LUNA DE MIEL
Llegaron a su luna de miel en África. El hotel era un sueño. Al fin estaban allí y sabían que iban a descansar. Ya no más trabajo ni preocupaciones por 7 días. Una semana pura y exclusiva para disfrutar de su amor.
Lara dejó las maletas y se desviste . Kal la miraba con amor.
Lara. — ¡Voy a llamar a mi madre para saber como está Jared!
Kal. — ¡Dale! Voy a pedir algo para comer y luego nos daremos una ducha.
Lara lo toma del cuello y lo besa fogózamente.
Mientras disfrutaba del paisaje llama a su madre. —¿Ma? Soy yo.
La madre al otro lado del teléfono. — ¿Qué tal la luna de miel?
Lara. —¡De maravilla! El lugar es un sueño ¿Y Jared?
La madre. —Se fue con su padre. Vinó hoy a la tarde y dijo que lo tendría él estos días hasta que ustedes regresen ¿Estuve mal en permitir que lo llevará ?
Lara. — No mamá, esta bien. Es su padre y es su derecho ¿Y papá ?
La madre. — Se fue hoy a la cabaña. Dijo que no volvería hasta la noche. Que tenía cosas que hacer. Ya sabes como es él.
Lara se ríe. — ¡Si ma, ya lo sé! Bueno entonces llamaré a Jukka para saber como está Jared. Nos vemos cuidate. Te mando un gran beso.
La madre. — Tu tambièn cuídate mucho y saluda a Kal de mi parte ¡Te amo hija! ¡Besos!
Lara miraba por la ventana el atardecer y Kal la tomó por atrás y le da suaves besos por su espalda. —Te tendría así, desnuda para mi durante estos siete días.
Lara. — ¡No te olvides que nos apuntamos para algunas excurciones
!
Kal. — ¡No lo olvidé! ¿Qué te pasa?
Lara. — Jukka se llevó a Jared a su casa.
Kal. — ¡Esta bien amor, es su padre! Y que mejor que pasar estos días con él ¡Vamos, estará todo bien! Comunicate con èl para saber como está el enano.
Lara. —Si ya voy a llamar ¿Pediste para comer?
Kal. —Si, en un rato traen.
Lara llama para saber como estaba Jared y Jukka le digo que no había nada de que preocuparse. Que disfrutaran con Kalevi su luna de miel.
Los tres primeros días en África eran como un sueño. Tuvieron excursiones y tomaron fotografias del lugar. Cada vez que estaban en el hotel hacían el amor como sí fuera la primera vez.
Kal estaba recostado en un sillón, su esposa lo miraba y se sonreía.
Kal. — ¡Ven aquí conmigo! ¿De qué te ríes?
Lara. — Eres el esposo más sexy del planeta. Cualquier mujer moriría por tenerte, (se sube arriba de él) pero eres mío, sólo mío.
Kal. — ¡Ya me lo han dicho!
Lara. — ¿Qué te han dicho ?
Kal. — ¡Qué soy sexy! (ella se cruza de brazos y se hace la enojada), si, una peliroja sexy reciéntemente casada y es mi compañera de trabajo.
Lara juega con Kal. Lo besa de pies a cabeza y llega a su braga, levanta su mirada y le dice. — ¿Y es tan sucia como yo a la hora de hacerte el amor?
Kal la aferro a él y la ama. Se apodera de su cuerpo.
Kal. — ¡Lari debo contarte algo!
Lara estaba en la cocina preparando un trago para los dos. — ¿Qué paso? Dime.
Kal. —Me mandaron un mail. La fuerzas militares quieren que regrese al trabajo. Mi padre movió sus contactos.
Lara. — ¡Bien amor! Me parece justo que te devuelvan tu trabajo ¡Estoy feliz por ti!
Kal. — Si. Cuando regrese debo presentarme. Otra cosa, esto, lo nuestro no voy a dejarlo. Vamos a trabajar de forma particular sin intermediarios. Bueno, voy a trabajar solo sin intermediarios.
Lara lo mira y levanta su ceja. — ¡Vamos a trabajar dirás! Yo quiero seguir.
Kal. — Si tu quieres sí.
Lara se apoya sobre la mesada, le alcanza el vaso y le dice. —¡Somos un gran equipo!
Kal. —¡Lo sé amor! ¡Lo sé bien!
Lara se despierta en medio de la madrugada asustada. Va por un vaso de agua y regresa a la cama. Miraba a Kalevi dormir muy tránquilo. Le acarisia el cabello y no podía dejar de contemplar aquel bello rostro. Él se da vuelta y la mira.
— ¿Qué secede cariño?—preguntó Kal y le da un beso.
Lara. —Nada, solo tuve una pesadilla.
Kalevi. —Trata de dormir, fue solo un mal sueño.
Lara se pega junto a Kal y quedó pensando en aquel mal sueño. Sentía una fuerte punsada en su pecho, como que algo malo iba a pasar.
Al día siguiente van a un paseo para recorrer el lugar donde vivían los animales e interactuar con ellos desde lejos.
Estaban pasando una muy linda jornada hasta que suena el teléfono de Kal y él atiende.
Kal. — ¿Si? ¿Quién habla?
Al otro lado de la linea. — ¡Amigo Kalevi! Soy Sebastian —manifestó Sebastian muy risueño.
Kal mira a su esposa y le pide que no hable. — ¿Sebastian? ¿Qué quieres?
Sebastian. — ¡Estoy ofendido! Se casaron y no fuí invitado. Fue malo no invitarne ¿Acaso no somos amigos?
Kal. — Fue una ceremonía intima Sebastian ¿Para qué llamas, qué quierés?
Sebastian. — Nada, solo quería invitar a los recién casados a beber unos tragos pero llegue a Soumi y no estaban. ¿Qué tal es África, me lo recomiendas?
Kal. — ¿Quién te dijo que estamos en Africa?
Sebastian. — Conocí al ex esposo. Está cada día más grande Jared. Es igual a su madre.
Kal le grita. — ¡Hijo de puta! No te acerques a mi hijo o juró que te mató.
Sebastian. — Dile a tu esposa que revise su mail.
Editado: 19.05.2021