Capitulo 10

Daniela

Una buena amiga me dijo una vez..."Sonríe mucho y disfruta el momento, si no lo intentas no sabrás como fue, después veremos que pasa"

Ahora si estoy dispuesta a escuchar el peor grito y regaño de mi vida, mentiría si no diría que le temo a ese nuevo profesor, se supone que hace 1 hora termino sus clases, pero...

— No seas miedosa Daniela, que más podría decirte—Susurre mientras suspiraba, delante de la puerta de la dirección.

—¿Qué se supone que hace que no ingresa señorita Smith?—Gire la mirada,la señorita Marlene me observaba mientras cruzaba los brazos.

—¡Me asusto!—Exclame asustada.

—Así debe tener su conciencia, ¿Por que no ingresa?—Me dijo mientras seguía observándome entrecerrando los ojos.

Escuche un poco de ruido, de repente se abrió la puerta.

—Bien señorita Taylor, vaya a cumplir el castigo que le indique, no quiero verla merodeando por los pasillos.— Gire la mirada el señor Guerra abrió la puerta serio, detrás Taylor salió mientras se despedía.

Ella me observo seria, mientras me daba un leve empujón.

—¿Se le ofrece algo señorita Smith?, yo le indique que regrese hace una hora, ahora no la necesito, debe dirigirse a cumplir su castigo, quiero ver limpio toda la cancha de deportes y la piscina.

Lo observe desconcertada, ni siquiera sé dónde queda eso.

—Profesor no se donde queda eso—Me interrumpió mientras cruzaba los brazos

—Pregunte entonces, no sé cómo es en su pueblo, pero aquí es distinto, no está en su casa y otra cosa, esta sancionada toda la semana para que ayude en la biblioteca.

—Pero...

—¿Sigue aquí? ¿acaso no fui claro con usted?—Me observó mirándome con suficiencia.

—¿Profesor guerra no cree que es demasiado castigo para una alumna?—Gire la mirada, la señorita Marlene coloco una mano sobre mi hombro mientras observaba al profesor.

—Aquí el profesor soy yo, para eso me contrataron, para corregir la indisciplina, no se meta en mis asuntos secretaria, ¿a que vino?, muévase señorita Smith ¿o quiere que se lo repita? — Volvió a gritarme, lo observé enojada, pero no dije nada, la señorita Marlene me sonrió mientras me indicaba que me retirara, asentí mientras caminaba por el pasillo, en ese momento el timbre de mi celular me alarmo, me sobresalte, observe a mi alrededor, se supone que no debemos contestar llamadas en clases, pero ahora no estamos en una, así que.

Era Teo, el fondo de pantalla tenía una foto que le había tomado cuando fuimos a pasear un día.

Inicio de llamada

—Buenas tardes joven— Sonreí en broma aunque no podía verme, escuche que se carcajeaba desde la otra linea.

—Buenos días señorita, ¿ya desayuno?— Pregunto, mientras que yo seguía caminando y leyendo cada uno de los letreros que nos indicaban cada salón de clases.

—Hace rato, aquí ya es buenas tardes—Dije mientras observaba lo tarde que ya era desde la ventana.

—Es cierto, estuve investigando por internet y la diferencia de hora es mucho cierto, ¿todo está bien? ¿Te están tratando bien? — Dijo un poco acelerado, lo interrumpí, no quiero mortificarlo, debe detener muchos problemas allá, suspire mientras trataba de sonreír

—Por supuesto, todos son muy amables conmigo, aparte Camila esta aquí, todo esta excelente — Dije mientras suspiraba, ni yo me creo eso.

—Me alegra que así sea, entonces, no te pregunto por tus clases, por que eres una experta en eso, espero que las matemáticas no te creen un mal momento — Dijo mientras hacia un pequeño ruido como si hubiera abierto una envoltura, seguro debe estar comiendo algo, me sorprendería si no lo hiciera, el siempre come mucho.

—¿Estas comiendo? Come despacio te harás daño, luego estarás enfermo y no estaré ahí para regañarte — Dije con un poco de nostalgia, recordando nuestras pequeñas peleas por ese tema, que terminaban con una guerra de cosquillas, intente que las lagrimas no aparezcan — Ahora no tengo clases.

—Si estarás para regañarme—Susurro, me quede en silencio.

—¿Qué? No escuche bien—Dije mientras aclaraba mi voz.

—Nada, dije que me gustaría que me regañaras y verlas también, bueno...esto, ¿Cómo estas tu y como esta Camila? — Dijo mientras susurraba eso ultimo, sonreí , estoy segura que esta nervioso, creí que ya la había olvidado.

—¿Quieres hablar con ella? — Pregunte mientras seguía caminando, por fin encontré un letrero que decía "Sala de  deportes", abrí la puerta mientras observaba el interior, si que era muy grande, aunque me sorprendí al ver a Jeison, Oliver, Taylor, Emily, Alexa y Emanuel también estaban con unas escobas en las manos.

Gire la mirada Camila y Eli estaban sentadas observando un poco lejos, ¿Pero que hacían ellos aquí?

—¿Dani, todo está bien?— Me sobresalte saliendo de mi asombro, había olvidado a Teo.

—Sí, no te preocupes, acabo de llegar a donde debería haber llegado, quiero decir — Me entrevere con mis propias palabras, escuche su risa que me hizo sonreír.

—No te preocupes, debes estar ocupada, conversamos después, iré a ver tu padre mas tarde, me invito a cenar, eso es muy extraño— Dijo mientras estornudaba, creo que esta limpiando.

No pude evitar reír al escuchar las bromas de sus hermanitas.

— Son diana y Lili, ¿verdad?—Pregunte refiriéndome a sus hermana, el suspiro mientras escuchaba que las echaba de su habitación.

— Si, ya sabes les gusta invadir mi espacio personal — Dijo con algo de molestia

—Salúdame al pequeño Ignacio y a tus padres también — Intento decirme algo pero se quedo en silencio. — Saludare a Camila de tu parte de acuerdo — Escuche como comenzó a toser de forma exagerada — Te quiero y te extraño mucho, cuídate, ¿Estarás bien? — Pregunte mientras sentía un vació en el pecho. Teo es el mayor de 4 hermanos, se llevan muy bien.

—Lo haré, también te extraño, a ambas, si sucede algo me lo debes contar, ¿De acuerdo? — Pregunto, asentí — ¿Acabas de asentir verdad?— Sonreí — Bueno, hablamos luego, iré a desayunar o si no ya sabes como se pone mi madre y eres una mala mentirosa, eso de estoy excelente sonó tan falso, te conozco y se que algo esta mal, después me lo contaras ¿de acuerdo?