La Revolución Del Ejército I: Los Experimentos Malditos

Capítulo 31

Naila estaba apagada, de pronto todo se sentía tan irreal, a veces le daba la sensación de que no estaba en su cuerpo, solo era una mera observadora, no le gustaba estar así, pero tampoco sabía que hacer, se sentía dolida, como si le acabaran de arrebatar algo que atesoraba y es que ella quería mucho a Ziehen, jamás había sentido lo que sintió con él, por otra persona.

Ella quería que su dolor se acabará pronto, quería dejar de pensar en él, pero se le hacía imposible, en especial luego de que al joven se lo llevaran preso, él ni siquiera se había resistido y esa mirada antes de salir del gimnasio la destruyó, era de una persona completamente entregada a su destino, y esa forma de despedirse de ellos.

A pesar de que todos estaban un tanto distraídos por todo lo que había pasado estos últimos días, tuvieron que seguir entrenando, de todas formas, acabaron antes porque el teniente debía irse, todos ya sospechaban porque, pero decidieron no decir una palabra, se fueron en silencio a la habitación.

La joven Naila al apoyar su cabeza en la almohada escuchó un ruido, con cuidado se incorporó y levantó la pequeña almohada blanca, al hacerlo dejó al descubierto unos papeles, los tomó y vio que eran cartas.

Naila

No sé si leerás esta carta, pero antes de irme tenía que explicar todo, prefiero hacerlo por este medió porque considero que no deseas hablar conmigo y lo respetó.

Como te dije, mi padre fue tomado preso hace ya casi 7 temp, yo me quedé solo y fui a para al orfanato, me quedé ahí hasta que cayó una bomba, como una vez te comenté al gobernador le encanta echarle la culpa de sus errores a Nigerzad, eso fue exactamente lo que sucedió. Brais me llevó con él por un tiempo para que yo no dijera nada, pero ahí tomé la decisión de hacer un trato con él.

Yo estaría de su lado si prometía que no le haría daño a mi padre, incluso si en el juicio salía que era culpable, que lo mantuviera con vida, este aceptó y pues yo me quedé a su lado haciendo algunos trabajos que me hubiera gustado no hacer.

Como sea, él hace un temp, me pidió que me uniera a los experimentos, tampoco es que pudiera decir que no, por lo cual ya sabes que tuve que presentarme, él me dijo que los mantuviera vigilados, a todos, en caso de que alguno ocultara algo con sus manifestaciones, en un inicio no se me dio mucha información, pero tampoco pensé que esa pequeña tarea se me haría difícil.

Al principio era fácil vigilarlos, no les tenía cariño, ni apreció, no los veía como cercanos y me atrevería a decir que no me importaba si algo les pasaba, pero los meses pasaron, convivimos todos los días y empecé a conocerlos cada vez más, decidí que si el gobernador me pedía información sobre ustedes y yo sabía algo, no se lo diría.

Y tenías razón, si me acerqué a ti por qué fue lo que se me pidió, eras de las personas más retraídas junto a Creyl, por lo que se temía que tú si podías ocultar algo, no tuve remordimientos en su inicio, luego cuando confiamos uno en el otro y vi quien eras en realidad, me sentí muy mal.

Me atrevería a decir que intente alejarme, pero me gustaba estar a tu lado, me enamore de tu sonrisa, de tú afectó y de ti por completo, por primera vez en años no me interesaba mi padre, solo tú, y yo empecé a desear ser feliz a tu lado.

Lamentablemente, tomé malas decisiones, el teniente me pilló metiéndome en algunos lugares buscando información de mi padre y se me dio un ultimátum, a pesar de eso fui fiel a mí mismo.

A pesar del riesgo que era no hacerle caso al gobernador, decidí que no diría nada, que callaría, esos meses no los busque, ni a ti ni a Creyl, tampoco vi algo que se me hiciera extraño, pero tampoco estaba atento a nada, cuando paso la pelea con Arivel, me di cuenta de mis sentimientos por ti, tuve miedo de perder aquello que me había dado ganas de vivir de nuevo, por eso estuve tan pegado a ti, tenía miedo de que ya no pudiéramos estar juntos.

Cuando descubrí que tenían poderes, fue todo sin pensarlo, me desperté en la noche porque Zohan estaba hablando dormido, noté que tú no estabas y Creyl tampoco, pensé que algo malo te había pasado y te busque, los encontré en el bosque a ti y a él, escuche que tenían poderes y que tú deseabas decirme que te habías manifestado, me fui del lugar esperando la conversación del día siguiente, que tú me dijeras que tenías poderes para yo decirte que también los tenía, y que los había podido ocultar como tú.

No me había dado cuenta de que el teniente me había seguido, supongo que ya habían pensado que yo no diría nada, tuve una larga conversación con él, intentando decirle que ustedes no tenían poderes y que no sabía dónde estaban, él no me creyó y los encontró en la azotea.

Esa noche no pude dormir, esperando que volvieran, me hacía pensar que todo fue un mal sueño, pero al final todo fue real, cuando me llamaron a la sala no sabía qué hacer, qué decir, todo me pilló de improviso.

Por días esperé que llegaran, que tal vez dijeran la verdad para que los dejaran ir lo antes posible, lo que menos quería era que los lastimaran, no deseaba eso, cuando te vi volver por un momento creí que todo se había solucionado, me equivoque.



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En el texto hay: cienciaficcion, amor, poderes

Editado: 10.03.2024

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