Aún era de noche en esa parte del mundo, se encontraban en medio de lo que parecía un valle porque estaban rodeados de altas montañas y hacia bastante frío, tan solo esperaba haber llegado a la cordillera del Cáucaso en Abjasia, era una de las pocas cosas que sabía del país aparte de que su capital era Sujumi. Era el lugar que tanto parecía ser donde estaba el afamado objeto de sus pesadillas, justo en ese valle, en donde se encontraba la cueva más profunda conocida. A pesar de que jamás había estado en ese lugar, sentía que lo conocía muy bien, aun sus recuerdos llegaban a ella, pero había algunos que solo pasaban como destellos de luces, eran efímeros y podía interpretarlos.
Noah estaba temblando, tenía la cabeza apoyada en una de sus rodillas y sus manos en forma de puños, Aria se quitó su suéter y pensó en presionar sobre la herida, que no era tan grande, sin embargo, el cuchillo seguía allí, Aria trató de pensar con claridad, necesitaba ayudarlo a cerrar la herida, pero no se trataba de un objeto cualquiera, era una pluma de ángel y cualquier cosa que ella hiciera, no duraría mucho, esa herida costaría para que cicatrizase, así que de todos modos, tomó la pluma o cuchillo, lista para extraerlo, pero Noah la detuvo- No, lo haré yo-dijo trémulo- Si tú lo haces, dolerá mucho más- concluyó- Tienes razón- Susurró y lo soltó con rapidez.
-Por favor, toma mi mano- le suplicó Noah desde el suelo, ella dudó un momento- No creo que sea conveniente que te toque en este momento- dijo preocupada- No me importa Ariana, solo haz lo que te pido. Por favor- exigió y ella se sobresaltó, pero hizo caso a lo que le solicitó.
Lo siguiente le partió el corazón, Noah tomó su mano con fuerza y aun en la oscura noche, pudo ver como acercó su mano con lentitud hasta el lugar donde se encontraba el cuchillo, su pecho subía y bajaba con fuerza y él estaba frío, finalmente tomó el objeto filoso y apretó su mano con más fuerza, le dolió pero no se quejó, sin embargo él gimió de dolor al extraer el cuchillo, se retorció y golpeó al suelo, todo esto mientras sostenía su mano, luego soltó el objeto de metal, arrojándolo lejos y pudo ver como se disolvió en forma de luz.
Ella dejó que apretara su mano tanto como tuviera que hacerlo, no importaba si se lo rompía o arrancaba, ella necesitaba demostrarle que estaba allí para él, como él estuvo para ella toda su vida, todas sus vidas, así como él aceptó su oscuridad y se dejó envolver en ella, así como tomó sus defectos y los besó con amor hasta que fueran virtudes. Ella necesitaba abrazar su luz, sin importarle quemarse con ella, así acabara con su existencia, se volvería luz si eso necesitaba, porque él fue oscuridad solo por mantenerla a salvo, era su momento de ser luz para él.
Finalmente fue soltando su agarre y de algún modo, sintió como si algo le faltara, rompió su suéter en tiras y rogó internamente para que eso sirviera, no le importó nada, solo necesitaba ayudarlo, así que acercó una de sus manos con delicadeza hasta la herida sangrante- Noah, mírame por favor- le pidió en un tono dulce, él buscó sus ojos en la oscuridad, en la noche fría, con la luna como su única fuente de luz y ella le sonrió un momento- Voy a intentar algo ¿De acuerdo?, No pretendo dejarte aquí- le dijo y él trató de moverse- Pero Ariana- se quejó- No importa cuántas veces deba hacerlo- le dijo- Primero debemos llegar al collar- dijo él, pero ella lo calló con un susurro- Esto va a doler un poco- dijo y acarició su mejilla, él sabía a lo que se refería, entonces volvió a apretar su mano, entonces ella hizo lo que mejor sabía hacer, fuego, pero en menor intensidad, su mano se volvió roja un momento y entontes la colocó sobre la herida, ella iba recitado algún hechizo para que su herida sanara, él volvió a apretar con fuerza pero esta vez se quejó un poco. Sintió un poco de alivio al sentir que había dejado de sangrar, sabía que la herida se abriría en cualquier momento, porque ella era un demonio y él objeto que lo atravesó pertenece a un ángel, sin embargo, cerraría la herida todas las veces que fueran necesarias.
Luego de un rato, Noah logró mantenerse de pie y tuvo la energía suficiente para llevar a Aria a la cueva de Krubera, el sitio que la llevaría al lugar donde encontraría el collar, cada vez que podía, Aria le preguntaba cómo se sentía y tuvo que cauterizar su herida dos veces, finalmente, aparecieron en medio de la cueva, que estaba demasiado oscura, Aria se encargó de iluminar el área, era un lugar impresionante, estaba lleno de colores y también de humedad, desde su posición no podía ver el comienzo de la cueva, pero sabía que se encontraban en un lugar profundo.
-Desde este punto hay que seguir bajando- menciono Noah- ¿Cómo sabes esto Noah?, yo no puedo recordarlo- dijo expectante, el solo sonrío.
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Editado: 16.07.2018