CAPÍTULO 12
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Di media vuelta y me dispuse a salir. Al tomar nuevamente la manija y sentir el frío, me di cuenta que el frío que sentía en la palma de mi mano sería el frío que siempre tendría en mi ser, por qué estaba alejando a la luz de mi vida y el calor de mi corazón, profundamente dormida en una cama de hospital.
Salí de la habitación y me dispuse a salir del hospital. Pasando por la recepción mire de reojo a una señora rubia de ojos verdes claros, por lo que veo a llegado bastante agitada seguramente un familiar se ha de encontrar en este mismo hospital, trae puesto aún una bata para dormir, el pelo hecho un lío y los ojos hinchados por el sueño
-Otra vez… mi hija se llama Magaly Roussel Perrin, ok? - me detengo en seco, abro los ojos, casi para que se salgan por las órbitas, y justo en ese momento me doy cuenta que también está Laila <<MIERDA, es la mamá y la hermana de Magaly>>
Olivia es la asistente del Sr Hernández, ¿cómo no la pude reconocer?, en cierta forma hay una lógica para todo esto, antes era una mujer pelinegra con el cabello tan oscuro y largo como la noche y con ondas naturales como la brisa del viento pero ahora es rubio, corto y muy lacio, además de que se realizó una operación en la nariz y labios, en cambio Laila no ha cambiado absolutamente nada, sique siendo la castaña de ojos cafés, alta delgada con el pelo como el de su madre ligeramente rizado y una piel bronceada.
- ¿Revise bien, me dijeron que mi hermana está aquí y si es verdad que está aquí, la voy a encontrar a como dé lugar, de aquí no me voy hasta que me dejen verla, me entendió? - se ve que las dos tienen un carácter bastante fuerte
-Lo siento mucho, no puedo dar información de los pacientes-
-Pero es mi hija!, y si no me dice dónde está, voy a llamar a mi abogado - ahora sí que da miedo cómo cualquier suegra lo daría
- Mama tranquilízate, si haces un escándalo lo único que lograrás es que llamen a seguridad y nos echen…- nuevamente dirigió su mirada hacia la mujer que se encontraba detrás de ese cristal -señorita por lo menos podría decirnos si, ¿si se encuentra en este hospital?, desde ayer que no hemos sabido de ella, y de la nada nos llama una mujer para informarnos que mi hermana se encuentra en un hospital -
Estoy casi un 99% seguro de que nana fue quien las llamo…
La enfermera las miro, paso saliva, y con la mano derecha les indico que se acercaran un poco más a la ventanilla, y ellas así lo hicieron
–Señorita, su hermana se encuentra en este hospital, pero… lamentablemente no puedo darle mucha información, es una paciente VIP y su información personal está bloqueada, necesito el permiso del presidente del hospital para configurar mi sesión y así por lo menos darle los resultados de los estudios, nadie puede entrar a esa habitación, ni siquiera los enfermeros sin la autorización del director general, pero de algo estoy segura- su mirada se centró en Olivia (la madre de Magaly)
-Su yerno (el novio de su hija) es un hombre tan guapo como poderoso-
-Mí que…?
((eso le va muy bien a mi ego))
-En cierta forma tiene razón señorita, pero no sabía que fuera tan poderoso- suelto una risilla entre dientes y camino en su dirección con las manos en las bolsas delanteras de mi pantalón, con un paso lento, pero ágil a su vez...
-Buenas noches, bellas damas…encantado de verlas de nuevo- intente sonar caballeroso, respetuoso y amable a la vez para no sonar como el desquiciado que dejo a su hija/hermana en un mar de llanto por mi ausencia… lamentablemente no funciono, su respuesta fue todo lo contrario a lo que yo imagine, claro que existía la probabilidad de estuvieran molestas conmigo, pero jamás, JAMAS me imagine ser merecedor de una bofetada de parte de mi suegra.
No fue cualquier bofetada, fue una llena de resentimiento, desprecio, odio y rencor acumuladas.
-Tuu.. desquiciado mal parid…
-SEÑORA!!- grito la dama detrás del cristal – que hace?, su yerno a cuidado cada segundo de su hija…hasta hace un momento que salió de la habitación, no ha quitado la vista de ella, ha revisado enfermero por enfermero que entra a la habitación doctor por doctor, tiene todo el hospital lleno de guardaespaldas en especial el pasillo en el que se encuentra su hija, y puedo asegurarle que ama tanto a su hija como usted…si me arriesgue a darle información privada, a perder mi trabajo, no fue solo por usted, fue porque yo también seré madre y entiendo su preocupación, pero también por él, ha demostrado amarla y que ella es su razón de ser- en esas últimas palabras hizo énfasis, me sorprendió ver su vientre abultado por el embarazo alrededor de 6 meses, pero también quede estupefacto el notar como me defendía a pesar de ser tan pequeña, tenía un aura muy fuerte, tiene alrededor de 20 años pero ya tenía la responsabilidad de ser una madre
-¿Mi yerno?, ¿razón de ser?,¿amarla?,¡NO!, usted se equivoca, si este hombre amara a mi hija JAMAS LA HUBUERA DEJADO- su voz se cortó, sus ojos estaban al borde de derramar las lágrimas para surcar su rostro, se giró hacia mí y me miro a los ojos- si el la amara, hubiera estado ahí cuando más lo necesito, cuando no podía parar de llorar noche y día y ni mis brazos maternos le llenaban ese vacío en su corazón, cuando no podía dormir y por las madrugadas salía al balcón hasta el amanecer esperando su regreso, cuando no comía y se desmallaba NO ESTUVO AHÍ para incitarla a probar bocado alguno, no estuvo en su cumpleaños, ni en navidad, ni en año nuevo, ni mucho menos en San Valentín, no dio signos de vida EN AÑOS, no mando siquiera una carta o un mensaje de texto, Y NO ESTUVO, CUANDO PERDIO A SEBASTIAN en el momento más difícil de su vida, cuando la internamos por un mes entero y cayó en depresión. Intento quitarse la vida porque decía que sus razones de vida se habían ido, bajo de peso a tal grado de estar a punto de tener anemia, duro en psicología casi dos años, DOS MALDITOS AÑOS, en verdad cree que ¿eso es amar a una persona? – se soltó en lágrimas, la mujer detrás del cristal quedo en shock, sus lágrimas surcaban su rostro pálido mientras acariciaba en círculos su vientre, toda la recepción quedo en silencio, solo se escuchaba el llanto de Olivia, que era consolada por su otra hija…