarnos los abrigos.

 - Ya tengo un lugar en mente para ir.- Se coloco una bufanda.

 - Esta bien, vamos.- Le conteste.

  Tome las cosas esenciales para estar fuera de casa y salimos hacia el ascensor el cual estaba con poca actividad. Es sábados y la mayoría de los becado decidimos que es un día adecuado para el estudio o para el trabajo. Ambas estábamos felices por ir a comprar las cosas para el pic-nic pero esa felicidad cayo como un balde de agua fría cuando vimos a través de las puertas del lobby del edificio la lluvia caer con furia.

  Nos miramos con las bocas entre abierta por no creer que estaba lloviendo. El clima estaba loco.

 - Bueno...- Hablo ella.- Solo rogemos que no llueva el domingo.- Concorde con sus palabras con un asentimiento de cabeza.

  Largue un suspiro.

 - Creo que sera mejor ir por el paraguas.- Le conteste cuando ella ya tenia una mano en el picaporte cromado.

 - Buena idea.- Dimos media vuelta y nos adentramos nuevamente en la caja de metal.

  Observe los diferentes alimentos que descansaban dentro de una canasta de paja que me presto Trayce. Pero creo que no seria usada hoy. La lluvia no paro desde el viernes cuando fuimos a comprar las cosas con la misma mujer que me presto la canasta. No podre tener mi cita al aire libre y ya no sabia que hacer para solucionar el problema. Tome un trago de agua de un vaso y deje el objeto de cristal en el mármol que había entre mis piernas. Estaba sentada sobre la mesada de la cocina mientras miraba el exterior por la pequeña ventana del área. Comencé a mover el vaso en una forma inconsciente ya que la concentración solo se enfocaba en una cosa, como solucionar el problema de la cita.

  Se me venían muchas ideas a la cabeza pero ninguna parecía buena ya que Enzo no quería estar en un lugar donde hubiera mucha gente.

  Me rendí. Marque su numero para cambiar la fecha de la cita aunque la deseara tanto en estos momentos.

 - Martina.- Su voz sonó desde el otro lado de la linea.

 - Enzo.- Largue un suspiro.

 - ¿Que sucede?- Escuche de fondo un movimiento de papeles.

  De seguro no para de trabajar nunca.

 - Creo que debemos cambiar la fecha de la cita, el tiempo esta horrible.- Pase una mano por mi frente.

  Un rayo ilumino la oscura cocina.

 - ¿Que tenias planeaste para la cita que este tiempo horrible no nos deje hacer?- Pregunto más concentrado ya que el ruido lejano de papeles paro con brusquedad.

  Quería que fuera sorpresa pero creo que no tengo de otra.

 - Un pic-nic al aire libre.- Le conteste algo apenada.

 - Eso lo dejaremos para el próximo fin de semana.- ¿Próximo?- Y ahora abrígate bien que en una hora iré por ti.- Mando.

 - De acuerdo.- Largue otro suspiro.

 - ¿Estas decepcionada por que tu plan no salio a la perfección?- Aunque no lo veía sabia que estaba sonriendo de lado.

 - Si.- Volví a jugar con el borde del vaso.

 - Te prometo que ese plan no sera descartado pero si sera remplazado por otro solo por hoy. No siempre todo sale como lo deseamos.- Era verdad. Siempre sus palabras eran realistas.

 - Confió en ti, Enzo.- Sonreí cuando escuche su risa del otro lado.

 - No sabes cuanto me alegra oír eso.- Nos quedamos un rato en silencio.- Bien, en una hora voy por ti.- Rompió el silencio cómodo que habíamos fabricado.

 - Claro. Adiós.- Deje el vaso a un lado.

 - Adiós.- Y con eso corto la llamada.

  Baje de la mesada y busque el conjunto que había elegido para la cita que estaba guardado dentro del placar-escalera. Me coloque los jeans claros, con rapidez me cambie de remera a una más gruesa de color blanca, encima de eso me puse un suéter de color marrón claro, saque de una percha una camisa a cuadros verde y negra, y por ultimo saque una campera de jean unos tonos mas oscuros que mis pantalones. Pero no me pareció lo suficiente abrigador y decidí colocar una bufanda tejida blanca en el cuello. Camine hacia el sofá y me acomode para leer los apuntes de la clases del viernes.

  Estaba tan enfundada en preparar bien la cita que me había olvidado de estudiar.

  Luego de un rato alguien golpeo la puerta y sabia quien era ese alguien.

  Con movimientos fugaces tome las llaves, mi billetera y el celular. Abrí la puerta y no me espere encontrar a semejante hombre informal.

  Enzo estaba vestido diferente. Mis ojos no estaban acostumbrados a verlo sin trajes caros. Estaba totalmente sorprendida por la sencillez, pero con estilo, de su ropa. Tenia un buzo rojo con capucha y cordones blancos, encima de esa prensa tenia una chaqueta de cuero algo formal con cierres dorados en los bolsillos y las mangas, también tenia un pantalón de jean obscuro que cubría sus largas piernas, unas botas marrones y en una de sus manos llevaba un empapado paraguas negro.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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