La Reina Del Mafioso

Capitulo 58

 

Canciones:

Carla Morrison - Disfruto.

NF - Can You Hold Me?

 

  Tome la copa que tenia Enzo frente suyo sobre la mesita de café y la acerque a mis labios y a mi nariz para olor el aroma de la bebida alcohólica que estaba tomando mi novio. Enzo dejo de observar al hombre que le hablaba para mirar como tomaba un sorbo de aquella bebida burbujeante. La garganta me ardió y el sabor amargo me dio asco hasta tal punto de arrugar la nariz disgustada por mi mala idea.

 - Al principio te sabrá asqueroso.- Una voz femenina capto mi atención y cuando la encontré con mis ojos me di cuanta que era la rubia de bote que acompaña a Nicolas.- Pero luego de unas probadas más te resultara delicioso.- Su tono no era el que yo esperaba sino que era una amable y relajado.

 - Igual creo que es suficiente para mi por hoy.- Deje la copa sobre la mesa de café y trate de sacarme el mal sabor de mi boca con un poco de agua. La rubia de bote me sonrió antes de meterse nuevamente en la conversación en la que estaba con su pareja y otras personas.
Tire mi cuerpo hacia atrás y automáticamente mi espalda impacto contra el respaldo de cuero negro del sofá. Me acerque un poco más al cuerpo de Enzo el cual sin dejar de hablar dejo su brazo izquierdo sobre el respaldo quedando a la altura de mi nuca para poder acurrucarme mejor contra su cuerpo el cual me resulto cálido y relajante. Observe como el fuego de la chimenea quemaba varios troncos gruesos los cuales cada tanto chirreaban como si se hubiese quebrado una parte de ellos. 

  Todo el mundo estaba concentrado en charlas de diferentes temas, hasta llegue a impresionarme que yo estuviera involucrada en una de ellas, pero todo el mundo cayo cuando la puerta se abrió y entraron diferentes tipos con diferentes vestimentas pero no variaban del color negro. Los hombres y las mujeres sin pareja refunfuñaron al mismo tiempo que se levantaban de sus asientos. Enzo tomo mi mano y me ayudo a ponerme en pie.

 - Hemos alejado a la policía con una carnada...- Uno de los hombres que había entrado no pudo terminar de hablar porque fue interrumpido por un castaño de apariencia joven.

 - ¿Como carajo alejaron a la policía?- El hombre que había sido interrumpido se puso tenso cuando todos lo mirábamos serios.

 - Carreras callejeras fueron trasladadas al centro de la cuidad lo que causo un gran revuelo y la policía tuvo que pedir refuerzos lo cual dejo débil la vigilancia a la casa.- La mano de Enzo se detuvo en la parte baja de mi espalda lo cual me hizo poner la piel de gallina.

 - Entonces nosotros ya nos retiramos.- Anuncio Enzo.

  Nos despedimos de todo el mundo los cuales también se irían ya pero no saldrían todos al mismo tiempo para no llamar mucho la atención. Cuando salimos al porche Enzo se saco su saco y lo coloco sobre mis hombro para luego guiarme hasta la camioneta. Mis ojos se encontraron con los de Milo el cual nos observo como todos lo hacían hasta llegar a la camioneta pero su mirada seguía siendo una de reprobación la cual me molestaba cada vez más. Subí a la camioneta y Enzo copio mi acción. Ambos nos miramos a los ojos y sabíamos lo que sucederia apenas estuviéramos a solas en la habitacion del departamento.

  Mi corazón nunca fue tan rápido cuando Enzo estampo mi cuerpo contra la pared cuando entramos a la habitacion iluminada por las luces de la ciudad y enfrascada en las canciones que se escuchaban a través de los parlantes del estéreo. Enzo tomo mis piernas y me obligo a rodear su cintura con ellas para luego empujar sus caderas contra mi cuerpo logrando que un gemido se escapara de mis labios al sentirlo tan cerca mio. Sus labios buscaron los míos y como si los míos fueran unos insectos que vieron una luz cerca suyo me pegue a sus labios con ansias de saborearlos, con ganas de saborear por completo a Enzo. El beso se intensifico a tal grado de entre beso y beso tomábamos un poco de aire sin ganas de separarnos para nada. Tire de su cabello lo cual provoco que Enzo me apretara más contra su cuerpo acompañado de un gruñido. Mis manos viajaron de su cabello hasta sus hombros los cuales acaricie hasta que tire de su saco por la molestia de no sentir su piel debajo de mi mano, Enzo me ayudo a sacarle su saco pero eso no me basto y seguí con los botones de su camisa de un verde oscuro que impida a toda costa que se vieran sus tatuajes pero si se notaba su pecho trabajado.

 - ¿Impaciente mi reina?- Dijo Enzo mientras sus labios decendian por mi mentón hasta mi cuello donde sus dientes capturaron un pedazo de mi piel logrando que me quejara por la opresión que sentía entre mis piernas lo cual me estaba volviendo loca pero lo que hizo que perdiera mi uso de razón fue cuando soltó mi piel y lamió todo el largo de mi cuello.

 - Te deseo y demasiado.- Dije luego de un suspiro pesado cargado de excitación. Metí mi mano bajo de su camisa y no pude contener una sonrisa cuando un suspiro salio de los labios de Enzo cuando acaricie sus abdominales calientes con mi mano deseosa de estar en todas partes totalmente inquieta.

  Nunca había tenido relaciones sexuales pero creo que en mi mente hay un manual de instrucciones para como hacer esto correctamente que estuvo oculto mucho tiempo hasta que di mi primer beso, desde ese día sentí muchas cosas en mi interior y en parte sabia que era la excitación de un contacta físico amoroso pero solo pensé que era por ser mi primer beso pero luego de compartir varios momentos con Enzo me di cuento que esa excitación aparecía cuando nos besábamos y aumentaba cuando nuestros cuerpos se alocaban provocando que el contacto físico sea más intimo, y solo déjenme decirles algo, es tan adictivo hasta para una persona como yo decidida a llegar virgen al matrimonio pero ese deseo fue descartado desde que empece a salir con Enzo.



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En el texto hay: armas, romance, mafias

Editado: 06.07.2021

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