La sorpresa

Volvió y abrió lentamente la puerta, salió un aire helado que le erizo la piel, miró a la camilla y no había nadie…

El hospital tenía un subterráneo donde llegaban las ambulancias que dejaban cadáveres en la morgue. Las escaleras del hospital estaban cerca de la sala donde estaba María. Se escucho un grito que venía de las escaleras de la morgue.

-: ¡Saquen me aquí no estoy muerta! :-

Esa noche no fue ninguna ambulancia nadie sobrevive una noche sin respirar era imposible que alguien siguiera vivo en esas condiciones. Bajó corriendo las escaleras y encontró un cadáver en el piso. Estaba aterrada ¡Era la misma joven que se fue! En ese momento se quedo inmovilizada como era posible. María subió la escalera muy confundida, fue a las camillas y encontró una rosa negra fresca y muy brillante. La intento tomar, pero no se podía parecía que ella era un alma que no podía tomar nada. Se escucharon unos pasos en el pasillo que iban adonde ella.

La puerta se abrió y apareció esa joven de nuevo estaba vestida de enfermera, sonreía muy extraño como si la estuviese fingiendo, se sentó arriba de María como si ella no la veía, que existiera. Llamó a la puerta un hombre muy alto vestido de negro con un gran sombrero que le decía a la joven que se llamaba Andrea que le devolviera su rosa, la rosa que le había dejado a María. El agarro del cuello y le gritaba que le devolviera su rosa. Andrea lo golpeó epuerta se abrió y apareció esa joven de nuevo estaba vestida de enfermera, sonreía muy extraño como si la estuviese fingiendo, se sentó arriba de María como si ella no la veía, que existiera. Llamó a la puerta un hombre muy alto vestido de negro con un gran sombrero que le decía a la joven que se llamaba Andrea que le devolviera su rosa, la rosa que le había dejado a María. El agarro del cuello y le gritaba que le devolviera su rosa. Andrea lo golpeó en el estómago con su rodilla, la soltó y fue corriendo a la sala donde estaba la rosa, y se encerró. María desesperada observaba todo. El hombre rompió la puerta y encontró a Andrea tirada en el piso con la rosa en la mano para entregársela. El hombre agarro la rosa y se marcho. Andrea sin saber lo que había pasado apareció en la morgue mirando los nombres de los difuntos, alguien la controlaba.