La Revolución Del Ejército I: Los Experimentos Malditos

Capítulo 23

Ziehen no podía creer lo que estaba viendo, el chico, al igual que todos sus compañeros, fueron testigos de todo lo ocurrido antes de que soldados esqueléticos aparecieran, ninguno supo qué hacer, solo podían observar desde las gradas del gimnasio.

La voz y el aspecto de Arivel eran desagradables, era ver un cadáver con piel, piel que estaba de un aspecto grisáceo, estaba pálida, sus soldados no eran muy diferentes a la chica, aquellos hombres que había nacido de esa nube de polvo eran igual de desagradables de ver que a la mayor, la chica hizo siete de ellos, no solo con su cuerpo sino también con armadura y armas, ellos estaban justo tras ella, protegiéndola.

— Cálmate — el teniente estaba asustado y se le notaba en la voz, no era la primera manifestación que veía, pero nunca había visto algo así — ¿Arivel? — está, solo respondió con un gruñido, a lo que dio que tres de sus soldados avanzaran a por el teniente.

Aunque podrían pensar que los cadáveres soldados se moverían de forma lenta y torpe, no podría estar más equivocado, se movían con mucha fluidez, casi de ser personas comunes y corrientes que están en una buena forma física.

— ¡Detente! — gritó el teniente cuando aquellos soldados estaban bastante cerca, Arivel no hizo caso.

— ¿No deberíamos ayudar? — preguntó Zohan a su lado.

— Deberíamos, pero no sé cómo — respondió Creyl, sin poder apartar la vista, y es que efectivamente ninguno sabía qué hacer en esta situación.

Sin previo aviso se escuchó un crujido, el cual provenía del cuello de Arivel al girarse para ver a Naila, el corazón de Ziehen dio un vuelco en ese momento, la chica comenzó a retroceder de forma lenta teniendo los brazos en alto, mostrando que no es un peligro, al parecer poco le importa a Arivel en este momento, porque los cuatro hombres restantes se comenzaron a acercar a la chica, mientras la mayor solo se quedó en su lugar sin moverse.

— ¿Arivel? — Naila no se escuchaba preocupada, su voz no temblaba, se notaba segura.

Arivel solo se quedó en su sitio, era impresionante ver como la chica controlaba a siete “personas” a la vez, ya que los otros tres, que están con el teniente, en este momento se encuentran en una pelea, mientras los restantes se acercan de forma peligrosa a Naila.

— Arivel — volvió a llamar a la mayor para que reaccionara — debes tranquilizarte — a pesar de que los otros no entendían muy bien, las palabras de la chica tenían mucho sentido y es que Arivel estaba viendo su miedo frente a sus ojos, no a Naila ni al teniente, ni a sus compañeros, ella veía otras amenazas, era a eso lo que estaba atacando, lamentablemente ella no era consciente de esto.

— Hay que hacer algo — dijo Zohan a lo que todos estaban de acuerdo, pero ninguno reaccionaba.

— Tranquilízate — volvió a decir Naila, esta vez Arivel respondió con otro gruñido — ¿Sabes que si no paras me harás daño? — otro gruñido, Naila suspiro y vio a los cuatro hombres que la rodeaban — solo quiero que sepas, que pase lo que pase, no fue tu culpa.

Sin previo aviso la chica se lanzó a la mayor para atacar, los hombres eran rápidos y la interceptaron sin problema evitando que pudiera acercarse a Arivel, no había pelea más injusta que está y es que era uno contra cuatro, de los cuales todos ellos tenían armas.

Ziehen se arrepentía de no entrenar más sus poderes, de ser así podría haber ayudado a la chica, se sentía un inútil por completo, miró al resto de sus compañeros y noto que ninguno podría hacer nada. Creyl no tenía poderes, Zohan recién había descubierto los suyos y los escudos de Menry eran débiles, si intentaba hacer alguno podría desmayarse.

Se levantó para interferir, tal vez podría hacer que algunos soldados lo siguieran, no lo sabía, pero no podía quedarse de brazos cruzados en todo esto, iba a bajar cuando alguien lo agarra del brazo, era Creyl.

— No intentes nada Ziehen — dijo el chico, su voz sonaba apagada — es mejor no hacer nada y esperar a que Naila salga bien de esto — no comprendió sus palabras de inmediato, cuando lo hizo su corazón se apretó.

— ¿Quieres decir que puede morir? — Ziehen estaba atónito ante la sola idea de que eso pudiera pasar.

— ¿No lo entiendes? — comentó Creyl — es una manifestación, tus poderes son mucho más fuertes en ese estado, si piensas que una táctica de distracción funcionara estás equivocado, Arivel puede traer a más y terminaremos peor — el chico tenía razón, en la etapa de manifestación no hay límites, el plan de Ziehen no funcionaría — si Naila tiene un plan, ella tiene más posibilidades de éxito que tú y que cualquiera que nosotros.

Ziehen se quedó de pie y volvió la vista donde ocurría el enfrentamiento, solo esperaba que la chica saliera victoriosa de todo esto.

Naila aún estaba soportando bien, aunque su objetivo se había alejado, los soldados lograron que retrocediera algunos pasos, pero de todas formas la chica Snorb tenía claro su objetivo, iba bien, pero se descuidó de uno de los soldados que tenía por detrás, este aprovechó para dispararle en una pierna.

Ziehen pensaba que esas armas no harían daño, y es que no pudo estar más equivocado, lo supo cuando escuchó el gritó de dolor de Naila, esta cayó al suelo por un instante, pero rápidamente se puso de pie, giró y enfrentó al soldado que recién la había atacado, para su fortuna logró deshabilitar al hombre cadáver, el problema no sabía cómo usar el arma.



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En el texto hay: cienciaficcion, amor, poderes

Editado: 10.03.2024

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