Octavio
Dormí como nunca, con tranquilidad de saber que mi hija mejorara pronto, me quedo pensando en todo lo que me dijo Rafael; es como si hubiera una conexión más allá de lo normal y me gusta que sea así.
Al bajar me encuentro con efusivo Rafael corriendo de aquí para allá
- ¡Pa! - grita –
- Rafael deja de gritar
- Ay pa,necesito que me prestes tu teléfono para llamar a la señora kai, mañana vamos a hacer el almuerzo – está tan entusiasmado –
- Qué bueno rafa, ya está marcando – lo veo alejarse y vuelve frunciendo el ceño-
- ¿Qué pasa?
- No contesta pa, que pasara
- No te preocupes rafa, marquemos otra vez
- Y así hicimos más de 10 llamadas, y nada, ya me preocupaba que no contestara; decide ir hasta su casa, de camino me imaginé miles situaciones de porque no contestaba, al llegar note todo tranquilo y empecé a tocar y nada, escuche a la bola de pelos ladrar
- Kailam abre la puerta qué pasa – gritó fuerte, escucho que abren la puerta –
- Octavio qué te pasa, porque llegas a mi casa así – me dice como si nada, la veo en ropa de dormir, es una agradable vista -
- He estado llamándote, y como no contestabas me preocupe –
- Ahh, adelante, anoche después de comer algo me dio mucho sueño- la observó con detenimiento-
- Pensé que te había pasado algo
- Gracias por preocuparte... eee me voy a cambiar, ya vuelvo - es la primera vez que la veo sonrosarse -
Asiento y se va para su habitación; empiezo a ver su casa, es bonita, sencilla en eso veo fotos de kailam pequeña y me detengo ahí no sé por cuánto tiempo
Al volver esta algo molesta, de forma educada me echa de su casa y ahora el molesto soy yo, en mi vida nadie me había echado, así que decido decirle directamente que entendí el mensaje y que Rafael quiere hablar con ella y procedo levantarme para irme y dice algo que me molesto mucho; que el trato será por los niños y no sé qué cosas más, no me contuve y le conteste mal y me fui dejándola parada en la puerta de su casa
Al llegar a casa tengo un humor de perros, en la puerta está Rafael esperándome, haciendo miles de preguntas, solamente le extiendo el celular para que la llame, se aleja, lo veo sonreír cuando me entrega el teléfono
- Pa mañana vas a buscar a kai - me mira esperando mi respuesta –
- Claro rafa y tu hermana
- Esta con la tía – se va corriendo –
- A la mañana siguiente estaba en la puerta de kailam, con la duda como iba hacer el trato, con lo que me dijo ayer quedó claro todo. Cuando saco fuerzas toco la puerta
- Buenos días Kailam - no la miro -
- Buenos días Octavio adelante
- No te preocupes, vine para llevarte al almuerzo, yo espero afuera – le digo sin mirar-
- Entra necesito conversar contigo – me sorprende que quiera hablar conmigo, ahora si la miro, me imagino que va a salir otra vez con que el trato de nosotros es por los mellizos-
- Dime – no hago ni el amago de sentarme, siento sin más a la bola de pelos que está moviéndome la cola-
- Ayer me comporte muy infantil al echarte pues de mi casa, me disculpo Octavio a veces se me suele ir la lengua – me entrega un dulce y tengo el corazón a millón-
- Disculpada, ahora vamos –le digo, pero se queda viéndome -
- Pero comete el dulce, así sé que estoy disculpada – niego con l cabeza, sonrió y le digo –
- Eres un caso kailam
De camino para la casa nos sumimos un silencio agradable; llegando a la casa la volteo a mirar tiene los ojos bien abiertos
- Enserio vives aquí – está asombrada-
- Si – le digo -
- Es mucho lujo Octavio- la interrumpo-
- Si tienes con que darte ciertos lujos sin que tu economía se vea afectada, simplemente lo haces
- Aja te entiendo
- Llegamos – está más asombrada –
- Enserio es tu casa, ¿a qué te dedicas?
- Tengo una empresa de comunicaciones, y pues estamos implementado sistemas de seguridad
- Con el auge del internet toda empresa necesita manejo de comunicaciones y de un buen sistema de seguridad - enserio cada día me sorprende más y me quedo mirándola –
- No me mires así, no soy bruta, soy graduada de administración, manejo el tema – sonrió-
- No he dicho eso kailam
- Pero lo diste a entender Octavio – kailam es un caso –
- Ya, entremos
Cuando entramos, Rafael viene caminando con una gran sonrisa, le da un beso y le presenta a Ivana.
- Oye te conozco kai- le dice mi hija – tu estabas llorando aquel día en el hospital
- Si Ivana – le kailam y se están mirando-
- ¡Nos parecemos ¡ - grita eufórica -
Los dejo conversar un rato, después un buen almuerzo en familia estamos tomando un café y Kailam tiene a Ivana y Rafael pegados a ella como unas lapas
- Señor tiene visita – me dice unas de las chicas que nos ayuda en la casa –
- Quien es
- La señorita diana, su secretaria
- Hazla pasar