veintidós

Kailam

Llegue super temprano al hospital, hacerme los exámenes correspondientes para hacer el trasplante de medula lo más rápido posible, ayer no fue un buen comienzo, pero se lo merecía cree que el mundo esta a sus pies, pues conmigo no podrá el soberbio ese, ojalá el golpe con el maletín le haya dejado un buen chichón

- Señorita aquí están los resultados de sus exámenes de laboratorio 

- Muchas gracias – le sonrió-

Al voltearme veo venir al abogado y al señor sin rostro que ya se que se llama Octavio; los dos son muy guapos para que negarlo, pero como toda gente rica, creen que todo se arregla con dinero, y ahí para mi pierden todo atractivo, sonrió porque su frente tiene u hermoso chichón

- Buenos días señores – les sonrió –

- Buenos días – contestan al unísono, el abogado se va a hablar con la secretaria-

- Te luce el chichón

- Umm me las pagaras señorita – me dice con cara de pocos amigos –

- Ok – le digo sin importancia, camino a sentarme lejos del espécimen, lo detallo ahora sí, no está mal, pero esa aura de dueño del mundo le queda pésimo; es muy alto, cabello marrón y unos ojos verdes raros; en fin, se ve que mujeres no le faltan –

- Que tanto me miras

- Como te dije te luce el chichón

- Búrlate todo lo quieras

El abogado nos lleva donde el doctor de la niña

- Entren ustedes que son los padres – nos dice el abogado- los espero afuera

al entrar nos recibe un doctor bastante amable

- Mucho gusto señorita soy el doctor de la niña

- Mucho gusto doctor – me mira raro-

- Me imagino que aquí el señor Almoraz ya le comento la situación

- Claro doctor, en qué etapa esta – me ve como si fuera una extraterrestre-

- ¿Eres médico?

- No doctor, mi madre falleció hace 5 años del mismo cáncer y conozco del tema- Octavio me mira como tratando de entrar en mi mente - no me contestado doctor

- Lo siento, bueno esta en una etapa temprana

- Entiendo, cuando tienen pensado hacer el trasplante – ahora me mira con rabia-

- Lo antes posible, el retraso fue usted, aquí el señor Octavio no la encontraba

- Ya estoy aquí – le pasó los exámenes de laboratorios - estoy en perfecto estado si quieren mañana mismo hacemos el trasplante

- Eficiente señora sallow, los analizaré más a fondo y señor Octavio mañana traen a la niña para prepararla – se había mantenido en silencio mirando todo –

- Mañana a primera hora estaré aquí con Ivana – siento que el doctor me tomó del brazo-

- Un gusto conocerla señora sallow- me molesta que se tomen atribuciones sin mi consentimiento-

- Doctor ocúpese de hacer su trabajo y dejé de estar coqueteándome, con permiso – al salir noto que Octavio está sonriendo por lo que le dije al doctor –

Detrás de mí viene Octavio hablando por teléfono cuando estamos abajo me dice que espere un momento

- Kailam, necesitamos conversar

- Está bien – me guía hasta la cafetería del hospital-

- Quieres algo de tomar

- Nada – el sí pidió café unos muffins de Nutella-

- Tienes afán para irte, como distes a entender eso en el consultorio – bueno y a este que le pasa –

- Sinceramente no, mi afán es por la niña – me pega el olor a Nutella y hago cara de asco-

- Ahhh ya pensé que era por tu pareja, que te huele mal

- no, como te dije es por la niña, eso que estás comiendo no me gusta

- Nutella – me mira con cara de no lo puedo creer- enserio, a los mellizos tampoco les gusta- al menos se algo de ellos –

- En fin, que me querías hablar conmigo

- Quiero que la operación salga bien y para eso necesito que se haga con calma, mañana le van a hacer los exámenes a la niña, la otra semana sería la operación, espero que no tengas problema con eso

- Para nada, está bien, otra cosa quiero conocerlos tratar con ellos – frunce el ceño- 
 

- Ok te entiendo, pero el que lo incumplió fuiste tú, no yo, así que en ese caso no aplica lo que me estas diciendo- por la cara que te tiene no le gusta nada lo que le estoy diciendo -

- Si, fue por la salud de la niña no fue por capricho mío, el contrato está vigente todavía

- Conveniente no, si yo los hubiera buscado me tocaba pagar si mal no recuerdo el doble de lo que pagaste por mi vientre y óvulos, verdad, como es lo contrario no pasa nada, pues desde ahora te lo digo quiero verlos, tratarlos, y no me lo vas a impedir Octavio Almoraz, ya no tengo nada que perder-me levanté y me fui de ahí –

Octavio

Me dejó ahí en la cafetería asimilando todo lo que me dijo; en parte tiene razón, pero son mis reglas, lo malo es que siempre pensé que aceptaría el maletín de dinero, pero como todo lo que concierne a kailam nada es como te lo imaginas

- Que piensas tanto – inquiere Gael-