La sombra de pasado mañana

2.-Limbo

La zona a la que había llegado era completamente obscura pero un ambiente extraño se podía sentir alrededor, parecía un valle o llano envuelto en neblina que no dejaba ver lo que había al frente. Todo era muy oscuro cuando de repente sintió que no estaba solo, alguien más estaba con él oculto en la niebla. Observando la zona trato de identificar qué era lo que lo había encontrado cuando de repente figuras nebulosas y vagamente humanas emergieron sujetándolo y meneándolo. Conmocionado, miro a todos los seres que habían aparecido y que se movían jalándolo por todo el valle de oscuridad. Su asombro era tal que de haber tenido una mandíbula esta se le hubiera caído. Aquellos entes no eran sino aquellos que en vida había conocido y que se le habían adelantado. Algunos de ellos habían estado gran parte de su vida a su lado, otros en cambio, eran individuos que conoció fugazmente.

Aunque carecían de forma definida sin ser más que energía etérea, estaban ahí un par de amigos de su vieja escuela, de aquella época tan remota y distante del presente de donde procedía que pensó que aquello era un sueño. Allí estaban dos seres que en vida se hacían llamar Gustavo y Mariana, dos compañeros que habían muerto al inicio de ese mismo año y que sin su ayuda las cosas hubieran sido muy diferentes. También se encontraban Kyouko y Akira, dos individuos que había conocido durante su expedición a las montañas más altas de la tierra y que habían fallecido hacia poco tiempo. Al poder comunicarse con ellos usando el pensamiento se enteró que Sun-Tzu, el experimento chino de la corrosión que igual había muerto en las montañas nevadas, pese de que había muerto, simplemente había desaparecido, al intentar averiguar más, algo hizo que cualquier otra cosa pasara a segundo plano. Se trataba de un grupo de entes que en vida habían sido sus familiares, y no cabía duda, aquel que iba frente no era otro más que aquel que en vida había sido su padre.

Le pareció que pasaron eones, lo había visto morir y sin embargo, era él. Sin salir aun de su estupor, se deslizo por el vacío hasta estar a su lado y ambas figuras se juntaron y una gran felicidad se hizo presente, al separarse miro a cada nebulosa a su alrededor, todos estaban de alguna forma relacionados con él, incluso las figuras que aún no podía reconocer del todo aunque en el fondo de su conciencia palpitaba un recuerdo atávico.

—No lo entiendo, ustedes murieron en distintas fechas, ¿Qué hacen todos aquí?

—En este plano o mundo, el tiempo no existe tal y como lo conocemos —dijo su padre al ver que se movía entre todos y comenzando a percibir cierto temor proveniente de él.

—Acaso, mamá y mi hermana...

—No, ellas aún no están aquí. Su tiempo aún no ha terminado —le tranquilizo el espíritu de su padre que percibía las inquietudes del recién llegado.

— ¿Y dónde es exactamente aquí? ¿Qué es este lugar? —pregunto contemplando el desolado valle lleno de niebla y tan negro e infinito como la noche más oscura.

—En termines simples, se podría decir que es la antesala para lo que vendrá después, creo que podrías llamarlo un purgatorio si así lo prefieres —le contesto Gustavo causando en el recién llegado una serie de inquietudes que fueron percibidos por todos los presentes.

El espíritu se estremeció, ¿purgatorio? No tenía una idea clara de lo que significaba aquello pero no podía ser bueno, recordó todas las vidas que había tomado y las cosas que había hecho, "¿no pude ser tan malo o sí?" pensó en un afán de tranquilizarse cuando el recuerdo más lacerante apareció en su mente. Aquella cueva de hielo, aquella ira, aquel descontrol que siempre había mantenido bajo control, todo soltado contra una de las personas que siempre había estado a su lado, que siempre se había preocupado y cuidado de él. Fue justo en aquel momento que todo cambio, de no haber pasado aquel incidente no hubiera tenido la idea de asaltar la gran muralla y por consiguiente, estar allí. Aun muerto, el recuerdo de Jazmín lo seguía torturando y creyó que cualquier castigo sería insuficiente para él.

—No te tortures, era algo que tenía que pasar —le consoló el espíritu de su padre al sentir el estado de culpa en el que se sumía en su interior al igual que todos a su alrededor.

—No, es mi culpa. Jazmín, Jazmín siempre me amo y yo... yo solo le respondí de la peor manera posible. Lastimarla fue por mucho lo más bajo que hice en vida...

—... ... ¿Y si te dijera que tienes una oportunidad de redención? ... Una última misión más importante que cualquiera de las anteriores que has tenido a lo largo de este año

— ¿Una misión? —pregunto Jeth volteando a ver a su padre confundido y melancólico.

—Los espíritus rara vez intervienen en los acontecimientos del mundo material de una forma tan radical, aunque algunas veces ayudamos a través de la intuición o de los sueños a los vivos. Sin embargo, casi todos viven desconectados y no advierte estos signos, las coincidencias, premoniciones y los pequeños milagros con los cuales se manifiesta lo sobrenatural y pasan desapercibidos— hablo su padre captando su atención—. Pero en esta ocasión necesitamos de un ser que arregle un problema antes de que se salga de control.



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En el texto hay: viajeeneltiempo, mexico, preparatoria

Editado: 20.07.2018

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